𝑪. 11

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❛◌*̥₊
𝒞AP. 11
𝐂𝐀𝐋𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐂𝐎𝐍 𝐔𝐍
𝐁𝐄𝐒𝐎

(Preparen musiquita dependiendo de la situación, mientras transcurre el cap)

— PUTA MADRE — gritó Gustav, asustado, al ver cómo una niña endemoniada salía de la nada en la pantalla.

— ¡CÁLLATE, GUSTAV! — se quejó Georg, tirándole palomitas en la cara.

Veíamos películas desde hace horas, los chicos no se aburrían, al parecer amaban las películas de terror, mientras yo, aparte de estar aterrorizada, también me estaba muriendo de sueño. El reloj apuntaba las 12:13, y yo ya no podía más. Tenía horario de bebé.

Mi cabeza estaba a recostada en el hombro de Bill, pero este brincaba cada dos segundos, así sin poder dormir ni un poco.

Tom lucia divertido, sus gritos eran graciosos, al igual que su risa, era contagiosa, pero la de Bill, literalmente se desinflaba cada que reía.

No me sentía preocupada de que mi madre llegara en cualquier momento, tenía la casa sola hasta unos días.

La compañía de los chicos me hacía feliz, llenaba un poco el vacío en mi pecho, me complementaba.

— ¡QUÍTENLA, QUITEN LA PELÍCULA! — volvió a gritar Gustav, cubriéndose los ojos, exagerando.

— Como jodes, Gustav. — Dijo Georg, dándole un golpe a este. Empezaron a golpearse.

— No puedo creer cómo gaste cien dólares en ustedes, la verdad. — dijo Tom, y tomó el control, cambio de canal a uno infantil.
— ¿Te gusta, Gustav? — pregunto irónico.

— Bueno, no está mal. — se acomodo en el sillón, y empezó ver el programa.

Bill bufó. Volteo a mirarme, y yo estaba mirando aquel programa infantil de osos humanizados, mientras seguía a recostada en su hombro.

— ¿Es en serio? Te estabas durmiendo con una película de terror buenísima, ¿y ahora estás viendo esto? — río.

— Es entretenido, lo juro. — me justifique, y el rió de mi.

Algo me hizo recordar que tenía el puto examen de matemáticas al día siguiente. Tenía que estudiar, sin importar la hora que sea. Sin importa que ahora estaba viendo un programa infantil.

Mierda, eso me pasaba por dejar todo a última hora.

Me levante del hombro de Bill,y me desarropé.

— ¿A donde vas, Kris? — escuché a Gustav, este comía algunos caramelos masticables, mientras tenía a Georg golpeando con sus pies la espalda de el rubio.

— Iré a revisar algo en mi cuarto. — mentí. Sabia que si decía la verdad, estos no me dejarían ir a estudiar, y mucho menos en un momento así.

— No tardes. Veremos Scream 6. — dijo Bill, emocionado. — Cuando estos tarados terminen de ver ositos cariñositos. — rodó los ojos.

Ahora Georg y Gustav parecían estar muy concentrados en la pantalla.

Me reí, y retrocedí. Camine a mi cuarto, cerré la puerta; prendí una pequeña lámpara de luz cálida, la cual ofrecía poca iluminación.

she's mine   ━━━ tom kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora