٬ 🌙 ․⠀Midnights. ˚ . ✦ (Hyunlix) [Swiftfic]

08. Basura de vigilante

Felix observaba el paisaje desde la ventana de su habitación, perdida en sus pensamientos. Tomando una profunda respiración, Felix se dispuso a enfrentar su pasado y descubrir qué había llevado a Hyunjin a abandonarlo. No sabía qué encontraría ni a quién podría confiar, pero estaba decidido a averiguarlo.

Caminó en dirección a la casa de los padres de Hyunjin por las calles conocidas de su pasado, sintiendo una extraña mezcla de nostalgia y aprensión. Cada esquina parecía susurrarle secretos olvidados, mientras los recuerdos de aquellos días felices lo inundaban. Finalmente, llegó a aquel lugar que parecía estar abandonado, Felix asumió que se habían mudado hace tiempo, por lo tanto Hyunjin no estaría allí. Empujó la puerta entreabierta y entró, explorando cada habitación con cautela. Encontró viejas fotografías y cartas, testigos mudos de un tiempo en el que todo parecía más sencillo. Mientras buscaba algo que ni siquiera él sabía qué, descubrió un viejo diario escondido entre los objetos desordenados de la casa. Lo abrió con cuidado y comenzó a leer. Las palabras escritas en tinta desgastada revelaban la verdad, sobre las razones por las que había dejado todo atrás.
Las lágrimas llenaron los ojos de Felix mientras las palabras del diario le revelaban una verdad agridulce. Hyunjin había sido manipulado por su familia para dejarlo, y aquella pelea fue la gota que colmó el vaso.

Decidido a confrontar a aquellos que habían ocultado la verdad durante tanto tiempo, Lix abandonó la casa y se adentró en las sombras de la noche. Siguió las pistas que el diario había dejado, sabiendo la dirección de la casa actual de la familia Hwang.
La ciudad estaba sumida en la oscuridad, pero el rubio era una llama de determinación en medio de la noche. Enfrentandose a sus miedos más profundos y a los enemigos que habían conspirado en su contra. Su corazón latía con fuerza mientras avanzaba por callejones sombríos y callejones sin salida, sin detenerse ante los obstáculos que se interponían en su camino.

Finalmente, llegó a una casa en las afueras de la ciudad. Sabía que allí encontraría respuestas, pero también sabía que a lo mejor no serían las que esperaba escuchar.
Decidió tocar la puerta de el hogar, orando porque fuera Hyunjin el que abriera y no uno de sus padres.

—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó el castaño, su voz cargada de emociones encontradas al ver a Felix.

—Vine a descubrir la verdad —respondió Felix con determinación.— Descubrí el secreto que ocultaron durante tanto tiempo. No puedo seguir viviendo en la oscuridad, o sea, sin tí. Se que tu padre y tu hermana te están amenazando a tí y a tu madre, sé que ellos quieren mi dinero o de lo contrario no quieren que estés conmigo. Déjame sacarte de aquí, a tí y a la señorita Hwang, por favor.

Hyunjin bajó la mirada, lleno de remordimiento. —Lo siento, mi cielo. Fui utilizado como un peón en un juego que yo comencé. No sabía que mi amor por ti desencadenaría todo esto.

Las palabras del castaño resonaron en el aire, dejando un silencio tenso entre ellos. Lix se acercó lentamente a él, su mirada fija en sus ojos. —Ya no importa quién fue responsable de todo esto. —dijo el rubio suavemente.— Lo único que importa ahora es protegernos mutuamente y asegurarnos de que tú y tu madre estén a salvo.

Unidos por la adversidad y la redención, ambos chicos se enfrentaron a sus demonios pasados juntos. Juntos, juraron luchar contra la injusticia y desenmascarar a aquellos que habían conspirado en su contra. La noche se volvió testigo de su valentía mientras se enfrentaban a aquellas dos personas, poderosos y desentrañaban los hilos de una conspiración entrelazada con sus propias vidas. El pasado ya no podía controlarlos, pues habían encontrado la fuerza dentro de sí mismos para convertirse en los vigilantes que el mundo necesitaba, dispuestos a arriesgarlo todo por el amor que habían perdido una vez.

La señorita Hwang robó las llaves del Mercedes Benz de su marido. En ese momento Lix se dió cuenta de que Hyunjin nunca fue pobre, simplemente su padre se gastaba todos los ingresos de la familia. La mujer hizo las maletas con todas las pertenencias propias y de su hijo, aprovechando que su marido no se encontraba en casa y finalmente los tres se subieron al vehículo, escapando rápidamente de aquel infierno.