Capítulo 1

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Narra Marlene: 

          Bienvenidos a mi tercer año en Hogwarts. No sé si me recordáis, pero soy la del prólogo, la pequeña niña saltarina. Mi nombre es Marlene, Marlene Scopelli. Después de un largo verano, por fin regresábamos a las clases en Hogwarts. La verdad es que había estado un poco perdida, ya que pasé las vacaciones de verano en Italia con mi familia paterna, y cuando regresé me encontré con la tragedia sucedida en Gran Bretaña. 

          A mi vuelta, quedé con mi mejor amiga en las tres escobas, casualmente el mismo día que los Weasley se encontraron con Harry Potter. Audrey me había comentado la noticia que era titular en los periódicos, el asesino en serie Sirius Black había escapado de Azkaban. A penas unos días después fuimos a comprar los materiales al callejón diagón; y poco más tarde ya nos encontrábamos en el Hogwarts express de camino a la escuela. 

          Como ya era costumbre, el día de llegada nos separamos para poder ordenar nuestras pertenencias, ya que somos de distintas casas. Pero al llegar el primer día de clases, era hora de reencontrarme con mis amigos Slytherin. 

         Audrey salía del gran comedor después del desayuno con cara de dormida, mientras Blaise parloteaba a su lado. Recogí mis cosas y corrí tras ellos para alcanzarlos. 

—Buenos días por la mañana. —saludé con una pequeña sonrisa.— 

—Hombre, al fin apareces, tapón. —me correspondió Blaise.— 

—Bueno, pero ya estoy aquí para molestar, corazón. —respondí divertida.— ¿Qué clase os toca? 

—Pues no sé, ¿tú qué dices, dorito? —habló Blaise dirigiéndose a mi pelirroja amiga, quien parecía dormir mientras andaba.— ¿Audrey? 

—Tierra llamando a Audrey, ¿hola? ¿Hay alguien ahí? —chasqueé los dedos un par de veces delante de su cara.— 

—Sí, sí, tengo sueño, ¿vale? —comentó con cierta desgana.— ¿Cuál era la pregunta? 

—Preguntaba que qué clase os toca. —respondí sonriendo.— 

—Ah, pues qué crees, es la hora de la siesta. —indicó mi amiga.— 

—Genial, pues entonces vamos todos juntos a historia de la magia con Bins. —hablé divertida.— 

—Sí, super genial. —ironizó Audrey a mi lado.— 

—Y os vais a sentar juntas como siempre, y el pobre Blaise siempre solo. —dramatizó nuestro amigo.— 

—No te preocupes, que para eso estoy yo. —el peliblanco hizo su aparición estelar.— 

          Vi cómo mi amiga rodaba los ojos con la presencia de Malfoy. Es estresante y divertido verlos cada vez que se topan; que no son pocas veces, ya que comparten casa y amigos. Yo soy irrelevante para su existencia, pero tampoco es como si fuera para más; al menos, tiene algo de respeto por mí gracias a mi estatus de sangre. 

—Nadie te necesita aquí, Malfoy. —le recordó mi amiga. Yo miré de reojo a Blaise mientras los dos nos preparábamos para presenciar una nueva pelea.— 

—Nadie te ha preguntado, pimiento con patas. —respondió el peliblanco.— 

—Aquí el que ha buscado mi presencia eres tú, así que opinaré lo que yo quiera.

—Nadie buscaba nada, deberías sentirte honrada de que yo esté aquí. 

—¿Honrada yo? ¿Por qué? —hizo como si pensara.— Por supuesto, casi se me olvida que hay que besar el suelo por donde pisa el rubio de bote. Que pena que solo sea en tus sueños. —se burló.— 

Morirò da Re (Draco Malfoy x Audrey) (George Weasley x Marlene)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora