PARTE 17

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—¿Qué quieres que haga qué?

—Hay una persona a la que quiero invitar al baile y necesito que me ayudes con los preparativos.

—Pero es hasta dentro de un mes.

—La primera persona que invita a alguien lleva ventaja. Ponte en ello, chica.

Yulia, aunque confusa y ligeramente contrariada, se deja arrastrar de la muñeca hasta un aula vacía una vez terminan las clases.

El día anterior había sido, por decirlo de un modo sencillo -por trillado que sea-, mágico.

Se había marchado de casa de Lena con un dulce beso y la promesa de reunirse temprano a la mañana siguiente, y así lo hicieron, intercambiando miradas y suaves sonrisas. La clase de física había sido un torrente de tímidos contactos oculares y risitas nerviosas: Lena había soltado tantos chistes que había asombrado a Yulia, que nunca se había dado cuenta de lo tonta que era la pelirroja ni de lo mucho que la querría por ello.

Ambas chicas se habían prometid, justo antes de que sonara la campana, que esperarían pacientemente hasta su cita del sábado para volver a salir. Y aunque será difícil estar alejadas la una de la otra durante veinticuatro horas, saben que encontrarán la manera de arreglárselas.

—Así que estaba pensando en pintar alguna frase cursi en esta pancarta y pedírselo delante de toda la cafetería.

Oh cierto, ella estaba con Irina ahora mismo. Es tan fácil perderse en su cabeza cuando está pensando en Lena.

La chica la había arrastrado a un aula vacía, iluminada sólo por la luz del sol que entraba por las ventanas abiertas. Si agudizaba el oído lo suficiente, podía oír el rugido de los motores y cómo salían del aparcamiento. Pronto ella haría lo mismo.

—Un movimiento muy valiente.

—¿Quién podría resistirse a esto? — Irina se revuelve el pelo con arrogancia.

—Cualquiera, en realidad.

Yulia se apoya en la mesa del profesor y no pierde de vista la forma en que Irina manosea la pancarta con la que está intentando trabajar.

—Por favor, habrías salido conmigo si te lo hubiera pedido.

—Tal vez, si no fuera por...

—Lena. —La chica interrumpe con complicidad.

Yulia se encoge de hombros, pero no puede evitar pensar en su próxima cita con Lena.

Después de un momento de silencio, Irina discretamente enviando un mensaje de texto a una muy impaciente Nadya, Yulia habla de nuevo.

—Entonces, ¿Quién es la persona afortunada?

Irina sonríe.

—¿Te gustaría saber?


...


—No.

—¡Pero, Len!

—No va a pasar.

Nadya hace un mohín tan fuerte que siente que se le van a caer los labios.

Todo lo que Lena hace es poner los ojos en blanco.

—Le pregunté a Katya, porque sabía que me romperías el corazón como lo estás haciendo ahora, y me dijo que no podía porque tenía que hacer algo después de clase.

Nadya se pone físicamente de rodillas delante de su mejor amiga y Lena intenta frenéticamente levantarla, maldiciéndola en voz baja.

—¡Vale! De acuerdo. Pero no quiero tener que ser tu cámara nunca más, ¿vale?.

MONSTERS (ADAPTACIÓN- TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora