SEGUNDA TEMPORADA DE INOCENCIA PERDIDA.
Desde ese día no volví a ser el mismo, mi amor, mi vida, mi señor... ya no está conmigo.
Pero cuando alguien se va, la vida te premia con alguien nuevo.
Ahora, un año después, cinco desde que llegué a sus mano...
Si todo saliera de acuerdo a lo que nosotros deseamos el mundo fuera perfecto, pero, no lo es, debemos cometer errores para aprender y no volver a equivocarnos de nuevo en lo mismo.
Kim Taehyung ha aprendido esa lección a la mala, por más que trate de borrar sus recuerdos, estos siguen viniendo a su mente, ese mes que estuvo apartado del mundo exterior, siempre será parte de su vida, por eso no puede creer todavía que una de sus ficha del tablero, sea el padre de la mujer que le hizo o que ordenó todo lo que sucedió.
- puedo saber para que quieres verlo?- Todavía seguían en el restaurante, un par de minutos fue lo que necesito Win para hacer esa pregunta. - eso es peligro Taehyung... Vladimir es un asesino, él no se compadecera de ti, ya pudiste darte cuenta de eso.-
- lo sé, y no me importa, solo quiero reunirme con él.- Habló el doncel. - es un trato justo, la vida de Bright por conseguirme eso.-
- él está en Moscú, pero dentro de una semana viajará a París para un evento que se realizará el sábado, puedo conseguir que estés allí, lo demás quedará de tu parte.- Fue la respuesta que necesitaba Taehyung, una que anhelaba y que al fin obtuvo.
Caminaba por los pasillos del último piso rumbo a mi oficina, acababa de llegar de mi reunión con Win, ahora que tenía lo que necesitaba, quedaba de mi parte el resto, mientras seguía mi andar, mi mirada estaba perdida, pues mi mente estaba solo en una persona.
Jungkook.
Cuando salía del lugar donde me encontraba para venir hasta acá, llame a Jin para que se reuniera conmigo aquí, me dijo que había salido hecho una furia cuando se enteró que salí con Eunwoo, ahora me pregunto dónde estará?
Será que debí decirle? No, si hacia eso no me dejaría actuar, me protegería, estaría pegado a mi y en este momento, eso no es conveniente.
Dios... Como odio amarlo tanto.
Cuando ingresé a mi oficina, ya Jin estaba allí, camine rodeando el escritorio y me senté enfrente de él, un té me esperaba allí, justo lo que me hacía falta en este preciso instante.
- los niños se quedaron con su abuela?- Fue lo primero que pregunté.
- si, las gemelas se quedaron jugando junto a sus nanas y Jungkookie se quedó con la abuela.- Me dijo mi amigo. - y... Cómo te fue? Lograste llegar a un acuerdo con Win? Preguntó Jin esperando que terminara de darle un sorbo a mi delicioso té de frutos rojos.
- lo hice, debemos parar la búsqueda de Bright, fue el intercambio que hice para que Win me consiga un pase para hablar con Vladimir.- Informe. - Jin... Nadie debe saber de esto por ahora, si alguien lo sabe corremos peligro en que todo se descubra y Jungkook no me dejaría seguir con el plan.-
-No crees que es mejor que se lo digas a Jungkook?... Entiende Tae que cada vez se hunden más al estar separados, si actuarán juntos serían más fuertes y...- Trato de hablar Jin a un ritmo bastante rápido.
- y él estaría en peligro, quizás si le digo él seguirá escondiendo su identidad pero sabes cómo es, en algún momento se delataría solo por mi.- Suspire, mordí mi labio y mis ojos se perdieron en el vidrio de la mesa. - se que debería apoyarme en él Jin, pero no quiero arriesgarme, ya lo perdí, no en una sino en dos ocasiones, creo que si volviera a pasar yo...- Cerré mis ojos, imaginar una vida sin Jungkook es como sentir que estás cayendo en un precipicio sin fondo, lo sé, pues ya pasé por eso, y tener que vivirlo de nuevo sería peor que lo que he tenido que vivir hasta ahora. - simplemente no puedo permitir que él se exponga.-
- y cómo harás el siguiente movimiento sin que él lo sepa?- Preguntó. - para eso necesitas la ayuda de la señora Jeon y ella no creo que le oculte nada a su hijo.-
- Jin... Por favor, sabes que Ye Ji haría todo por Jungkook...- Lo miré directamente a los ojos, estaba seguro, ella me ayudaría con tal de que su hijo, mi amor, estuviera bien. - prepara un viaje a París dentro de 5 días, necesito que sean 2 Jets, uno con nosotros y otro con los guardaespaldas que llevaremos y Gabriell debe ir a Italia, necesito a nuestra gente de confianza en Francia antes de que nosotros lleguemos.-
Jin anotaba todo lo que yo decía en la tablet, París sería un sitio hermoso si fuera junto a su señor pero aunque no estaría con él todo lo que hacía era justo por Jeon Jungkook. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Hospital privado de los Jeon. 5pm.
Jungkook.
Cuando salí del JJBunny me dirigí al hospital, la última vez que estuve acá fue cuando cometí el error y locura más grande de mi vida, maldito ese día, malditas mis decisiones y maldita mi forma de pensar. Es que acaso no me detuve a pensar en mi ángel? No, si que lo hice pero de una manera cobarde, una que ya no tenía remedio, una que ya no puedo solucionar.
La habitación estaba en silencio, solo el ruido del monitor donde se veían los signos vitales era lo que escuchaba, me acerque a Jimin y lo ví dormir tan plácidamente, antes de entrar acá, hable con el médico, me informo de su estado y que por los momentos estaba sedado pues el dolor que tenía era muy fuerte y no lo toleraba.
Era muy lindo, cualquier hombre estaría encantado de estar con él, Jimin era una persona agradable, simpático, amable, inteligente y sincero, su único pecado fue amarme. Fueron años de relación, nunca tuve una queja de él, maneja el negocio como debe ser, mi madre lo apreciaba, era su favorito hasta que supo lo que le hizo a mi doncel.
Taehyung.
(Mi ángel de ojos color cielo y mar, como me dueles, puede que no esté a tu lado pero siempre me tendrás junto a ti. Pensaba), yo estaba sentado en una de las incómodas sillas de las habitaciones VIP a un lado de la cama, mientras veía a mi pelimorado mi mente divagaba alrededor de Taehyung.
Namjoon al final si logró lo que se propuso, me lastimo, daño y dejo mi alma penando por el mundo solo y sin mi amor.
Es mi hermano, alguien que siempre respete pese a su odio hacia mi, lo admiraba por soportar a mi padre, pero desde esta mañana decidí que aunque la sangre sea más espesa que el agua, ese líquido rojo debe empezar a correr.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
