Victoria

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Los días en los que tenía teoría del delito y derecho eran sus favoritos, y ese era uno de esos, amaba su carrera con todo su ser es por eso que peleó toda su vida por ello, luchó contra los peros que siempre se le pusieron, discutió cada que se daba la ocasión con su familia, le pedía apoyo al destino y se armaba de coraje para contestarle a su madre cada vez que le decía que no podía y no iba a estudiar eso, entrar a la carrera de criminalistica le costó tanto que a pesar de ser el sueño de su vida desde que tenía apenas 8 años, hubo un punto en el cual se rindió, ya no tenía fuerzas para luchar. Pero el destino al parecer todavía la quería y por eso estaba ahí.

Las clases fueron normales, nada extraordinario pasó a lo largo del horario escolar cosa que le gustaba pero le aburría un poco. Era hora de salida para ella y muchos otros universitarios deseosos de ya llegar a su casa para hacer su tarea o salir de fiesta pues era muy atractiva esa idea al ser un hermoso y soleado viernes, por su parte ella caminaba por los pasillos hacía el salón de Olivia su mejor amiga quien se encontraba cursando una carrera completamente distinta a la suya. Cuando Olivia la vío camino rapido a su lado y empezaron a conversar de forma casual en lo que salían del edificio.

La conversación no era muy relevante ella solo hablaba de la carrera que abría ese fin de semana de la fórmula 1 mientras Olivia simplemente la escuchaba mientras asentía con la cabeza cada tanto fingiendo que le entendía algo de lo que estaba hablando pues su amiga no compartía el mismo gusto por el automovilismo que ella, pero siempre la escuchaba y eso era todo lo importante en realidad.

Como todos los días un coche gris semi de lujo con los cristales polarizados estaba estacionado en frente de la universidad esperando que ella saliera, se despidió de Olivia como siempre y caminó a paso más apresurado cruzando la calle para después subirse de forma cautelosa a aquel prolijo automóvil en el cual se subía siempre con la excusa de que la llevaría a su trabajo.

- ¿Cómo te fue hoy cariño? -habló aquel hombre unos 12 años más grande que ella mientras que se acercaba a besarla levemente en los labios ofreciendo una deslumbrante sonrisa que no hizo más que ponerla nerviosa.

-Bien todo muy normal la verdad-su tono de voz no era el mejor, a decir verdad, ella no era buena mintiéndole a él, no podía pues era más el poder que ejercía sobre su cuerpo y mente que se sentía tan débil a su lado es por eso que solo agacho la cabeza y se abrocho el cinturón.

-Dime la verdad ¿Qué pasó? -a él no le gustaban las mentiras, menos de parte de ella, se veía en su actitud, se peinó para atrás el cabello y apretó con más presión el volante para después empezar a manejar viendo el camino con el ceño fruncido.

-Había un bebé, en la escena de hoy, lo mataron Enrique, su mamá lo mató-las lágrimas salieron y su voz se quebró, recordar el parricidio que vio hoy no era lo mejor, y todo por aceptar ayudar a su maestro de anatomía en su trabajo con tal de exentar la materia.

-Ay Victoria ¿en qué te metiste?, ¿y para esto estoy pagando tu matrícula? -en algo tenía razón ese hombre, pero no específicamente en lo que él pensaba:


¿En qué te metiste Victoria Hernández?


La chica de apenas cumplidos los 18 años la semana pasada, no pudo llorar más, se sentía débil y culpable pero no podía hacer nada más, ya había escogido ese destino y nada lo podría cambiar.








Hola, espero que les guste esta historia, en este cap no toco mucho el tema de la fórmula porque quiero darle contexto a la vida anterior de Victoria antes de entrar al punto principal de la historia.

gracias por leer.

Solo es cuestión del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora