٬ 🌙 ․⠀Midnights. ˚ . ✦ (Hyunlix) [Swiftfic]

12. Nada dulce

Los reflejos de la luna se desvanecían en un horizonte oscuro. En medio de aquel paisaje idílico, dos almas se encontraban enredadas en un amor puro y verdadero. Juntos habían construido un refugio donde las promesas dulces se convertían en una historia deseable para cualquiera.
Habían aprendido a confiar el uno en el otro, a entregarse sin miedos ni reservas. Cada palabra que salía de sus labios estaba llena de ternura y amor incondicional. Sabían que eran afortunados, que habían encontrado algo único y especial en este vasto mundo. En las medias noches, cuando el tiempo parecía detenerse, se acurrucaban bajo la sombra de un antiguo roble plantado en su jardín. Ahí, entre risas y susurros, compartían sus sueños más profundos y se prometían el uno al otro un futuro lleno de aventuras y complicidad.

—Las palabras son como suspiros en el viento, pero nuestras promesas son eternas. —solía decir Felix mientras entrelazaba sus dedos con los de su amante. No necesitaban grandes gestos ni obsequios costosos para demostrarse su amor. Eran las pequeñas cosas, las miradas cómplices y los abrazos apretados, las que llenaban su corazón de felicidad.

Cada día era una oportunidad para crear nuevos recuerdos y fortalecer su vínculo. Juntos, exploraban el mundo y descubrían lugares mágicos que los llenaban de asombro. Se sumergían en océanos de risas y nadaban en las aguas cristalinas de la complicidad. Era como si el universo conspirara a su favor para mantenerlos unidos, para hacer de su amor una melodía que nunca dejaría de sonar. La confianza era el cimiento de su relación. Ambos sabían que podían contar el uno con el otro en los momentos más oscuros. Aunque el camino a veces se volvía pedregoso, sabían que su amor era suficientemente fuerte para superar cualquier obstáculo. Juntos, podían enfrentar cualquier tormenta y convertirla en fuertes rayos de sol.

—En tus brazos encuentro mi refugio, en tus ojos descubro mi paz. —murmuraba Hyunjin mientras acariciaba suavemente el cabello de su novio. Su amor era un lugar seguro donde ambos se sentían libres para ser ellos mismos, donde las cicatrices del pasado se desvanecían y solo existía el presente lleno de amor y felicidad.

En ese momento, mientras el sol se despedía en el horizonte y las estrellas comenzaban a brillar, se tomaron de las manos y caminaron juntos hacia un futuro lleno de esperanza. Unidos por un amor inquebrantable, sabían que su viaje sería infinito, lleno de aventuras y descubrimientos. Cada paso que daban de regreso al interior de su hogar les recordaba lo lejos que habían llegado juntos. Habían superado obstáculos y desafíos, fortaleciendo su vínculo con cada adversidad. No importaba qué tormentas pudieran surgir en el camino, sabían que podían enfrentarlas con valentía y apoyo mutuo.

A medida que avanzaban, construían una vida llena de sueños compartidos. Planificaban un hogar donde el amor se convertiría en la piedra angular, donde cada rincón estaría impregnado de risas, abrazos y complicidad. Juntos visualizaban un futuro en el que sus risas resonarían por cada habitación, donde la calidez de su amor envolvería a cada persona que cruzara su umbral. En su camino, también dejaban huellas de bondad y generosidad. Siempre dispuestos a ayudar a los demás, se convirtieron en un faro de esperanza para aquellos que necesitaban un poco de luz en sus vidas. Compartían su amor y felicidad con el mundo, creando un impacto positivo en cada corazón que tocaban.

A medida que el tiempo pasaba, su amor se profundizaba, creciendo como un jardín floreciente. Cada día encontraban nuevas formas de demostrarse su cariño y admiración. Desde pequeños gestos de ternura hasta grandes sacrificios, su compromiso era inquebrantable. Ellos sabían que, aunque el futuro pudiera ser incierto, siempre estarían juntos. Como dos almas entrelazadas en un baile eterno, se prometieron que nunca dejarían de luchar por su amor. Sabían que no existían barreras ni distancias que pudieran separarlos, porque su conexión trascendía cualquier límite.

Así, bajo la luz de la luna continuaron su camino. Su amor era como un faro en la oscuridad, guiándolos hacia un destino de felicidad y plenitud. Juntos, escribirían su propia historia, llena de versos dulces y promesas cumplidas.