02. Granate

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¿Cómo se conocieron los jóvenes amantes?

Hyunjin caminaba a paso lento con ciertos aires de notable timidez por las luminosas calles de Nueva York. Hacía muy poco tiempo que se habría mudado de su país natal a Estados Unidos para estudiar la carrera que deseaba.
Ahora mismo estaba llegando a la fiesta disfrazada de reunión elegante para darle la bienvenida a los estudiantes de intercambio universitario. Sus pies se movían de forma lenta, cualquiera que pudiera apreciar la belleza de ese chico podría imaginar que modelaba cada vez que daba un paso. Llevaba puesto un traje color granate que contrastaba con su pálida tez, lograba robarse las miradas de absolutamente todos a penas llegando a la entrada de aquel lujoso salón.
Lo cierto es que ser becado en una universidad de gente adinerada no era un trabajo fácil para aquel muchacho de cabello castaño, hacía su mayor esfuerzo para poder pasar desapercibido, pero su belleza física causaba que repentinamente todas las miradas se centraran en él.

Ni bien avanzó al esperado lugar, se adentró en lo que parecía ser la pista de baile. De forma sorpresiva chocó estruendosamente con un jóven rubio unos centímetros más bajo que él, manchando el costoso traje oscuro de aquel chico con la propia copa de vino que sostenía en su mano.

—Discúlpame, soy un inútil. —Soltó desanimado el de menos estatura.

Hyunjin pudo divisar que los ojos del rubio reflejaban tristeza y dolor, cómo si momentos antes hubiera dejado de llorar. Aquel chico se alejó fugazmente, perdiéndose entre toda la gente en cuestión de pocos segundos.
Pero eso no quedaría así, el castaño necesitaba encontrar al chico que captó su atención.
Un pequeño malestar lo invadió repentinamente ante la situación, ¿qué le ocurría?
Siguió el rastro que había dejado el llamativo jóven, las gotas de vino que yacían desparramadas por la mancha de vino de su traje le hicieron saber a Hyunjin que la persona que había captado su interés se encontraba encerrada en un baño. El llanto se escuchaba desde fuera del cubículo, era tan audible que ni la música lograba tapar los terribles lamentos.

—Uh, ¿Chico de cabello rubio, estás allí? Soy Hwang Hyunjin, el del traje color granate con quien chocaste accidentalmente hace algunos minutos.

Rápidamente la puerta se abrió de golpe prácticamente en su cara, dejando ver a un indefenso muchacho limpiando cualquier rastro de lágrimas que pudiera dejar al descubierto su debilidad.

—Buenas noches, soy Lee Felix. Lamento el incidente con la copa de vino, estoy medianamente idiotizado el día de hoy.

Hyunjin mentiría si dijera que no le sorprendió de forma leve el hecho de que usara términos tan formales para referirse a un igual, o mejor dicho, un inferior. Era de público conocimiento en aquella universidad que Hyunjin era becado, nadie lo trataba con respeto.
Negó suavemente con la cabeza, dándole a entender al adverso que no tenía la culpa de nada, dándole lugar a una sonrisa que se asomaba tranquilamente por su expresión.

—¿Necesitas algo más? —Preguntó Felix.

—Saber qué te ocurre. —Contestó Hyunjin.

—Pero ni siquiera me conoces. —Atacó.— Aún así, te agradezco la preocupación.

—Está bien, no hace falta que me cuentes si no lo deseas, pero por lo menos concédeme una pieza de baile esta noche. Captaste mi atención de forma impresionante, no puedo irme de aquí sin bailar contigo.

Luego de aquel dicho por parte del castaño, todo quedó en silencio. Los pensamientos invadieron la mente de Hyunjin, pues claro, ¿Quién bailaría con el pobre becado?

—Créeme que también captaste mi atención desde que pisaste la entrada con ese traje granate, ven, vamos a divertinos un rato.

Le sonrió Felix con sus mejillas sonrojadas, un color escarlata precioso ante los ojos de Hyunjin. Ambos rojos, el granate y el escarlata, se dirigieron a la pista de baile juntos, enamorándose perdidamente de los movimientos al compás de la rítmica música que retumbaba por toda la ciudad.

Una noche mágica para ambos, donde solo podían ocuparse en la belleza existente de su otro.

Actualidad

Felix acomodó sus pies sobre el regazo de su amante mientras charlaban animadamente sobre el día en que se conocieron.
La mancha de vino nunca desapareció de su costoso traje, así como la marca que Hyunjin había dejado ese día en su corazón tampoco.

—¿Cómo terminamos así, mi vida? Se supone que seríamos sólo amigos. —Recordó nostalgicamente Hyunjin en tono de burla.

—Comencé a verte todos los días y jamás pude olvidarme del color granate de tu traje, mi amor. —Los dos rieron juntos, eran felices de forma muy simple. Se amaban más que nada.

—Ese traje granate que te conquistó, esas mejillas escarlata que me enamoraron. Los dos estuvimos teñidos de rojo esa noche, ¿crees que tuvo algo que ver con nuestra preciosa unión?

—No lo sé, pero si así fue, que nunca nos separe.

٬  🌙 ․⠀Midnights.  ˚ . ✦ (Hyunlix) [Swiftfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora