13. Mente maestra

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El sol se ocultaba en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos y dorados. Juntos, encontraron un banco vacío en medio del parque, un rincón donde podían descansar y disfrutar de la paz del atardecer. Se sentaron uno al lado del otro, sus cuerpos se acurrucaron en un abrazo reconfortante. Sus conversaciones fluyeron como ríos tranquilos, explorando los recovecos más profundos de sus pensamientos y sueños. Compartieron risas, confidencias y anhelos, nutriendo su conexión con cada palabra pronunciada. Eran dos almas en sintonía, encontrando consuelo en la compañía del otro.

En ese momento mágico, el mundo se desvaneció a su alrededor. No importaba el bullicio de la ciudad o las preocupaciones cotidianas, pues su amor era un refugio seguro, un lugar donde podían descansar y rejuvenecer sus espíritus cansados. En ese instante, eran dueños de su propio tiempo y espacio. El crepúsculo los envolvió en un halo de serenidad, y el aire vibraba con la música de su complicidad. Compartieron sus sueños más audaces, alentándose mutuamente a alcanzar las estrellas. No había límites para lo que podían lograr juntos, porque su amor era un faro de inspiración y valentía.

El anochecer les trajo la oportunidad de contemplar un cielo estrellado, lleno de promesas y posibilidades. Cada estrella era un recordatorio de que estaban destinados a brillar juntos, a crear un futuro lleno de dicha y plenitud. Con cada mirada, reafirmaron su compromiso de apoyarse mutuamente en todas las estaciones de la vida. El tiempo parecía detenerse mientras se abrazaban bajo la noche estrellada. Cada abrazo era un eco de amor, una prueba tangible de que habían encontrado su hogar en los brazos del otro. Juntos, eran invencibles, capaces de enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.

En la calma de la noche, caminaron de regreso a casa, sus manos aún entrelazadas. El camino parecía más corto, iluminado por su amor y la seguridad que sentían el uno con el otro. Sabían que el viaje no siempre sería fácil, pero tenían la certeza de que, como una pareja feliz, podrían superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. Y así, bajo la luna llena, se despidieron con un beso lleno de promesas. Sabían que al amanecer, comenzaría otro día lleno de aventuras y sorpresas. Pero no importaba lo que el futuro les deparara, porque estaban juntos, y eso era suficiente para seguir adelante con la certeza de que su amor era un lazo indestructible.

Mientras se adentraban en la noche, sus corazones latían al unísono, creando una melodía que solo ellos podían escuchar. Eran una pareja feliz, cuyas almas se habían encontrado en un mar de posibilidades infinitas. Y juntos, como maestros de sus propios destinos, escribirían una historia llena de amor, complicidad y felicidad. Cada día, despertaban con una sonrisa en los labios, conscientes de que tenían el regalo más preciado: el amor del otro. Se apoyaban en los momentos difíciles, celebraban los logros y encontraban la belleza en los detalles más simples de la vida. Su relación era un refugio de paz en un mundo lleno de caos y distracciones. Exploraron juntos lugares lejanos y cercanos, descubriendo nuevas culturas y abriendo sus mentes a la diversidad del mundo. Las risas y las conversaciones animadas eran la banda sonora de sus viajes, y cada aventura los acercaba aún más. La vida les brindaba oportunidades para crecer individualmente y como pareja, nutriendo su amor con cada experiencia vivida.

En los momentos de quietud, se sumergían en la lectura de libros, compartiendo sus descubrimientos y debatiendo ideas. Eran dos mentes afines, dispuestas a aprender el uno del otro y a expandir sus horizontes intelectuales. Cada conversación era un encuentro de almas, una sinfonía de conocimiento y respeto mutuo.

Con el tiempo, construyeron un hogar juntos, llenándolo de risas, complicidad y amor. Cada habitación tenía su toque personal, reflejando sus personalidades y sueños compartidos. Era un refugio seguro, donde podían ser ellos mismos sin reservas, donde los sueños tomaban forma y los proyectos se volvían realidad. Mientras la historia de su amor continuaba, se prometieron seguir siendo el apoyo incondicional del otro, el faro en medio de la tormenta. Se aferraron a la certeza de que su amor era eterno, una llama que nunca se extinguiría. Era una pareja feliz, cuyos corazones latían al unísono en perfecta armonía. En cada amanecer, se despertaban agradecidos por el regalo de tener al otro a su lado. Y mientras avanzaban juntos, enfrentando los desafíos y disfrutando de los momentos de felicidad, sabían que su historia de amor era verdadera, única y eterna.

—Amor, ¿Qué pasaría si te digo que soy una mente maestra? —Exclamó el rubio de la nada.— Que todo fue planeado, y que gracias a eso eres mío.

Hyunjin río con diversión, asintiendo. —Te creería. Eres muy inteligente, mi corazón.

Felix se consideraba a sí mismo un planificador maestro. Desde el momento en que conoció a su novio en aquella velada, había trazado meticulosamente el futuro de su relación en su mente. Cada paso, cada detalle estaba cuidadosamente diseñado para asegurarse de que su amor floreciera en un camino perfecto. Era un maestro en el arte de anticipar cada movimiento y prever cada eventualidad. Desde su primer encuentro, Felix había analizado cada palabra, cada gesto y cada mirada. Sabía que su novio era especial, y estaba decidido a convertirse en la persona que merecía. No dejaba nada al azar, cada aspecto de su relación era parte de un plan maestro que él había orquestado.

Desde las citas románticas hasta los regalos pensados, el rubio se aseguraba de que cada momento fuera inolvidable. Cada aniversario era una oportunidad para sorprender al castaño con gestos y detalles que demostraban su amor y dedicación. Los lugares a los que iban, las palabras que pronunciaba, incluso los pequeños gestos de afecto estaban cuidadosamente calculados para hacerlo sentir especial.
Todo se vino abajo por las adversidades que ocurrieron debido a la familia de Hyunjin, pero actualmente su plan para conquistar al amor de su vida volvió a las andadas.

٬  🌙 ․⠀Midnights.  ˚ . ✦ (Hyunlix) [Swiftfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora