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Yixing…

Yixing…

¡Te odio!

¡Te odio tanto, maldigo el día en el que me casé contigo!


Con una gran bocanada, Yixing despertó de su pesadilla. Habían pasado casi cuatro meses desde que JunMyeon decidió irse y las cosas en Rhodontana no iban bien.

Después de aquella visita, regresó al castillo a encerrarse en su habitación y beber. Así pasó una semana, bebiendo de la impotencia. Hasta que decidió que ya era hora de cambiar.
Trató de ser el rey que una vez fue pero se le hizo imposible pues hasta la más mínima cosa le recordaba a su esposo.

Después de dos mes, vinieron las pesadillas, pequeñas alucinaciones de su mente en las que JunMyeon llegaba a matarlo, lo maldecía y la mirada de odio en sus ojos le pesaban más que cualquier otra cosa.

Nadie sabía qué pasaba, los jefes de los pueblos intentaron preguntar por el rey consorte pero todo lo que obtuvieron fue una mirada fría.

Cuando no tenía deberes importantes que hacer, se quedaba mirando el espacio vacío de JunMyeon en la cama, su exquisito aroma a frutos rojos poco a poco desaparecía y él solo pensaba en su estupidez y lo mal esposo que fue.

Conforme pasaban los días, la ausencia del bajito cada vez reafirmaba su enamoramiento.

Ese día, tratando de poner orden a sus pensamientos y un poco a su escritorio, limpió y encontró una cajita de seda azul. Cuando la abrió, lo primero que vió fueron las notitas que su esposo le dejaba.

No saltes tus comidas ♡
JM

Estaba aburrido, así que te hice un dibujo, no soy el mejor pero es tuyo ♡
JM

Ten un lindo día, no saltes tus comidas ♡
JM

Me gusta cuando sonríes, hazlo más seguido ♡
JM

Estos bocadillos los preparé yo, y con ayuda de Lu jeje, espero te gusten ♡
JM

Ten un buen viaje y regresa a salvo, por favor ♡
JM

Te amo ♡
JM

Yixing sintió como sus ojos ardían —Maldición — susurró pero se limpió los ojos cuando escuchó que alguien entraba a su oficina, era su hermana

—¿Qué necesitas, Yerim?

—Mamá quiere hablar contigo

—En un momento iré

—Hermano… — al mirar sus ojos, Yixing sabía lo que le iba a preguntar

—Está con sus padres y… por favor,  no quiero más preguntas acerca de él

Todo el asunto de JunMyeon lo tenía en un mar de sensaciones, no creía poder aguantar más.

Una vez que Yerim salió de la habitación, Yixing mandó a llamar a Gawin. —¿Qué te ha dicho nuestro informante?

Y como sabía que no iba a aguantar mucho, el mismo día que salió de Erion, buscó a una persona para que le informara hasta el mínimo detalle sobre JunMyeon.

—La última carta fue recibida hace medio mes, no se podía ver con claridad pero mencionaba algo sobre el rey consorte enfermo. Pero después de eso no hemos tenido noticia alguna de él

Yixing se puso ansioso, su marido estaba enfermo y él no podia hacer nada —En cuanto llegue otra carta, mándala directamente conmigo

Gawin asintió y se retiró de la oficina del rey. Yixing frunció el ceño ¿enfermo de qué o por qué?
Movió la cabeza con la intención de aclarar su mente y decidió empezar con sus múltiples actividades pendientes.

En esos meses Rhodontana tuvo problemas con los cultivos y con otras pequeñas naciones. Yixing estaba reacio a admitirlo pero muy en el fondo sabía que todo había sido su culpa.

Cuando tuvo que ir a las reuniones, estaba lo suficientemente ebrio para asistir y cuando debió arreglar los problemas con los cultivos, se dedicó a maldecirse y beber.

A como estaban las cosas no creía poder levantar a toda la nación, si bien era el rey, no sabía que su esposo era una parte importante pues cuando éste estaba. Siempre se ocupaba de los asuntos del reino, nunca faltaron a los bailes y mucho menos le dieron la espalda a los pobladores, siempre había soluciones para todo.

Mirando el retrato de JunMyeon, suspiró —Espero regreses pronto, Rhodontana te necesita… y yo también

Por la noche, antes de dormir, Yixing volvió a pensar en lo que le había dicho su guardia. No pudo evitar recordar la vez en la que él enfermó y JunMyeon estuvo cuidándolo por días, nunca le dijo pero cuando "dormia" en realidad estaba despierto, disfrutando de las caricias de su esposo.

☆☆

Después de la pelea entre Rhodontana y Adarlan, Zhang regresó herido. Habían logrado conquistar nuevas tierras pero en un momento de debilidad, fue apuñalado por el difunto rey.

—¡Yixing! — gritó JunMyeon al verlo herido y ensangrentado —¡Traigan al médico, rápido!

Yixing quiso permanecer más tiempo de pie pero sus heridas y el cansancio terminaron por noquearlo.

Despertó después de dos días, sentía los párpados pesados pero con esfuerzo logró abrirlos. Estaba en su habitación y un exquisito olor a cítricos lo hizo consiente de la cabeza recargada en su pecho. Era la rebelde cabellera de JunMyeon.

Su esposo estaba serenamente dormido con una mano alrededor de su cintura y una pierna encima de las suyas. La sensibilidad regresaba poco a poco a su cuerpo, entonces Yixing fue consciente de los vendajes y el ungüento en sus heridas. La comodidad que sentía era tanta que durmió durante aproximadamente tres horas más y al despertar, no abrió los ojos porque sintió como JunMyeon lo bañaba con un paño húmedo.

—Por favor, Xing, recuperate… me duele verte así — susurró JunMyeon

Yixing sintió una pequeña presión en su lado de la cama y luego esa presión la sintió en los labios —Te amo — había dicho su esposo

Beloved [LayHo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora