ENAMÓRATE -SaTzu- (g!p)

♡ Capítulo 5 ♡

¡ALERTA, CONTENIDO SENSIBLE!

⚠️

SANA POV:

Por favor, no quiero hacer esto.

Fue lo que le dije, pero ella no parecía escuchar, parecía perdida entre sus pensamientos.

No sabía qué hacer, tenía miedo.

No podía zafarme de Tzuyu, era más alta y fuerte que yo.

—S-señorita Chou—dije por lo bajo, tanto que parecía un susurro—Por favor, no me haga esto—seguí suplicando.

Tzuyu me miró a los ojos, y pude notar que se estaba arrepintiendo de lo que me estaba haciendo, pero también pude notar un hambre en esa mirada, un hambre que pedía a gritos ser saciada.

Me desata las muñecas, pero no se levantó de mí.

Al momento de la liberación de mis manos, la empujo, haciendo que ella cayera de espaldas.
Me levanté rápidamente del sillón y corrí hacia la puerta.
Todo fue en vano, ya que no llegué. Tzuyu me había tirado del cabello demasiado fuerte, haciendo que yo cayera.

Bramé de dolor, tendida en el suelo, mientras Tzuyu se subía encima de mí.

Ella ya molesta, me da la vuelta y me vuelve a atar las muñecas con el cinturón. Solo que ahora, de espaldas.

Tzuyu me acomoda de una manera en la que mis piernas, rodillas, pecho y cara tocan la alfombra, entre tanto, mi trasero queda un tanto levantado.

—No me hagas enojar, Minatozaki—dice una vez que empieza a bajarme la falda.

Traté de golpearla una vez más, pero era inútil.
Todo lo era.

Ella era mucho más fuerte, rápida y astuta que yo.

—Me estás colmando la paciencia, Sana, ¡Deja de moverte!—gritó.

Me asusté aún más, y volví a llorar por segunda vez en el día. No podía creer que esta mujer estaba por abusar de mí.

Una vez termina de quitarme la falda, se dirige a su escritorio.
Después de rebuscar entre los cajones, regresa con un par de tijeras con punta ultra puntiaguda. Parecía un cuchillo.

—Sana—dice con un tono de autoridad—Pórtate bien, o...

No termina la frase, solo se agacha hacia mí y pasa las tijeras por mis mejillas, luego mi cuello, y al final, se detiene en mis hombros.

Pude sentir lo frías que estaban las cuchillas.

Me sobresalté cuando oí un corte.
Tzuyu había cortado mi camisa, la camisa que compré con Momo para mi primer día.

Para hoy...

No me dí cuenta en qué momento me había quitado mis zapatos y calcetines también.

Así que ahí estaba yo, en ropa interior frente a la mujer que era mi jefa.
La mujer que me contrató solo para aprovecharse de mí.