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Dos días antes de la fecha esperada, había llegado una carta de Erion.

—¡¿Cómo que se retrasa la llegada de JunMyeon?! —dijo Yixing exaltado, arrugando el papel en sus manos

—El mensajero mencionó una pequeña recaída del rey consorte

—¿Recaída? ¿Está enfermo de nuevo? WooHyuk prometió que lo cuidaría bien —lanzó un dardo al piso

—No es nada grave, palabras del rey —habló Gawin

Un suspiro salió de Yixing —En ese caso, retrasa los preparativos y haz saber a los reyes que si mi esposo no llega en dos semanas, cumpliré con la amenaza

—Sí alteza —Gawin salió por la puerta dejando a un muy pensativo Yixing

Éste trató de convencerse, ya había esperado año y medio ¿Qué serían dos semanas más?

No pudo aguantar mucho.

Sabiendo que volvería a verlo, cada día se le había hecho eterno. Tampoco hizo algo por ocultar su profundo enamoramiento. Después de meses de negación, insultos por parte de su hermana, miradas y palabras de decepción de sus padres y noches de miseria, había admitido todo.

Ese tiempo a solas le había servido de lección. Yxing nunca había sido una persona de dichos y refranes, pero, sin duda, después de estar sin el amor y la compañía de su pelinegro aquello de nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido le caló en lo más profundo del alma.

Aunque había algunas personas escépticas, todos sabían de sus tratos hacia JunMyeon, era imposible que se hubiera enamorado tan rápido. O eso decían Minho y Prem, pues seguían sin creer alguna de las palabras del rey. Pero a Yixing no le importaba, estaba demasiado ocupado.

Mientras, en Erion, JunMyeon se recuperaba de la herida. Aunque era más que evidente que en dos semanas no estaría completamente bien. Los días se le hicieron eternos, en ocasiones el dolor no lo dejaba dormir y después de unos días apenas y logró ponerse de pie.

—Mi niño, es peligroso que vayas allá. La herida aún no sana, se tardará más tiempo y quién sabe qué es capaz de hacer ese hombre. Quédate, por favor —le dijo Boa mientras acomodaba ropa de JunMyeon en los baúles, lastimosamente se había cumplido el plazo que el rey Zhang les había dado para el regreso de JunMyeon y a los reyes no les quedaba más que aceptar

—Madre, tengo que ir. No sé si es capaz de cumplir su amenaza, no quiero que el pueblo sufra por mi culpa

—¿Qué haremos si te pasa algo? Los niños te necesitan, sí o sí tendrás que venir —la reina dejó la ropa en el baúl y lo tomó suavemente del rostro —Entiendo tu preocupación JunMyeon, solo espero que también entiendas la nuestra —dándole un último abrazo, salió de la habitación

No mucho después, entró una de las tías favoritas de JunMyeon, SoonKyu.

—¿Tía Sunny? —preguntó asombrado

—La única

Se fundieron en un abrazo cálido, habían pasado años desde que la había visto y tenerla ahora se sentía reconfortante.

—Tu madre me contó todo —le acarició la mejilla —No te merecías nada de eso, mi niño. Siempre has sido la más bella persona, no entiendo porqué las cosas sucedieron así

—Si bien eso me dejó una marca, todo es mejor ahora. Tengo a mis pequeños, no necesito nada más —JunMyeon le dedicó una sonrisa

—¿Entonces, a qué vas con él? Si te quedas aquí, no te faltará nada, ni a los niños

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⏰ Última actualización: Dec 29, 2023 ⏰

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