15

28 8 0
                                    

—Alteza…

—¡¿Qué?! — respondió Yixing de manera agresiva,  aún no encontraban a JunMyeon y su temperamento se estaba desequilibrado

Con temor el mensajero le tendió la carta —Acaba de llegar esto para usted

Yixing sintió que un escalofrío le recorría la columna. El sobre tenía la firma del rey WooHyuk y el sello de Erion, no presentía nada bueno.

Y en efecto, solo bastaron unos segundos de lectura para que la carta cayera de sus manos —No… no, esto... ¡NO, MALDICIÓN!

La silla se volcó, las tintas sobre el escritorio cayeron al suelo rompiéndose en pedazos al igual que las pequeñas figuras de cristal que Yixing tenía.

Con manos temblorosas se tomó la cara y quiso gritar. En cambio, se giró para mirar a Gawin —¡Tráeme el caballo,  iremos a Erion!

—Pero majestad…

—¡Tráeme el caballo y prepara el maldito barco! ¡Ahora! —Gawin salió a prisa de la habitación y dió la orden.

La respiración de Yixing era irregular, trató de tranquilizarse, quizás los nervios del momento le habían echo leer otra cosa pero no, volvió a leerla pero no había equivocación, pedían su divorcio.

Cuando estuvo todo listo, salió corriendo del palacio y se montó en Sky, un pura sangre negro de patas blancas, no iba a dejar que JunMyeon se fuera de sus manos.

Porque sabes que lo amas, maldito idiota le repetía una y otra vez su cabeza.
Llegando al puerto, tomó el barco y ordenó que fuera lo más rápido posible aunque el capitán le explicó que era casi imposible ya que no había mucho viento ese día.

Durante el trayecto, las palabras de Yerim le hacían eco.
La cabeza le daba vueltas de tanto pensar. En un inicio él aceptó a JunMyeon como su esposo porque lo quería solo para él, sin embargo no supo cuál fue el verdadero motivo. Recuerda que su corazón se aceleró al verlo pero en ese entonces él tenía algo con Eubin que iba más allá de una amistad, la quería mucho pero su corazón no latió tan fuerte como cuando vio a su esposo.

Frustrado, revolvió su cabello y soltó un suspiro. —¿Alteza? — Yibo llamó al otro lado puerta

—Pasa

—¿Necesita algo? Lo noto extraño

—Bo, quiero hablar contigo pero no como mi consejero sino como mi amigo, ¿Crees que JunMyeon se separe de mi?

El contrario soltó un suspiro y se sentó a su lado —Mira, Xing, si fuera él realmente te abandonaría sin pensarlo. El pobre chico soportó mucho por tu inmadurez — Yixing lo miró con ojos penetrantes —Es la verdad, si te gustaba Eubin, te hubieras casado con ella y no estarías en esta situación

—Yo estaba muy seguro de que me gustaba pero… al ver su cara — suspiró

—¿Entonces por qué lo trataste tan mal? Por dios, cada que te veía, los ojos del príncipe brillaban pero solo lo lastimabas

—Yo… — Yixing guardó silencio, no tenía excusas

—No todo el mundo es cruel, Yixing. JunMyeon nunca te engañaria, él no es como los demás — y con eso salió de la habitación

Todo estaba en silencio, lo único que se escuchaba era el sonido de las olas y la voz del capitán. Yixing se recargó en la silla y tomó el retrato que estaba en su escritorio. Había sido del día de la boda, JunMyeon se notaba tan feliz y él tan serio, casi enojado. Suspiró, había sido un idiota con su esposo.

Al día siguiente, llegó al puerto de Erion y con prisa se bajó del barco. Al estar en tierra, miró a uno de los guardias reales del rey acercarse.

—Buenos días rey Zhang, ¿necesita algo?

—Llévame con el rey WooHyuk, ahora

El contrario lo miró con sus sospecha pero asintió y lo guío a toda prisa al castillo. El camino no fue muy largo pero sí tedioso, algunos guardias del reino lo miraban con desprecio y otros con sospecha y por un momento se sintió intimidado. Al llegar, las grandes puertas fueron abiertas anunciando su llegada. En el trayecto de la entrada a la oficina del rey WooHyuk, Yixing pudo ver varias reliquias familiares y bastantes fotos de los príncipes, en todas ellas JunMyeon se veía hermoso.

Afuera de la habitación donde estaba el rey, Yixing se preparó para todo, pero definitivamente no estaba listo para recibir la mirada mortal que le dió la reina en cuanto entró.
Por un momento el silencio reinó en el lugar, sin embargo la reina, furiosa, caminó hasta él y lo abofeteó.

Todos estaban pasmados.

—¡¿Cómo se atreve a venir aquí?!

—Reina Boa, yo-

—Fuera de aquí, rey Zhang, nuestras intenciones ya han sido escritas en la carta — dijo ella entre dientes

—Vengo por ese motivo. Usted no puede anular mi matrimonio con JunMyeon

—Sí puedo, soy su madre y tengo todo el derecho

—No importa que su consejo y usted estén de acuerdo, si el consejo de Rhodontana no firma el documento, el proceso no es válido

—¿Qué es lo que quiere realmente, rey Zhang? — está vez WooHyuk fue el que habló

—Quiero que JunMyeon regrese a Rhodontana conmigo

—¡Mi hijo no regresará con nadie, mucho menos con usted! — sentenció ella

—¿Mi señor, está todo en orden? JunMyeon está dormido así que yo- — en ese momento, un hombre alto y apuesto entró por la puerta, Yixing frunció el ceño

—Tú… ¡maldito! ¿Qué haces aquí, acaso no tuviste suficiente con lastimarlo?

—¿Quién crees que eres para hablarme de ese modo? — respondió Yixing

—Sehun, cálmate. El rey Zhang ya se iba — WooHyuk trató de calmar el ambiente pero este ya se había hecho pesado

Yixing frunció aún más el ceño al escuchar el nombre de uno de los prometidos de JunMyeon. —¡No me iré sin mi esposo!

—Lo lamento, pero de aquí no sale JunMyeon

—Mire, rey Kim, le daré un tiempo, vendré por él en dos meses — espetó

—Seis — trató de negociar

—Cinco

—Un año, sino me aseguraré de que jamás vuelva a ver a mi hijo — sentenció WooHyuk

Yixing, con la paciencia nula, caminó hasta pararse lo más cerca del rey — Bien, año y medio. Esperaré año y medio, pero — se acercó peligrosamente al rey sin importarle que hubiera espadas apuntándole — si mi esposo no regresa para ese entonces, me aseguraré de venir y quemar hasta el último cimiento de este castillo — sentenció

Y dicho eso, salió de la habitación con pasos firmes. Ahora solo necesitaba esperar.

Beloved [LayHo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora