٬ 🌙 ․⠀Midnights. ˚ . ✦ (Hyunlix) [Swiftfic]

07. Pregunta...?

El sol se ocultaba en el horizonte, tiñendo el cielo de un naranja brillante mientras la pequeña ciudad se sumergía en la quietud de la noche. En las calles adoquinadas, las luces parpadeantes de los faroles comenzaron a encenderse, creando un ambiente mágico y nostálgico.
Felix caminaba por el jardín de su casa con una mirada perdida en sus ojos. Estaba parado entre la hierba para reflexionar sobre las incógnitas de su vida, era lo único que hacía los últimos días. Sus pensamientos se enredaron en un mar de preguntas sin respuesta. Se preguntaba qué le deparaba el futuro, si había tomado las decisiones correctas en su pasado y si algún día Hyunjin lo perdonaría. Había intentado contactarlo de mil maneras, pero parecía haber desaparecido de la tierra. Mientras se perdía en sus cavilaciones, un suave viento sopló, llevándose consigo los suspiros de sus interrogantes al infinito. Fue entonces cuando una figura misteriosa se acercó al chico desde la penumbra, capturando su atención.
Su vecino se acercaba desde el jardín de al lado con ojos penetrantes que parecían conocer todos los secretos del universo. Su sonrisa era cálida y enigmática a la vez, y su voz resonaba con una melodía que parecía haber sido compuesta por los susurros del viento.
Sin pronunciar palabra alguna, el hombre se sentó junto a Felix en el banco de piedra. Observó el cielo estrellado por un instante antes de romper el silencio.

-La vida está llena de preguntas, ¿no es así? -dijo el muchacho, su voz envolviendo al rubio como una manta reconfortante. -Pero las respuestas a menudo se encuentran en los lugares más inesperados. Sé lo que ocurrió con tu prometido, tal vez deberías dejar de buscar el amor en otros y enfocarte en tí mismo para poder amar correctamente a los demás.
Lix asintió, intrigado por sus palabras. En ese momento, sintió como si el destino hubiera conspirado para que sus caminos se cruzaran en aquel lugar.

-Gracias... ¿Cómo es tu nombre? -Preguntó Felix algo intrigado, al parecer su vecino era nuevo.

-Soy Seungmin.

Seungmin continuó hablando, compartiendo historias de encuentros fortuitos, de amores perdidos y encontrados, de decisiones que cambiaron destinos. El rubio escuchaba con atención, absorbiendo cada palabra como si fueran píldoras de sabiduría que nutrían su alma.

-Puede que no sepamos qué nos depara el futuro, pero cada elección que hacemos nos lleva más cerca de lo que realmente anhelamos. -dijo el de cabello rosado con su voz serena.- La clave está en escuchar nuestro corazón y permitirnos ser guiados por nuestros sueños.
Las palabras resonaron en lo más profundo de Felix, despertando una chispa de esperanza en su interior. A medida que la conversación continuaba, el muchacho comenzó a comprender que las respuestas que buscaba estaban dentro de él mismo. Solo tenía que tener fe en su intuición y permitir que la vida se desplegara en su propio ritmo.

Cuando Seungmin tuvo que volver a su casa, Lix sintió una extraña mezcla de gratitud y nostalgia. Se dio cuenta de que este encuentro fugaz era un regalo del destino, a lo mejor podría comenzar una amistad con aquel vecino y tener algo más que hacer en su vida. Se quedó sentado en el piso, dejando que las palabras resonaran en su mente. El susurro del viento parecía llevar consigo un mensaje, una melodía que la invitaba a explorar nuevos horizontes y a abrazar las oportunidades que la vida le presentaba. Decidió levantarse y entrar a su hogar de igual forma. Caminaría con pasos decididos y llenos de determinación, confiando en que cada paso la acercaría a su verdadero propósito.

A partir de ese momento, Lix se comprometió a escuchar a su corazón, a dejarse llevar por la intuición y a no temerle a las incertidumbres del camino. Sabía que habría momentos difíciles y preguntas sin respuesta, pero también había descubierto que dentro de él residía la fuerza para superar cualquier obstáculo. La noche envolvió el lugar con su manto estrellado mientras se adentraba en la oscuridad con una sonrisa en el rostro. Ya no buscaba respuestas con desesperación, sino que disfrutaba de la emoción de lo desconocido. Cada paso que daba estaba lleno de esperanza y la certeza de que el destino la llevaría hacia su propia felicidad. La canción de la noche se entrelazaba con sus sueños, y con cada latido de su corazón, se aferraba a la certeza de que las respuestas vendrían en su momento, en el momento adecuado.

Así, con un corazón abierto y un espíritu valiente, Felix se adentró en la noche, listo para enfrentar los desafíos y las maravillas que le esperaban en su camino. Aunque las preguntas seguían allí, ahora las abrazaba como parte de su viaje, confiando en que, al final, encontraría las respuestas que buscaba y descubriría la belleza de su propia historia. No sabía qué deparaba el futuro, pero estaba seguro de que estaba lista para enfrentarlo, con el corazón lleno de preguntas y la certeza de que encontraría sus propias respuestas en el camino.