Narra Marlene:
Caminábamos tranquilas de camino a clase de cuidado de criaturas mágicas, con Hagrid de profesor. Blaise venía con nosotros mientras examinaba el libro. Yo sonreí divertida mientras lo veía intentar abrirlo sin recibir un bocado.
—Podríais dejar de reíros de mí y ayudarme. —nos reclamó Blaise.—
—Podrías ser menos impaciente y esperar a que la clase comience. —respondió sarcástica Audrey.—
—O podrías acariciarle el lomo, así es como se abre. —le indiqué divertida. Nuestro amigo me miró incrédulo.—
—¿Me estas diciendo que te has pasado un rato riéndote de mí mientras sabías a la perfección cómo abrir el libro? —cuestionó mirándome mal.—
—Bueno... Teóricamente tú no preguntaste. —hablé divertida.—
—Pero, pero.... —masculló Blaise.— ¿Cómo lo sabes?
—Su padre es magizoólogo, idiota. —le recordó Audrey.—
Blaise acarició el lomo del libro de los monstruos mientras seguíamos con nuestro camino. Malfoy caminaba delante nuestra y al verlo acariciar el lomo del tomo no pude evitar codear a Audrey para que también mirara y las dos nos echamos a reír como condenadas.
—Es un libro, microbio rubio, no tu futura conquista; aunque así seguro que la espantarías. —se burló Audrey, consiguiendo que Blaise y yo soltáramos una carcajada.—
—No te pongas celosa, Geldfrith. —respondió Malfoy. Y mi amiga fingió una arcada.—
—Qué asco. Antes muerta, enano albino. —aseguró Audrey.—
—Tampoco es como si fuera a darte ese honor. —contestó el rubio muy digno.—
—Ni que lo quisiera. —siguió la pelirroja. Malfoy gruñó en derrota.— Punto para mí. —le guiñó el ojo mi amiga de forma burlona.—
Seguimos caminando hacia donde estaba Hagrid. El libro intentó morder a Neville, quien huía de él, mientras Audrey se reía de él, y yo me acercaba divertida a ayudarlo. De pronto se hizo un pequeño círculo de estudiantes.
—¿Qué coño está pasando? —cuestionó la pelirroja.—
—Y yo que sé.
—Vamos a ver. —sugirió Blaise.—
Audrey comenzó a dar empujones para llegar el centro, donde estaban Potter y Malfoy, quien caminaba hacia el primero con andares seductores.
—¡Si vas a besarlo, hazlo ya, lo estáis deseando! —le instó mi amiga.—
Draco siguió su camino hasta llegar justo delante de Harry. Entonces su rostro mostró pánico y señaló al aire.
—¡Un dementor, un dementor! —exclamó el rubio.—
Harry se giró asustado y, al ver que no había nada, se giró para enfrentar a Malfoy, quien se había puesto la capucha de su capa junto a dos de sus amigos y levantaban los brazos imitando a los dementores. Audrey y yo nos miramos y estallamos en risas. Mientras Granger y Weasley ayudaban a Potter murmurando reproches hacia Malfoy. Luego Hagrid nos llamó y nos mostró a un hipogrifo.
Había visto uno una vez, pero fue de lejos y ver uno desde tan cerca fue una experiencia aterradora y fascinante a la misma vez. Hagrid comenzó la presentación y nos dio las indicaciones de cómo podíamos acercarnos a él y conseguir su respeto, y luego pidió un voluntario. La masa de alumnos dio un paso atrás, dejándonos a Audrey y a mí delante. Lo cierto es que a mí me emocionaba la idea de hacer algo así.
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Morirò da Re (Draco Malfoy x Audrey) (George Weasley x Marlene)
FanfictionCinco sentidos que estimular. Cuatro puntos de vista. Tres años hasta el inicio. Dos parejas. Una amistad. Y una historia. ¿Qué pasaría si una serpiente y una tejona se vuelven mejores amigas? ¿Qué pasaría si una tejona se obsesiona con un león p...