ENAMÓRATE -SaTzu- (g!p)

♡ Capítulo 6 ♡

¡ALERTA, LENGUAJE UN POCO SENSIBLE!

⚠️

MOMO POV:

—Sana, ¿todo bien?

—Todo está bien, Momoring. No te preocupes—dijo Sana con una sonrisa. Pero ella parecía estar todo lo contrario de bien.

Cuando Dahyun y yo llegamos al apartamento de Sana, lo primero que notamos fue que ella ya estaba acostada en su cama, y apenas eran las nueve de la noche. Sana acostumbra a dormir muy tarde, ya sea por el insomnio, las tareas o simplemente porque quiere jugar videojuegos y ver películas.
Llevaba su pijama que habíamos comprado a juego las tres. Yo tenía la de un oso pardo, Dahyun un oso polar y Sana un panda.

Sana se veía triste, apagada. Ni siquiera había tocado el helado que habíamos comprado.

Dubu y yo le preguntamos qué pasaba, y ella dijo que todo estaba bien, solo se sentía un poco cansada porque la jornada había sido larga.

—Momo, no quiere venir a cenar— Dahyun entró a la cocina, sacándome de mis pensamientos.

—Muy bien, ya fue suficiente, es hora de saber qué es lo que le pasa a esa niña de una vez por todas.

—No seas ruda, cariño, parece muy frágil hoy.

—Tendré tacto, lo prometo—dije mientras nos dirigíamos hacia la habitación de Sana.

Dahyun tocó la puerta—Sana, ¿podemos pasar?

Un tarareo suyo nos indicó que sí.

—Nana, ¿no quieres venir a ver una serie o película con nosotras? Tú la puedes escoger—comenzó Dahyun.

—Estoy cansada, tal vez mañana.

—Sana, dinos qué tienes o te juro que le hablo al doctor. Tú decides, él o nosotras—me senté a su lado.

—Momo...

—Nada de Momo. Dahyun y yo estamos preocupadas por ti, sabemos que tienes algo y no nos lo quieres decir.

—Somos tus amigas, Nana, no te juzgaremos. Y pase lo que pase, estaremos aquí contigo siempre—Dahyun habló sentándose también.

Sana se volteó hacia nosotras y comenzó a llorar—E-ella... Ella—hipó—No quiero volver a trabajar con ella, p-por favor Momo, Dubu...

Dahyun y yo nos miramos al mismo tiempo, confundidas.—¿Podemos saber por qué?

—Es una mala persona...—otro hipido—ella a-abusó de m-mi.

Me paré instantáneamente, sin dejarla terminar. Tomé mi chamarra y el celular dispuesta a salir del departamento.

—Momo, ¿a dónde vas?—dijo Sana.

—¿No es obvio? Iré a ponerle una denuncia a esa malnacida.

—Espera, Momoring—Dahyun me corta—Es muy tarde para ir, además, Sana tiene que hacerlo, no tú. Ella fue... la víctima.