"Spicy Orange"

5.1K 611 162
                                    

Kageyama y Hinata trataban de jugar en paz y disfrutar el campamento, pasando la mayor parte del tiempo juntos.

Pero era bastante complicado con un Alfa con aroma a chile encimoso.

-Shoyo, ¿Quieres ayudarme a practicar?- Atsumu le preguntó. El Omega tomó un balón entre sus manos y lo lanzó a Kageyama, quien lo atrapó antes de que Hinata respondiera.
-¿No tienes equipo? Practica con ellos.- Le respondió antes de irse con el azabache a practicar levantadas. Kageyama sonrió burlonamente al Miya rubio.

.
.
.
.
.

-Shoyo, ¿Quieres almorzar conmigo?- Le preguntó coquetamente cuando el Omega caminaba a la mesa donde estaba su equipo.
Hinata sonrió y tomó entre sus manos el bollo extra que llevaba.
-Claro.-
Estampó el bollo en la cara de Atsumu.
-Provecho, Atsumu-san.-

Tsukkishima se reía desde la mesa del Karasuno al ver la cara de Atsumu llena de carne del bollo.

.
.
.
.
.

-Shoyo, ¿Me quieres ayudar a estirar?- El Omega empezaba a hartarse de la insistencia de Atsumu. Suspiró y aceptó de mala gana.
Hinata ayudaba al rubio a estirar empujando su espalda mientras el mayor tenía sus piernas separadas y dejándose caer hacia adelante.

-Oye, ¿Por qué me odias? Yo solo trato de llevarme bien contigo.- Le dijo el rubio fingiendo estar dolido.
-No es cierto, solo quieres molestar a Kageyama.-
Atsumu suspiró ruidosamente.
-¡Como te atreves a pensar así de mí, Shoyo!- Hinata se rió de Miya.

.
.
.
.
.

Kageyama fue al baño despues de su partido de práctica, mientras se lavaba las manos, Osamu entró. Se paró a su lado y lavaba sus manos. Kageyama lo veía disimuladamente.
-Tsumu te está buscando. - Le dijo sacudiendo sus manos.
-¿"Tsumu"? ¿Atsumu Miya?-
-Ajá.- Se alejó de Kageyama y se dirigió fuera del baño.

Cuando Tobio salió, el dichoso Alfa estaba ahí, hablando "cómodamente" con Hinata.
Entre comillas, porque las feromonas del Omega estaban tan ácidas que era imposible no notar su incomodidad y molestia. Y las feromonas del Alfa trataban de marcar dominación sobre él.

El rubio volteó a ver a Kageyama apenas notó su presencia.
-¡Ah, Tobio, justo el Alfa que buscaba!- Atsumu se distanció del Omega y se dirigió a Kageyama, dandole una palmada en el hombro.
-¡Nos vemos, Shoyo, tengo algo que hablar con Tobio!- Empezó a caminar con Kageyama en dirección contraria al pelirrojo.

-Tobio, un gusto. No había podido presentarme, soy Atsumu.- El menor solo se limitó a asentir.
-Oye, llevamos aquí un día y medio y todo, pero eres demasiado obvio. Te gusta Shoyo.-

Kageyama ya ni siquiera se avergonzaba. Se había dado cuenta que era pésimo en tratar de ocultarlo. También que Hinata era despistado y no lo notaba.

-¿Y eso qué?- Preguntó el menor al sentir la acidificación del aroma de Miya.
-No te lo tomes a mal, ¿Sí?-
-¿Qué quieres?-
Atsumu suspiró y abrazó más fuerte a Kageyama, el Alfa se removió con incomodidad.
-No eres ni la mitad de bueno para Shoyo.-

.
.
.
.
.

Kageyama se había quedado mirando el techo de la habitación, mientras Hinata terminaba de bañarse.
¿Era verdad lo que dijo Atsumu? ¿No era un buen Alfa?

¡¿Con qué derecho lo decía él?!

-¡Ya salí, Kageyama!- El Omega salió con una playera azul, un short y el cabello cubierto por una toalla mojada. El Omega había notado desde hace un rato que Kageyama estaba tenso.

De hecho, desde que habló con Atsumu.

-¿Kageyama?- Hinata se sentó a los pies de la cama del Alfa y empezó a hacerle cosquillas en los pies. El menor empezó a patalear.
-¿Qué?-
-¿Qué te pasa?- Hinata subió a la cama y gateó  hasta estar al lado de Kageyama. El corazón del menor empezó a latir al sentir a Hinata acostarse sobre su pecho.

Se empezaba a hacer un hábito.

-No tengo nada.- Kageyama volteó su cuerpo. No podía decirle que le preocuba ser muy poco para Hinata.

-¡¿Fue algo que te dijo Atsumu?!- El Omega se levantó de golpe, causando un movimiento del colchón. Kageyama se agarró de Hinata por el movimiento del mismo. Ambos quedaron en un abrazo.

-Kageyama...- El Alfa no dijo nada.

Porque la daba pena.

.
.
.
.
.

El tercer y último día del campamento, Hinata había andado todo el día tomando la mano de Kageyama, llevándolo a todos lados. El Alfa solo caminaba, dejándose llevar por el mayor.

A veces levantaba la cabeza y veía a Tanaka y Noya sonreírle con aprobación, como si hubiera ganado la carrera de la vida.

Tras su último partido práctica, en una especie de convivio, Miya se acercó a ambos, el Alfa de Kageyama lo reconoció como superior al llegar.

-¡Shoyo, Tobio!- Se sentó entre ambos y puso su brazo sobre el hombro de Hinata. El Omega sintió como el aroma de Kageyama empezaba a atenuarse a la par que el aroma de Atsumu se intensificaba.
-Ah, fue divertido, ¿No? Me encantaría volver a vernos y tal vez, me dejes jugar un partido contigo como mi equipo.- Miya tomó de la mano a Hinata y le depositó un beso. El Omega volteó a ver a Kageyama y notó como su ánimo había decaído.

-Kageyama es mi setter, quiero que se quede así por un tiempo.- Tomó un trago de agua a la par que su aroma se acidificaba, el menor de los tres saltó en su lugar ante la declaración de Hinata.
-Pero no lo será siempre. Creo que eventulamente vas a ser mucho mejor de lo que crees.- Hinata se levantó de golpe.

-Tal vez. Pero ahora es mi setter, no quiero que cambie, ¿Sí?.- Hinata tomó la mano de Kageyama y lo levantó.
-¡Adiós Atsumu-San!- Empezó a caminar con la mano de Kageyama sujeta.

.
.
.
.
.

-¡Hinata espera!- Le dijo el azabache, llevaban un rato ya avanzando y el Omega no lo soltaba. Finalmente se detuvieron.
-¿Estás bien?- El mayor soltó un grito de coraje.
-¡Lleva todo el campamento sin dejar de molestarme! ¡Todo porque quiere hacerte enojar a tí!- Shoyo estaba todo enojado, casi tirando humo de las orejas.
-No pasa nada, idiota.- El Alfa se acercó al mayor.
-¡No, sí pasa! ¡Desde ayer que hablaste con él estás raro! ¡No me gusta que te haga sentir mal!- Hinata se sentó en el suelo y Tobio lo acompañó.

Ambos permanecieron en silencio.
-No es para tanto. No te enojes demasiado.-
-Me lo dices tú.-
-¡Oye idiota, estoy tratando de ser amable contigo!- Shoyo se empezó a reír y Kageyama sintió como su aroma a naranja se endulzaba.

-Kageyama... Creo que me está empezando a gustar alguien.- Dijo el más bajo.

Tobio podía jurar que su presión arterial bajó

-Es muy diferente a como suelen ser las personas que me gustan.- Continuó Hinata.
-Tiene ojos azules y bonitos y su cabello es negro y lacio. También le gusta el volley como a mi y siempre practica conmigo.-
Kageyama se empezó a sonrojar.

¡¿Lo estaba describiendo a él?!

-Me enojé con Atsumu-San porque estaba haciendo todo lo que hacía para molestar... A la persona que me gusta.-

Kageyama murió ahí.

-¿Quieres... Que intentemos salir?- Continuó el pelirrojo, volteando a ver al menor que estaba con la cara completamente roja. Asintió frenéticamente ante la pregunta del mayor.

Hinata sonrió y abrazó a Kageyama del brazo antes de dejarle un pequeño beso en la mejilla.

.
.
.
.
.

-¿Puedes decirle al Alfa de las flores que ya no me mande nada?- Preguntó el más bajo. Ambos caminaban de vuelta a su habitación sujetos de la mano.
-Ah. Soy yo.- Le respondió, evitando la mirada de Hinata con la cara ruborizada.
-¡¿Qué?!-
-¡¿No lo sabías?!-
-¡No!-
-¡Toda la escuela lo sabe!-
-¡Pues yo no sabía!-

.
.
.
.
.

Fin.★★

El Pequeño (Gran) Crush de Kageyama {Kagehina Omegaverse} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora