He aquí sobre la añoranza
tatuada en brazos
de aquel que insistía en ser un héroe
y solo se convirtió en una falsa promesa:Imploro perdón ante la flaqueza de mi lenguaje
que busco manifestar cual ansiado vuelo hacia la libertad.A la temporalidad desconozco,
como una estatua estoy inmóvil
mientras apuñalo a la tierra inerte
con mi espada para no desplomar.Mi pecho derrama en escarlata,
la presión de mis dientes
retiene mi terremoto interno.Como extranjero de mi propia tierra,
lloro agua de rubí por flechas
invisibles que me atraviesan.Mi aliento es invadido del mal
y de abundante escarlata cuando
el tiempo me consume.Desgraciado y eterno ciclo
en este sendero en ruinas,
el cual yace agotado
de su absurda existencia.Me preocupa más el puñal
que no ha logrado su labor
y alojado ahora está en mí.Estoy en compañía de la lluvia
que desvanece mi aura roja
sin purificar mis ojos
carmesíes del sosiego.Persiste la idea de que resista,
no aquella en que ceda a la rendición.Quiero ser una rama más del árbol,
aunque en ocasiones, me convierto
en la hoja rebelde, pequeña aliada
del viento que siempre corre a la deriva.Nadie sabe quién soy.
Solo un desdichado más
en una andada cualquiera.
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Libertad de mis voces (Poemario finalizado)
PoesíaSimplemente, un pequeño poemario que trata de todo lo que enfrentamos en nuestro día a día.