—Buenos días —saludó Jeno, sorbiendo su café.
Ya estaba vestido para el trabajo, con un pantalón gris y una camisa blanca que se veía obscenamente bien contra su piel. Renjun apartó los ojos y se sentó a la mesa.
—Buenos días —devolvió el saludo tratando de actuar de manera normal.
Le había prometido a Jeno que no se haría ilusiones y no quería ser un mentiroso; ellos habían follado, Jeno lo había follado. A la luz del día, parecía surrealista, y si no hubiese estado un poco dolorido, hubiese pensado que todo había sido un sueño.
—Llegaré a casa tarde esta noche —dijo Jeno. Los ojos de Renjun se dirigieron hacia él.
—¿Por qué?
Jeno hizo una mueca leve.
—Tengo una cita con Dong Sicheng.
Renjun sintió que se le encogía el estómago.
—¿Ya? —preguntó débilmente. —Ha ido demasiado rápido.
—Mi primo Taeyong lo arregló, en realidad —Jeno tomó otro sorbo de su taza. —Es el mejor amigo de Sicheng, ni siquiera tuve que pedirle que lo hiciera. Aparentemente Taeyong cree que Sicheng necesita distracción después de su secuestro.
—Es extraño —murmuró Renjun. —Acordar una cita sólo un mes después de una experiencia tan traumática.
Jeno asintió.
—Parece un poco extraño.
—¿Podría ser una trampa?
—Es poco probable, Taeyong es un buen chico, uno de mis mejores parientes, en realidad; parece estar verdaderamente preocupado por su amigo. Estoy empezando a pensar que está esperando que se quite de la mente de Sicheng algo o alguien.
Renjun lo miró con curiosidad.
—¿Qué quieres decir?
Jeno se encogió de hombros.
—Es solo una corazonada, podría estar equivocado.
—¡Vamos, dímelo de todos modos! —dijo Renjun, dándole a Jeno sus mejores ojos de cachorro.
Estaba un poco sorprendido de lo fácil que era actuar normal, burlarse de Jeno y ser un mocoso; no sentía nada diferente por Jeno ahora que habían follado, tal vez estaba un poco más consciente de él físicamente, pero como siempre había sido extremadamente consciente del cuerpo de Jeno, no era nada inusual. Renjun estaba seguro de que era una buena señal de que nada había cambiado para él.
No puedes caer más profundo si ya estás en el fondo, dijo una voz vacilante en el fondo de su mente. Renjun la ignoró.
Jeno suspiró, sonando hastiado pero cariñoso.
—Dong Sicheng prefiere un tipo de hombres, parece tener un poco de debilidad por los imbéciles, especialmente cuando son altos, intimidantes y mayores que él. Si realmente fue secuestrado por Jeong Jaehyun, no es imposible que haya desarrollado algo por Jeong, el tipo encaja perfectamente en el estilo de Sicheng.
—Entonces tú... —pensó Renjun tristemente; en voz alta, dijo. —Pensé que Sicheng estaba buscando una relación seria y comprometida.
Jeno lo miró por encima del borde de su taza.
—No es exactamente raro pensar con tu pene en el calor del momento y hacer cosas que no debes hacer.
Sus ojos se encontraron y se sostuvieron, la mirada de Jeno firme y seria; el estómago de Renjun se desplomó.
