Beloved [LayHo]

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—¡Por Dios, JunMyeon! Ya van dos veces esta semana, ¿acaso esperarás hasta que te arrojen por las escaleras? — Minho tomaba delicadamente su tobillo que parecía más que grabe

—Él ahora tiene bastante trabajo, no puedo distraerlo con esto — dijo el bajito mientras hacía muecas por el dolor

Minho soltó un bufido —Eres el rey ¿Por qué sigues permitiendo esto?

JunMyeon bajó la cabeza. Desde el regreso del viaje del rey Zhang, XuKun y Eubin no habían hecho otra cosa más que fastidiarlo. La primera vez, engrasaron el piso provocando que callera y se pegara en el brazo, esta vez, por esquivar el agua caliente JunMyeon corrió y se torció el tobillo.

JunMyeon sí intentó defenderse, empujó a XuKun después de levantarse de su caída y éste lo maldijo. Sólo esperaba no tener problemas con Yixing por algo así. Había pasado un tiempo desde que vió a su esposo, no quería tener otra pelea.

Así que dejando pasar el incidente, se dedicó a escribir otra nota para el rey. Cuando estuvo lista, se preparó para dejarla en manos de HakYeon pero al abrir la puerta, Yixing estaba ahí.

El alto lo escaneó y se detuvo en la venda de su brazo y pie, más no preguntó nada. —Venía a informarte que comeremos con mis padres en el jardín, alístate — y así como llegó, se fué

Con ayuda de Lu pudo esconder su vendaje, sin embargo tuvo que pedir la ayuda de SeoHam para poder llegar al jardín, cada que caminaba su punzante tobillo le daba molestias.

Una vez en el ahí, se detuvo a observar el bello y amplio lugar. Siempre le gustó la naturaleza, sentir el viento fresco en la cara, el pasto en sus pies y las flores acariciar su piel.

—Tú debes ser mi cuñado — escuchó una vocecita detrás de él

Dándose la vuelta encontró a la princesa Yerim. Complexión delgada y pequeña, tenía el cabello negro más hermoso que había visto, llevaba un vestido azul que se acentuaba a su silueta, sus ojos eran grandes y expresivos, su nariz pequeña y respingada y tenía labios rosados.

—No pude estar aquí para la celebración, pero ten — le extendió un envoltorio blanco —es mi regalo de bodas

Al abrirlo, JunMyeon encontró una pequeña manta tejida a mano, era color amarillo pastel y tenía un pequeño conejo en la esquina.

—¿Por qué el conejo? — preguntó amable

Ella rió suavemente —Es lo único que aprendí a hacer en mi clase de bordado, pero si no te gusta puedo quitarlo

—No te inquietes, es adorable.  Gracias

Ella lo miró con una sonrisa pero se borró al ver el anillo en su mano. —El anillo de la rosa… ¿Te lo diómi hermano?

—Sí, es muy bonito, ¿no?

No pudieron hablar más porque los padres de la menor habían llegado y junto a ellos su esposo.
Tomaron asiento y durante la comida, JunMyeon se mantuvo callado, al igual que Yerim y Leiying. Sin embargo la reina no pudo evitar preguntarle a JunMyeon qué le había pasado, por qué la venda.

—Me tropecé, pero estoy bien

—Siempre ha sido algo torpe, madre, no te preocupes

—¡Yixing, esa no es la manera de hablarle a tu esposo! — le reprendió Leiying al escuchar el grosero comentario de su hijo

JunMyeon se sintió mal, por su culpa había empezado una pelea, de seguro Yixing lo odiaría más de lo que ya lo hacía.

—No se enojen con él, reina Zhang, tiene razón, puedo ser un poco torpe a veces

Levantándose de la mesa, y con ayuda de SeoHam, salió de ahí. En el pasillo se encontró a Mew y éste sin preguntar, lo cargó hasta su habitación.

Pero Yixing había visto todo.

♧♧

SeoHam sabía que estaba en problemas cuando fue llamado al estudio del rey. Una vez adentro recibió un golpe en la mejilla que lo hizo tambalear.

—¡Eres un inútil! — gritó él —¡¿Por qué dejaste que lo llevara?! ¡Para eso estás tú!

El contrario se arrodilló ante el rey —Le ruego me perdone, alteza. El consejero Mew llegó muy repentinamente y sin preguntar, se lo llevó.  Hasta el rey consorte se sorprendió

Yixing caminó furioso hasta llegar a la habitación que compartía con JunMyeon, sin tocar la puerta abrió y vió a su esposo siendo ayudado a retirar la venda de su brazo.

—¡Largo de aquí! — ordenó con voz firme

El otro se levantó y pasó a su lado con una sonrisa socarrona que lo hizo querer matarlo.

—Yixing — le llamó JunMyeon

A éste no le importó la condición del más bajo, caminó hasta él y sin aviso, lo besó.