2nd Temporada || [09]

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Pov Tom

Abrí los ojos sintiendo dolor en mi abdomen, me quejé subiendome la camiseta.

- ¡Joder! - Grité al tocarme el corte que descansaba en mi abdomen bajo.

Busqué con la mirada a Emy, la cual no estaba. Mire para todos lados, los paramedicos estaban muertos, y lo unico que escuchaba eran las sirenas de las patrullas y gente gritando "¡Que horror! ¡Espero que esten bien!"

Salí como pude de la ambulancia, ya que no era muy complicado.

La gente vino corriendo hacia mi reconociendome al momento.

- ¡Tom! ¡¿Estas bien?!

Asentí haciendo presión en mi herida que no paraba de sangrar.

Una rubia vino corriendo hacia mi, flaca como un palo de madera y su voz dulce particular.

- ¡Amor estas bien! - Empezó a llorar en mis brazos.

Gracias a dios la ambulancia llegó y la apartó de mi lado.

Me subieron a la ambulancia y ahí vi a Emy.

Tenía la tez pálida, su tono canela ya no estaba, lágrimas aparecieron en mis ojos traicionandome.

- Va a estar bien, sigue viva, hay esperanza - La paramedico me habló intentando tranquilizarme.

Asentí sin creérmelo del todo. La paramedico me curó la herida e hizo presión para que dejase de sangrar.

Estuve todo el camino al hospital agarrado de la mano de Emy, hablándole aunque ella no me pudiese escuchar.

- Vas a estar bien amor, te lo juro - Emy era la única que sacaba mi lado cursi.

Era la única a la que de verdad le podía llamar amor.

Cuando llegamos al hospital se la llevaron rápidamente a la uci y a mi me dejaron en una habitación apartado de Emy.

Los médicos me curaron y me cosieron la herida, pocos minutos después cuando acabaron mi banda estaba en la habitación.

- Tom dime que estás bien - Mi hermano se acercó a paso acelerado a mi y me cogió de la mano llorando.

Gustavo y Georg hicieron lo mismo pero sin agarrarme la mano.

- Estoy bien, solo necesito descansar

Bill no dijo nada, echo a llorar diciéndome que no sabría que hacer sin mi.

- Otra vez no Tom, ese día casi saltas, yo... No quiero perderte - Apreté la mandíbula al hacerme recordar ese día.

- Necesito descansar, voy a estar bien Bill - Mire a los chicos - ¿Os lo podéis llevar? Quiero estar solo

Los dos asistieron y agarraron a Bill para llevárselo fuera de mi habitación.

En lo único que pensaba era en Emy, en si estaba bien, en si me necesitaba.

Lágrimas bajaron por mis mejillas limpiándomelas al momento. Me acosté de lado en la cama de hospital arrepintiendo al momento al quejarme por la herida recién curada.

Narrador externo

Tom se durmió varias horas después pensando y rogando que Emy despertara.

En cambio, Emy no despertaba, llevaba horas en coma, ningún doctor quería comentárselo a Tom.

Emy seguía pálida, con los labios secos y ahora blanquecinos. Los doctores la tenían conectada a una máquina la cual les hacía saber que seguía viva.

Para Emy ya no había salvación, solo con un milagro podía despertar, había perdido mucha sangre, tenía varios cortes en el abdomen por los cristales de la ambulancia, a los doctores solo les quedaba rezar para que Emy saliese del coma y volviese a vivir.

Su gran miedo era que ya no iba a recordar a nadie si se despertaba.

Sabéis lo peor, Emy había caído en coma sin siquiera poder hablar con su madre desde ese día.

Sin poder contarle a Tom sus verdaderos sentimientos, sin poder vengar a su madre.

Y sin poder siquiera volver a escuchar música, componerla y cantarla. Su gran sueño desde pequeñita.

Dicen que los que están en coma siguen escuchando, y los médicos todavía no perdían la esperanza, sabían que seguía ahí.

Sabían que les escuchaba, pero no podía contestarles, ni siquiera podía dar señales de que les estaba escuchando.

Tom se sentiría tan vacío si lo supiera, porque el alma sigue aferrada a esa persona, en vez de ocupar su lugar en su interior.

Tom nunca lo aceptaría, intentaría convencerse de que Emy sigue ahí, que no está en coma, que todo es una broma pesada.

Pero es que aveces no te vas porque quieres, sino porque no sabes como seguir.

Ese método ha sido el más fácil de llevar para Emy, ahora no está sufriendo.

Tom... Te sigue escuchando y siempre seguirá escuchándote.

Tom, ¿Te acuerdas cuando le regalaste tu sudadera? Sigue teniéndola, ella dormía cada noche con ella para sentir tu olor, para pensar que estabas ahí.

Se aferraba a esa sudadera como si no estuvieras, y...

Ahora la que no está es ella. ¿A qué te vas a aferrar Tom?

¿Como vas a seguir sin ella?

Dirás que no puedes vivir más, que tu mundo se ha derrumbado, que te duele la garganta al hablar, que se te rompe la voz cuando intentas decir algo, que te duele la cabeza y te cuesta dormir.

Dirás que tu vida se ha terminado, que ya no le encuentras el sentido a las pequeñas cosas que te mantenían feliz con Emy.

Que te das totalmente por vencido.

Tom, amor, Emy ya no estará para verte tocar, ya no estará con su sonrisa que te alegraba el día.

Solo estará su cuerpo pálido, sus labios carnosos ya no tendrán ese rosa tan bonito, sus ojos café ya no te miraran, su pelo rizado ya no volará por el aire, su voz solo será un recuerdo más para ti.

Solo estará eso, y no hay vuelta atrás, pero amor, no te sientas culpable, nada es tu culpa, ella prefería sacrificarse por su madre, y así lo ha decidido.

Tom, cuando los médicos te den un regalo no dudes con el amor que lo ha hecho Emy.

Tom, si ves una carta, no la abras hasta el día que ella no esté.

《...》

𝑇𝑎𝑛 𝐽𝑜𝑑𝑖𝑑𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝐻𝑜𝑟𝑚𝑜𝑛𝑎𝑙𝑒𝑠... || 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora