Kageyama había sido castigado apenas sus padres vieron su celular con la pantalla estrellada. Por lo mismo, en todo el fin de semana no habló ni una vez con Hinata.
Realmente no importaba, Hinata tenía mil amigos y conocidos.El lunes, llevaba unos dulces que había comprado apenas para él, encontrando a Hinata ahí, esperando poder cruzar con su bicicleta.
El Omega de pelos alborotados no llevaba su uniforme y su bolso se veía particularmente ligero.Tobio se acercó a él y lo tomó del hombro, provocando un pequeño salto en Shoyo.
-¡Hola, Kageyama!- Saludó el pelirrojo, con su radiante sonrisa.
-¿Por qué no traes tu uniforme?-
-¿No leíste mi mensaje? ¡Les dije que solo vengo a entregar unos proyectos! Después me regreso a mi casa.- Le dijo a Kageyama.
-Me castigaron mi teléfono.-
-¿Por?-
-Pasaron... Cosas.- Dijo evitando el hecho de que él mismo había hecho trizas su teléfono en un arranque de celos.
-Bueno, ¿Por qué no vas a venir?- Le preguntó evitando el anterior tema de conversación y, ciertamente, curioso por la situación.El rostro del Omega se sonrojó, y antes de empezar a caminar, se acercó a la oreja de Kageyama.
-Esta semana es mi celo.- Le dijo con vergüenza, Kageyama se sonrojó violentamente y asintió. Ambos empezaron a caminar, Hinata sosteniendo el manubrio de su bicicleta.Llevaba un tiempo de conocer a Shoyo, sabía que en su caso particular su celo era cada dos meses y duraba cinco días, aunque había Omegas que les llegaba cada un mes y duraban, a veces, hasta diez días.
Shoyo decía que ganó la lotería genética por ello.
Aunque le quitó la estatura a cambio.
-Solo voy a dejar las cosas y me voy a casa.-
-¿Quieres que te acompañe?- Le dijo sin pensarlo mucho, dándose cuenta de la propuesta hecha segundos después, haciendo que el sonrojo de su rostro se esparciera por el resto de su persona, llegando hasta sus orejas.-¡Es- Es que si ya va a ser tu celo, debes oler mucho a feromonas!- Le dijo lleno de vergüenza, la sonrisa de Hinata se ensanchó en su rostro y asintió frenéticamente.
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.El Karasuno era muy permisivo en casos como el celo de los Omegas, y con Hinata no eran una excepción, así que cuando dejó las cosas en la dirección, le pidió al director que Kageyama lo escoltara a su casa, permitiendo que entrara en la segunda hora, el Beta aceptó y ambos adolescentes agradecieron su amabilidad con una reverencia perfecta de 90 grados.
Kageyama sostenía la bicicleta de Hinata mientras subían la colina, el aroma a mandarina de Shoyo era mucho más fuerte ahora y agradecía ser él quien lo acompañará. Si fuese alguien más, le preocuparía en demasía.
Ya frente a la puerta, Kageyama extendió su mano a Shoyo, dejando los dulces que había llevado ese día.-Te vendré a ver mañana.- Le dijo seriamente.
-Gracias, Kageyama... Y dale las gracias al Alfa que siempre me da éstas cosas.- Le sonrió con ternura. El sonrojo en las mejillas del más bajo se intensificó, el celo de Hinata empezaba a manifestarse, probablemente por las fuertes feromonas de un Alfa dominante frente a él.-Esto es de mi parte. Come algo dulce mientras descanses.- Tobio dió un paso atrás al sentir el aroma de Hinata inundar su nariz. Cómo si por arte de magia fuera, la señora Hinata abrió la puerta.
-¡Shoyo, entra ya!- Lo tomó del brazo y lo llevó a su cuarto a empujones torpes. Luego, volvió a dirigirse a la puerta.-Muchas gracias por traerlo, Kageyama. Su celo empieza en unas horas, le dije que yo llevaría sus trabajos a la escuela, pero insistió en hacerlo él.- Se inclinó la mujer. Kageyama solo asintió.
-Mañana le traeré algunas cosas. ¿Se las puedo dar a usted?- Trató de ser lo más cordial y respetuoso con la Beta, la mujer asintió.
-Claro, Kageyama. Shoyo es muy afortunado de tener a alguien tan bueno como tú.- Le sonrió, Kageyama se sonrojó bastante por la declaración de la mayor.A punto de irse, la mujer se acercó a él cuidadosamente.
-Sigue dándolo todo. A mí hijo también le vas a gustar, estoy segura.- Le susurró, causando un sonrojo aún más fuerte en su cara.
-Gracias, señora Hinata.- Le dijo amablemente.
-¡Ay! Llámame Inko, aún es muy pronto para que me digas suegra, eh.- Le sonrió.Sabía ya de dónde Hinata había sacado esa personalidad tan animada y juguetona .
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.En todo el día, sus compañeros estuvieron susurrando a sus espaldas acerca de su aroma a Omega. No se había cambiado y había ido a la casa de Hinata, así que naturalmente, el aroma del Omega en celo se impregnó en su ropa.
Estaba terriblemente avergonzado, ¡Ahora todos iban a decir que eran novios!
Bueno, eso era algo positivo a la larga, pero, ¿Y si a Hinata no le gustaba que los emparejaran? ¡¿Qué tal si le dejaba de hablar por eso?! ¡No lo soportaría!
Así que apenas pudo, apenas tuvo la oportunidad, se quitó el uniforme, aunque pasará todo el día con los shorts del equipo de volleyball, no dejaría que siguieran recalcando el aroma de Hinata en su ropa, ¡No, no!
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.Recostado en su cama, Hinata Shoyo se cubría la cara con las cobijas, viendo los dulces que Tobio había llevado para él. Acercó su manita temblorosa y jugueteó con el dulce.
Una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo, solo se cubrió más con las cobijas mientras curvaba los pies.
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.Así como dijo, Kageyama fue el día siguiente. Y al siguiente. Y al siguiente.
Durante todo el celo del pelirrojo, no dejó de ir a darle cosas. A veces llevaba bollos de carne para él, a veces llevaba refrescos, a veces llevaba dulces.
Pero jamás fue con las manos vacías. A recomendación de Miwa, les pegaba una notita con su nombre y una dedicatoria.Yachi las escribía, la letra de Kageyama era horrible y sabía que Shoyo no la entendería.
Al lunes siguiente, Hinata regresó a clases, más radiante, más lindo que de costumbre.
Eso era normal, el celo de un Omega les servía para reproducirse y para recuperarse. Si tenían intimidad, era normal que regresaran luciendo igual, pero cuando no, al su cuerpo estar en un constante tiempo de recuperación sin desgaste, regresaban luciendo más lindos.
Kageyama notó que la piel de Hinata se vía brillante, si cabello se veía esponjoso, sus labios más rosas, sus pestañas más largas y sus ojos más brillantes.
-Te ves bonito.- Le dijo al mayor.Todos los del equipo lo escucharon y Tsukishima no desaprovechó la oportunidad de burlarse de ellos.
-Kageyama, ¿Te gusta tanto Hinata que ya están coqueteando en plena práctica? Atrevido.- El mencionado se sonrojó bastante y no se guardó nada antes de empezar a insultarlo.
Hinata, por su parte, solo se sonrojó bastante, tratando de ocultar su sonrojo con su mano.
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.Hola ʕ·ᴥ·ʔ
Perdón por no actualizar la semana pasada, la escuela me consume (。•́︿•̀。)
Pero ajá, ¿ustedes creen que a Hinata le está empezando a gustar Kageyama? (●’3)♡(ε'●)
Está historia va a ser muy cortita, como diez y doce episodios jeje (•ө•)♡
Bye uwu
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El Pequeño (Gran) Crush de Kageyama {Kagehina Omegaverse}
Fanfic{ABO/ Omegaverse AU} {Cambios en la personalidad -sutiles-} . . . Kageyama Tobio, un Alfa de 16 años, había decidido lo que quería en su vida: una gran carrera en el mundo del volleyball, y nada ni nadie iba a interponerse. Ni siquiera ese bonito O...