El Veneno (Enzulian) [2]

Capítulo 7: Las Malas Lenguas

- Enzo 24 -

Volver al monumental después de estos meses fue algo raro, el estadio había cambiado mucho, debo admitir que me dolió un poco ver como me perdí de estas vivencias en el club que amo, pero también me puse contento por mis logros personales desde la última vez que estuve acá.

El partido contra Panamá no había sido lo mas importante está noche, todos los reflectores habían ido para la gran fiesta que se dió para nosotros los campeones del mundo. Ahora tenía una réplica de la copa que la verdad estaba hermosa, la voy a poner en la vitrina de la casa que estoy acondicionando en Londres para que sea mi nuevo hogar. Por el momento estábamos en el departamento cerca de Stamford Bridge, pero una vez esté lista la casa nos quedaríamos allí.
A Olivia le gustaría tener un perro y no podíamos tenerlo en ese edificio, además un nuevo integrante a la familia estaba en camino. Quería una habitación para el bebé, y otra habitación para invitados... al margen de eso, el festejo había sido una jornada épica.

Estaba esperando que Olivia se duerma para salir de joda con la Scaloneta al predio de AFA en Ezeiza. Valentina se estaba maquillando y me había dado la tarea de lidiar con nuestra hija.

Estaba tirado de costado con el codo apoyado en la almohada mirando como oliva se mordía los dedos de los pies. Verla tan pícara me hacía sonreír, no hay nada mejor que la sonrisa de tu hija para hacerte olvidar de todo. Amo pasar tiempo con ella, me gustaría poder estar más presente en su vida, pero el laburo no me lo permitía siempre.

- Ya dormite hija - solté poniéndole la mano sobre su cara - Papi y Mami tienen que salir.

- Papi Noo - soltó ella algo enojada mientras se girába en la cama para prenderse de mi remera como una garrapata.

No debí decir eso, ahora no se iba a dormir ni en pedo.

- Oli tranqui mi amor, va a venir a cuidarte el tío Maxi - dije para intentar calmarla. Maxi era, de mis hermanos, el tío favorito de Oliva, él sabía cómo entretener a mi pequeña.

- Tiiii - dijo al escuchar mis palabras y acto seguido se puso a saltar sobre la cama.

Sonreí al ver las caras que hacía la hija de puta. Mi vieja decía que Olivia era igual que yo cuando era chico, eso me hacía reir, podía ver las semejanzas, pero solo espero que ella no salga tan boluda como yo en el amor. De tan solo pensar que mi princesa algún día iba a estar enamorada de alguien me rompía el corazón. Debo enseñarle a ser fuerte, y a ser valiente, todo lo que yo sufrí me servía de experiencia para cuando ella sea mayor...

Los minutos pasaron y por fin llegó mi hermano. Oliva corrió a su encuentro cuando apareció por la puerta de mi pieza. Aprovechamos que mi hija se puso a jugar con Maxi y nos fuimos para la juntada.

Todo el camino hasta la AFA fue algo incómodo. Yo me sentía a la defensiva cuando estaba con Valentina, literalmente era dormir con el enemigo, me mantuve en silencio mientras ella me comentaba cosas boludas de su vida que poco me importaban.

- Tu viejo no me habló en todo el día - soltó ella cambiando de tema. La miraba de costado como iba escribiendo algo en su teléfono. No quise chusmear demasiado ya que iba manejando.

- Ah sí? - me limité a responderle yo.

- Si. Me molesta eso...

Yo me quedé en silencio por un segundo, estaba pensando que podía responderle, pero ella volvió a hablar

- ¿Por que me odian tanto? - me preguntó cómo si no hubiera razón alguna para odiarla - Vos les contaste algo?

Yo bufé y le respondí - No, yo no les dije nada amor, pero la gente no es boluda. Vos los metiste en nuestros problemas, ellos saben que las cosas están mal.