029

7.5K 282 24
                                    

Jerry, Tom y yo estuvimos tomandonos unas cervezas para hacer tiempo a que vinieran Bill, Gustav y Georg.

Jerry parecía haberse olvidado ni que fuera un poco de lo sucedido horas atrás.

Mire mi teléfono.

Las 22:06 pm.

De repente Jerry me miro pícaro.

- Follando en mi coche y delante mio, no se como no se me ha puesto dura - Tom y él se rieron.

- Ay cállate ya nene - Reí siguiendo el juego.

- Tranquilos, yo hacía lo mismo de joven, pero a la proxima Emy, callate los gemidos - Empezó a reir dando un trago a su cerveza.

- Va Jerry callate - Tom me miro. Añadí mirándolo - Sh tu no sueltes una palabra.

Agarré la cerveza la cual estaba entre mis piernas y bebí un poco.

Un silencio invadio la sala. Solo se escuchaban nuestras respiraciones.

Por suerte el timbre resonó por toda mi casa.

- ¡Han llegado! - Grité levantándome a abrirlos.

Al abrir la puerta apsrecieron Bill Georg y Gustav.

Les saludé a cada uno con dos besos y por último a Bill que le dí un abrazo.

Les invite a pasar y les hice sentarse.

- ¿Quereis algo? Una birra, zumo, agua... - Me remojé los labios mirándolos con las cejas levantadas.

- Tres birras estan bien - Les acerqué tres birras y las abrieron.

Conecté los altavoces de la casa y puse algun que otro rap.

Me senté junto a Tom ya que mi sitio se lo había quedado Gustav, este paso su brazo rodeandome los hombros.

Tom se acercó a mi oído.

- Espero que esta noche me invites a quedarme en tu casa - Sonreí.

- Espero que esta noche me dejes dormir - Bromeé divertida.

Chasqueó la lengua.

- No te lo creas tanto princesa - Puse los ojos en blanco riendo.

Todos estaban hablando, Tom se unió a la conversación. Yo me quedé mirandolos con una sonrisa en la cara.

Todos parecian felices hablando y disfrutando de estar juntos. No podía estar mas feliz.

Tener gente a mi alrededor me ponia feliz. Acabandome la birra me uní a la conversación.

Estuvimos hablando por horas, bailando cantando y bebiendo. Sin duda me encantaba pasar un buen rato con ellos.

Eran mi lugar favorito. Con ellos me lo pasaba bien, disfrutaba y me olvidaba de todo por unas horas.

Cuando pasaron las horas todos se quedaron dormidos. Jerry estaba dormido en el sofá. Gustav y Georg en un sillon cada uno y Bill en el otro sofá.

Tom y yo nos quedamos despiertos.

- Gracias por esto Emy, me lo he pasado muy bien - Sonreí abrazándole.

- Gracias a ti por aparecer en mi vida Tom - Tom me agarró de las mejillas.

- Me gustaría preguntarte una cosa Emy... 

- Dime - Levanté las cejas esperando a su respuesta.

- Me gutaria... - Tragó saliva - Ser tu novio 

Entonces el corazón se me paro y sonreí como una boba. Le abracé rodeando mis piernas en su cintura.

- Quiero que seas mi novio - Escuché una risita de felicidad proveniente de la boca de Tom, me abrazó y me besó.

- Te voy a cuidar toda mi maldita vida, no voy a permitir que te hagan daño, quien te haga daño le voy a matar - Y entonces sentí una punzada en el corazón.

Tarde o temprano Tom me iba a hacer daño, mi madre siempre me decía: "Quien es mujeriego siempre lo va a ser" en este momento solo deseaba que mi madre se hubiera equivocado al decirme eso y que no sea verdad.

Tom me miro.

- Amor, ¿Estas bien? - Asentí regalándole una sonrisa falsa.

- Solo... Estoy emocionada por estar juntos 

- Yo también estoy muy emocionado, quiero estar toda una vida contigo Emy, te amo no sabes cuanto - Le mire a los ojos, esos ojos avellana que me derretían entera.

- Yo... - Me quedé callada pero luego seguí - Yo... También quiero estar una vida contigo 

Tom me miro sonriente y me dio un beso.

- Vamos a dormir amor, ya es tarde - Asentí mirando a los tres chicos dormid9s sacando baba por la boca.

Caminé con Tom hacia mi habitación, él se quito la camiseta y no pude dejar de admirar el abdomen marcado.

Se puso en la cama y dió varias palmadas para que me pusiese con él al lado.

Me quité los pantalones, el sujetador y con una camiseta de Tom me fui a la cama.

Nada mas toqué la cama se me cerraron los ojos, pero antes de dormirme escuché:

- Duerme bien amor, que sepas que eres el amor de mi vida y espero que siga siendo así, te amo - Y entonces Tom me abrazó por la espalda.

Los dos nos dormimos juntos sintiendo uno el calor de otro.

《...》

𝑇𝑎𝑛 𝐽𝑜𝑑𝑖𝑑𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝐻𝑜𝑟𝑚𝑜𝑛𝑎𝑙𝑒𝑠... || 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora