ALWAYS YOU | Mia y Kimi se encuentran frente a frente después de seis años de haber terminado su relación. A pesar de que ambos han intentado avanzar y encontrar la felicidad por caminos separados, con solo una mirada se darán cuenta de que aún no h...
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8 de septiembre 2013 Monza, Italia.
Sebastian nunca hacia promesas en vano, y lo demostraba una vez más al terminar la carrera en primer lugar. El garaje de RedBull se encontraba a nada de explotar de la felicidad, sus dos pilotos habían terminado en podio. La alegría se respiraba de manera latente y las sonrisas de todos los empleados lo demostraban.
Los ojos de Mia estaban brillosos, se sentía muy orgullosa y contenta. Las dos personas más importantes de su vida habían finalizado en los primeros lugares, y por más que se encontrara enojada con uno de ellos no podía evitar alegrarse. No se esperó ni un segundo para correr hacia el podio, quería encontrarse en la primera fila para cuando apareciesen.
Algunos minutos pasaron para que ellos entraran a la enorme plataforma con sus respectivas gorras y expresiones de dicha. El himno alemán hizo acto de presencia y Vettel con su característica sonrisa empezó a buscar a su amiga con la mirada, esta victoria era de ella.
Cuando la localizo no se lo pensó y la señalo con el dedo mientras le regalaba un guiño, Fernando un tanto extrañado por la conducta del rubio intento encontrar a quien señalaba. Sin esperarse que fuese su hermana, quien, para su sorpresa ya no llevaba su gorra de Ferrari al contrario portaba la de su contrincante. ¿Qué era esta clase de traición? El ceño del Alonso mayor comenzó a fruncirse.
Entendía que Mia y Sebastian fuesen amigos y no le molestaba, en lo absoluto. Pero ella había venido a apoyarlo a él, no a su amiguito alemán. Él la había invitado, no su rival. Él era su hermano, no aquel rubio que ocupaba el primer lugar. Siempre iba primero la familia, por lo que ¿Por qué no lo estaba apoyando a él?
El himno dejo de sonar permitiendo a los pilotos agarrar sus champanes y en menos de lo que cantaba el gallo iniciar a rociarse entre ellos con aquel licor. Sin motivo aparente Fer se enfocó en mojar al ladrón de hermanas lo más que podía, generando algunas dudas en la cabeza del susodicho al no entender por qué el piloto de Ferrari estaba tan empeñado en tirarle la bebida en sus ojos. Estaba seguro de que como siguiera así lo dejaría ciego.
Se entretuvieron un rato hasta que no quedo más, y el calvario de las entrevistas comenzó. Sin más y ya acostumbrados a este sometimiento constante que sufrían en su vida, los ganadores salieron rumbo a ellas. No sin antes Sebastian escaparse un segundo para abrazar a Mia.
Al instante miles de clicks se comenzaron a escuchar, era claro que los estaban fotografiando, la española se tensó un poco ante aquello y suavemente empujo al piloto. Estaba segura que la prensa inventaría un nuevo romance entre ellos, como pasaba siempre por más que Seb constantemente dijera que solo eran amigos. Ya a estas alturas estaban medianamente acostumbrados.
Fernando desde la distancia los miraba mientras su frente se arrugaba más, prefería ahora no comentar nada y ahorrarse las preguntas para cuando no hubiesen miles de micrófonos y cámaras alrededor. Por lo que dejando de pensar en el asunto, comenzó a planear el cómo le ganaría al ladrón la próxima carrera.
