El comportamiento de Jeon le pareció extraño al Omega, por lo visto aún quedaban facetas de su personalidad que no había experimentado aún, y por muy extraño que fuese algo dentro de el quería conocer, experimentar y tener cada una de ellas.
Llegar a su casa fue bastante rápido, no vivía afortunadamente tan lejos de la empresa, lo que era un alivio para Jimin.
Al entrar a su casa, su hermano, Hyunjin sentado en el sofá, ya lo esperaba... Con una enorme pizza, cervezas, y la TV encendida, tenían mucho de que hablar.
[...]
POV Jimin
Y la esperada cena con el famoso Hoseok había llegado. Era algo que habíamos planeado dos días atrás con mi hermano, había que conocer al nuevo integrante de la familia.
—Hola, tenemos una mesa reservada a nombre de Hoseok— habló Hyun a la persona que nos recibió en la entrada del restaurante.
El señor nos llevó entre un camino de mesas hermosas, el ambiente era exquisito como el olor de la comida en el lugar.
Cuando estuvimos enfrente del lugar mi sorpresa no fue disimulada, el restaurante era muy famoso y costaba mucho conseguir reserva.
¿Cómo lo sé?, Lo había hecho un par de veces para Jungkook.
Mientras avanzamos el lugar el nombre del chico se repetía en bucle en mi mente, por alguna razón se me hacía conocido.
Ya en la mesa un chico de cabellos rojos esperaba, el mismo se levantó dando un beso a mi hermano y extendiendo me la mano a mí, en forma de saludo.
—Hola, tú debes ser Hoseok— afirmé.
— Sí, hola mucho gusto— sonrió nervioso haciendo una gran inclinación — sí que se parecen, mi amor aquí — señaló a Hyunjin — me ha ablandado mucho de usted.
—Por favor no seas formal conmigo— le dije moviendo las manos —me hace parecer un viejo, mejor dime Hyung, de todas formas soy mayor que tú por algunos años.
[...]
La cena iba por lo que cabía, bastante bien, risas y pequeñas historias llenaban el lugar que ocupábamos, creando un ambiente bastante agradable para todos.
Ssmmm smmmm
Ese fue mi teléfono sonando a media plática.
Con un disimulado movimiento lo agarré leyendo la palabra que reinaba en la pantalla.
»Jefe«
Demasiado perfecto caminaba todo, ya sabía que podría mejorar más.
—Idiota, respóndele, anda, no lo agas esperar.
»Hola jefe, que necesita «
Al final conteste.
“Quiero que vengas a mi oficina, necesito darte unos documentos para la reunión del lunes”
Oh, bueno...
»Lo siento, señor Jeon pe...«
“No hay peros, Park, la reunión es muy importante y requieren de esos papeles, lo espero en mi oficina... Ahora.
¿Me colgó…?
Genial, perfecto, gran...
—Vamos tonto, apresúrate.
Grandioso
[...]
Llendo nuevamente a la mesa — me había levantado y alejado un poco para más privacidad— me disculpé con mi hermano y su novio, despidiéndome de ellos.
Les expliqué por educación, a lo que inmediatamente decidieron dejarme en el lugar al que iría, Hoseok traía su auto, por lo que después de dejarme en la empresa me dejaría en mi casa y se iría luego con Hyunjin a la del mismo.
No me negué, a esta hora un taxi era difícil de conseguir, solo me tocaba agradecer por el gesto y salir del lugar.
[...]
Jeon. Pov
Ver a Park últimamente se estaba convirtiendo en algo necesitado, algo poco controlable, sí... Eso.
Después de la llamada para los supuestos documentos que aparentemente era necesario que el tuviera, el ruido de un auto me hizo levantar de mi escritorio y mirar a través de las enormes ventanas.
Al inicio lo reconsideré muchísimo, era muy tarde y hablarle a Jimin después de lo que había pasado noches atrás para algo así me molestaba un poco, saber que por un capricho de mi lobo llamar a un Omega solo porque el maldito quiere verlo, no me sentaba muy bien, nuca en la vida había sido el primero en buscar, extrañar y menos necesitar a alguien, por lo que esto era un poco ajeno a mí.
Cómo dije me sentía un poco mal por molestarlo, lo que se esfumó en el instante en el que lo vi bajar de un lujoso auto deportivo, yo conocía ese vehículo... Lunas.
Algo me pico en el pecho, pero lo ignoré grandemente, de seguro había cientos de autos iguales, no podía ser el mismo, no.
Pero para mi mala suerte, del mismo, detrás de Park, salió Hoseok... Mi hermano.
[...]
Decir que no estaba que hervía sería estar mintiendo grandemente, Jimin y mi hermano... juntos en un pequeño y reducido espacio... tarde en la noche... esto era una mierda.
Sentí el sonido del elevador y esperé en mi oficina a que el susodicho llegara, guardé la calma y esperé al rubio, el saber que no podría exigirle explicaciones me hacía reconsiderar bastante la idea de arrancarme los pelos e ir y sacarle los ojos a Hoseok, después de haberle cortado las manos y por supuesto, su querido boleto a la paternidad.
El sonido de pequeños golpes en la puerta me obligó a reaccionar, por lo que volví a sentarme detrás del enorme escritorio y con la mejor voz que pude, le di el permiso para que entrara.
[...]
— Jefe...
Jimin quería hablar, realmente quería continuar, pero el hecho de que Jeon estuviera ahí, sentado despreocupadamente con su postura de “soy el jefe y me vale mierda tu opinión” lo dejó un poquito desamparado totalmente de lo que se llama pensar coherentemente, por si fuera poco su aroma estaba por absolutamente todo el lugar, impregnado en cada minúscula cosa que ahí había, y si lo pensaba claramente era algo normal, el mayor pasaba 24/7 en su oficina, era algo esperado.
Lo que lo confundió fue el no haberlo notado de ese modo antes, claramente lo había sentido, pero ahora, ahora era más fuerte, más remarcado, más... había algo diferente en el.
— Toma— le extendió una carpeta— esos son los documentos, revísalos y arregla cualquier posible error, no me ha dado tiempo, aún tengo otras cosas que hacer.
Sí, definitivamente había algo diferente en el y eso alerto al Omega inmediatamente.
— E-está bien, si no necesita más me retiro.
—...
El que Jimin se sintiera intimidado... no, no era intimidación exactamente, más bien... Sumisión en ese momento no fue muy grato para él, después de salir serró la puerta a sus espaldas y camino rápidamente hacia afuera, necesitaba respirar, sentía como si se ahogara en las feromonas del alfa, realmente lucia enorme y por un momento se había exigido considerablemente.
No fue hasta que llegó al auto de su cuñado, que al agarrar la manilla de la puerta noto que sus pequeñas manos... Estaban temblando.