MONSTERS (ADAPTACIÓN- TRADUCCIÓN)

PARTE 12

Al día siguiente, Yulia no está en la escuela y Lena finge que no se da cuenta.

Cuando sale de su clase de física para encontrar a Pavel esperando pacientemente junto a su casillero, deja que su ceño fruncido se transforme en una pequeña sonrisa. También podría aprovechar al máximo la amabilidad del chico.

—¡Oye! ¿Estás lista?

Lena asiente y sigue al chico hasta su auto. Cuando llegan al centro comercial, Pavel les compra un helado y se sientan en un banco frente a una fuente.

Las primeras personas a las que Lena se fija son una pareja de ancianos que caminan lentamente de la mano, agarrándose el uno al otro como si sus vidas dependieran de ello. Pavel sigue su línea de visión y hace un comentario con el que Lena no podría estar más de acuerdo.

—El amor es una cosa loca, ¿no?

—Siento que, si "el amor" fuera una persona, estaría en prisión —. Lena asiente lentamente.

—¿Por qué dices eso?

—El amor sería un asesino y un ladrón. Entraría a tu casa mientras duermes y movería todas tus cosas para que no sepas dónde está nada cuando te despiertes; nunca tomaría nada más que la familiaridad de una vida que una vez conociste y nunca podrás volver a conocer.

—¿A quién mataría?

—A todos.

—Quieres ser escritora—. Pavel dice esto como si lo supiera a ciencia cierta.

—¿Eso es obvio? — Lena se ríe entre dientes después de salir del trance en el que se encontraba.

El chico se encoge de hombros y niega con la cabeza.

—Tienes una manera hermosa con las palabras. Algo así no debería desperdiciarse.

—Es bastante difícil hacer una carrera.

—Siento que nada es imposible para alguien que puede hablarlo tan bien.

Los ojos de Lena se suavizan cuando ve el ligero cambio en el comportamiento de Pavel. Ahora habla en serio, así que ella le hace una pregunta para mantenerlo interesado.

—¿Qué quieres decir?

—La gente vive para sentir. Las palabras dan vida a las experiencias, los deseos y los recuerdos. Hacen que todo lo que fue y todo lo que podría ser sea real. Cualquiera que pueda hacer eso marcará la diferencia, de una u otra forma.

Lena siente ternura por Pavel en este momento, y aunque sus palabras la hacen pensar en Yulia un millón de veces y en cómo le gustaría poder explicarle claramente cómo se siente su corazón, estaría eternamente agradecida de mantener a Pavel como un amigo.

—¿Tú también quieres ser escritor?

—Quiero ser cantante. — Pavel se ríe y se frota la nuca tímidamente.

—¿De verdad?

Pavel empuja suavemente el hombro de Lena y se ríe de su expresión de incredulidad.

—¡Oye! ¡Podría pasar!

—No te olvides de mí cuando seas famoso—. Levanta las manos como si no lo dudara.

—No haría eso.

Cuando Pavel la deja en casa, se siente más liviana que en todo el día. Ve la franela de Yulia en la silla de su escritorio y agarra su teléfono, dejando de lado la precaución y lanzando su pregunta al vacío.

>¿Dónde estuviste hoy?

<Estoy enferma

>¿Cómo te enfermaste?