El cálido cosquilleo del sol de invierno se filtraba a través de las sabanas hasta su piel desnuda. Su mano errante busco a su lado a alguien que ya no estaba. A su pesar Lena abrió los ojos para encontrar, en efecto, que su amante se había levantado hacia un rato. Se colocó boca arriba ya con los ojos bien abiertos, despierta del todo. Los sonidos de la mañana, ya bien entrada, llegaban a ella en toda su amplitud. No recordaba haber dormido tanto en mucho tiempo, tal vez en parte por la extenuante sesión de la noche pasada haya tenido que ver, y porque siempre podía relajarse lo suficiente cuando Kara Danvers estaba cerca. Junto a la cama hallo algo de ropa y descalza salió de la habitación, sus cosas aún estaban en la planta baja donde las había dejado cuando llego de madrugada, directamente de Heathrow. Alquilo un vehículo y llego a la casa de Kara casi a las tres de la mañana. No deseando dilatar más su distancia. Su vida se había convertido en un calvario después del asunto con Maxwell Lord, cuando finalmente Kara y ella debieron separarse esa mañana. Cuando Lena voluntariamente decidió ponerse en la línea de fuego acaparando la atención de la prensa por su "secuestro". Alexandra Danvers estuvo a su lado en todo momento, reforzando sus argumentos y rellenando los posibles huecos en la historia. Dejando a Kara y a Clark fuera de la ecuación. Todo pronto se vio opacado por una noticia aun mayor; su boda con Jack Spheer. Solo Alex, y Sam Arias, estaban al tanto de los verdaderos motivos por los que había decidido seguir adelante con esa boda. Ninguna estaba de acuerdo con ello, sin embargo Lena Luthor, una vez más, hizo lo que creyó más sensato. Era perfectamente consciente de que con ello cortaba definitivamente sus lazos con Kara, pero estaba dispuesta a asumir las consecuencias con tal de que nadie supiera de su secreto. Max Lord no dejaba de gritar a quien lo oyera de que esa mujer, Kara Danvers, era un maldito fenómeno. Peligroso. Y que caminaba entre ellos como si nada. Si se comprobaba lo que Lord sostenía era muy posible que la corte le quitara la posibilidad de que Kara pudiera adoptar a Clark, una vez más se habían aplazado los tiempos cuando se abrió una nueva investigación. Kara estaba bajo la lupa de la justicia, por su pasado y sus antecedentes. Y eso, Lena no podía permitirlo. Kara había tenido que luchar prácticamente toda su vida por ser feliz y si estaba en ella la oportunidad de regalarle algo de alegría Lena estaba dispuesta a ello.
Pero fue muy doloroso. Como lo dijera, después de su matrimonio Lena abandono el país, en ese momento parecía el curso de acción más lógico. Kara solo se despidió por teléfono. Clark y Alex en cambio si fueron al aeropuerto esa noche. Lena lloro todo lo que duro el vuelo a Londres.
Por supuesto que nadie, ni siquiera Jack, supo lo que en realidad sucedía debajo de su ensayado acto de Luthor. Aunque tal vez Alex y Sam, quienes se mantuvieron a su lado todo el tiempo que duro su matrimonio. Lo único en verdad hermoso que había resultado de todo eso fue la grata novedad de que su amiga y CFO Samantha Arias y la hermana mayor de Kara, Alexandra, se habían hecho muy cercanas desde lo que había sucedido con Lord. Sam había estado en todo el proceso de Alex para su fertilización y al cabo de un año, la pequeña Ruby estaba en sus brazos. Lena nunca había conocido una niña tan hermosa, su primera ahijada.
Y justo cuando Lena pensaba que su amistad con Kara no tenía retorno, recibió una llamada suya. Sus primeras conversaciones fueron intentos por recomponer algo que ninguna sabía si estaba roto o no. Kara se mostraba cautelosa de ciertos aspectos de su vida y de la vida de Lena, y ella no la culpaba. Pero al menos había dado el primer paso. Encontraron un terreno común en Ruby y Clark, la nueva generación de Danvers que llenaban a la familia de alegría. Clark finalmente se había adaptado a la vida en la pacífica Smallville, asistía a la escuela secundaria y su promedio estaba entre los mejores, continuaba con su deseo de ingresar a la universidad y titularse en ingeniería. Conservando su aspiración de poder trabajar en L-Corp. Lena sabia, por Sam, que Kara no volvió a ver a nadie más los dos años que estuvieron separadas. Había vuelto a encerrarse en su caparazón, solo que ahora era simplemente la señorita Danvers, profesora de biología. La parte egoísta de Lena estaba feliz de eso. La otra, la que todavía conservaba ese sentimiento, deseaba que Kara pudiera hallar a alguien lo suficientemente fuerte como para estar a su lado sin importar el costo. Lena intento volcarse al trabajo, que siempre había sido su brújula y a lo cual se aferraba con uñas y dientes cuando todo a su alrededor comenzaba a colapsar. Pareció funcionar un tiempo, pero ni siquiera ella misma podía engañarse más al respecto, poco a poco había comenzado a distanciarse del hombre con el que se había casado. Y su matrimonio comenzaba a desintegrarse.

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La Guardaespaldas
General FictionSer un Luthor no es fácil. Por lo que a veces es necesario que alguien nos proteja. y esta vez, esa protección se encuentra entre los brazos de una hermosa rubia, con una vida bastante complicada.