¿A qué sabe la locura?No tengo idea peroestoy parcialmentesegura de que lasensación espróxima acomo me sientoyo ahora."Que importa siestás loco,las mejores personas lo están".¿Quién dijo esa basura?¿Han sufrido ellos de verdadera locura?¿Han quedado baradosacaso en el borde del abismode la paranoiasintiendo como las termitas del pensamientodevoran la carne desu cerebro?
¿Han sufrido acaso el dolorde los movimientosfrenéticos de sus ojostratando de encontrarleel sentido a la realidad?¿Se han, acaso, encerradoen sus cuevas llorandoen agonía ante la frustraciónde no entender sus propiasmentes, sus propias palabrassus propias acciones?A veces abro los ojosy estoy en mi habitación,otras, los abro y estoyen medio de la calle,no tengo idea de cómollegué ahí,cualquier registroexistente entre lastres horas de diferenciaque hay entre cada espaciofue completa y absolutamenteborrado y destruidode mi consciencia.
¿Qué si acaso mealegra estar así?No, y una mierda.Es frustrante,y agotador.A veces hay tantos pensamientos y palabras aquíarriba que elruido no me deja pensar con claridad.Es como si no estuvieraen ninguna parte.Por el ruido en micabeza no logroentender mi realidad,y por no entendermi realidad a penas y soy capazde saber en dóndeestoy.Estoy en casaEn la bibliotecaEn el patio que no tengoEn la calleEn mi habitaciónEn la duchaEn la cocinay nunca sé en qué momentome moví, o por qué iba a hacerlo.¡DETENGAN TODOQUE YA ESTOY HARTA!Ruido, música, palabras,pensamientos, hilachas,lluvia, sangre, piel rota,ojos irritados, nariz húmeda, viento frío, ventana abierta, escritorio, celular, audífonos,libreta, montonera de libros,portaminas endemoniados,manos adoloridas y unacabeza que ya no sabesi sigue ahí.ADIOS
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29 de abril
PuisiNo tiene nada de especial este día, no al menos que yo sepa. Está apagado, nublado, frío y sombrío. El viento está enfurecido, como si quisiera arrancar los techos. Yo sólo estoy en mi habitación de paredes blancas que combina con el grisáceo cielo...