Capítulo 7

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Narra Marlene: 

           Pues al final no debí confiar en ella. No me preguntéis cómo lo hizo, porque yo no lo sé, pero cuando menos me di cuenta, estaba subida junto a George en un carruaje, los dos solos. 

          Os voy a poner en contexto, los cuatro juntos fuimos a coger las carrozas. Allí nos esperaban el profesorado y los amigos con los que habíamos subido antes. Nos habíamos quedado los últimos, pero solo quedaba un carruaje, y ocho personas no caben. Los Slytherin ya estaban montados y quedaban dos asientos, a lo que los gemelos se ofrecieron a quedarse, pero Audrey se lo negó y agarró a Fred del brazo subiéndolo con ella en la carroza y ésta comenzó a andar. El profesorado, al ver que quedamos dos fuera, nos dejó su carruaje y aseguraron que esperarían a que llegara otro para ellos. 

         Así que acabamos solos en un carruaje, uno frente al otro. Yo movía la pierna en un tic nervioso y me tronaba los dedos debido a mi necesidad de ocuparme, mientras que George miraba para un lado y otro sin saber exactamente qué hacer o qué decir, después de todo a penas nos conocíamos. Rebusqué en mi mochila hasta encontrar unas varitas de regaliz y babosas de gelatina. Cogí una de las segundas y me la llevé a la boca. Luego le ofrecí los paquetes a George.

—¿Quieres algo? —le pregunté. Éste dirigió su mirada hacia mí y sonrió para luego asentir en mi dirección.— 

—Sí, gracias, tomaré una varita de regaliz. —habló el pelirrojo tomando una del paquete.— 

—Puedes coger todas las que quieras. —le sonreí.— 

—¿Cuáles son tus favoritas? —cuestionó refiriéndose a los dulces, mientras los señalaba levemente con la cabeza.—

—Las babosas de gelatina son mis favoritas. —respondí mientras me llevaba otra a la boca.— 

—Yo nunca las he probado. —contestó.—

—¿Quieres probar una? Están muy buenas, aunque entiendo si te dan un poco de asquito, mi hermano las odia. —aseguré con una pequeña sonrisa.— 

—Claro, ¿puedo? —preguntó acercando la mano al paquete.— 

          Asentí en su dirección y esperé a que cogiera una, luego se la llevó a la boca y esperé a su reacción. 

—¿Y? 

—Pues están bastante ricas. —respondió sonriente.— 

—Mira, a mi me gustan cuando les echas por encima los caramelitos que estallan. —hablé mientras los buscaba en mi bolsa.— Aquí están, pruébalos, es una explosión de sabor en la boca. —aseguré, a lo que George soltó una carcajada.—

          El pelirrojo tomó una nueva babosa de gelatina y espolvoreó los caramelos que yo le había ofrecido sobre ella. Sonreí divertida al ver la mueca que hizo cuando se lo llevó a la boca y los caramelos comenzaron a estallar. 

          Los dos seguimos comiendo algunos dulces en silencio, algo más cómodo que el anterior, debido a que ya habíamos roto el hielo gracias a éstos. Entonces George me observó dubitativo y yo esperé la pregunta que se estaba formando en su mente. 

—Es raro que tu amiga tenga tanto interés en mi gemelo. —aseguró. A lo que yo comencé a ponerme nerviosa.— 

—Bueno, la verdad es que no lo sé; pero esas cosas son pasajeras, seguro que pronto se le pasa. —respondí lo primero coherente que pasó por mi mente.— 

—Supongo, Fred tampoco es mucho de mantener el interés por las chicas. 

—Supongo que son los dos iguales. —reí nerviosa.—

Morirò da Re (Draco Malfoy x Audrey) (George Weasley x Marlene)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora