Loud (MewGulf) ² (PAUSADA)

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Mew apretó el ícono de la pantalla, poniendo la llamada rápidamente en altavoz.

Mientras los pitidos sonaban alzó la vista a Gulf, quién hizo lo mismo.

Ambos en el cuarto que compartían, en total oscuridad salvo por la luz del teléfono, iluminando una muy poco agraciada foto de Brithg en la pantalla mientras la llamada continuaba.

— ¿Mew? Aprecio que me llames, pero preferiría que no fuera a las tres de la mañana— murmuró, su voz sonaba ronca y cansada, escucharon un alejado bostezo.

— Si no te llamo porque no te llamo, y si te llamo porque te llamo— Mew rodó los ojos—. Nada te queda bien, Brithg.

— Se nota que no me escuchaste— dijo—. Pero dime, brother, ¿Cómo va todo?

El pelirrojo miró a Gulf de nuevo.

— Estoy con Kana ahora— dijo.

— Por qué no me sorprende.

— Cállate un momento— Mew miró el teléfono con el ceño fruncido—. Bebé, ¿Quieres decirle algo?

Gulf apretó los labios un momento, antes de tomar el celular entre sus manitos, acercándolo a su rostro.

— Hola, B-Brit.

Escuchó su grave risa, baja por el cansancio.

— Hola, Gulf— dijo, se notaba la alegría en su voz, que hizo al castaño sonreír de nuevo—. ¿Cómo estás?

— L-Los ex-traño— murmuró, su voz se quebró un poco, comenzó a parpadear rápido—. P-Per-dón por no de-decirlo— murmuró, intentando tragar sus lágrimas.

Las manos de Mew fueron a sostener sus brazos por los lados, en gesto de apoyo, mientras dejaba caricias con sus pulgares, logró reconfortarlo un poco.

— Kana, no lo sientas— dijo Tae, su voz sonaba seria—. Estamos para tí, siempre, en todas, ¿Lo sabes, no?

Gulf asintió, como si su amigo pudiera verlo.

— Sí, gra-cias— murmuró.

— Ya queremos que regreses, Gulf— dijo Brithg, y los ojos del castaño fueron hacia Mew, como si pidiera ayuda, el pelirrojo tomó el celular sin dudarlo.

— Nosotros no... Volveremos muy pronto— dijo—. No sé cuándo en verdad.

— ¿Pasa algo?

Mew miró a Gulf, buscando aprobación, el castaño asintió, ya no les ocultaría nada a sus amigos.

— A Gulf tienen que operarlo— dijo—. No sé cuánto tiempo nos quedaremos en Busán, pero no será poco.

Notó a su novio morder su labio inferior, mientras sus ojos se volvían rojos de nuevo por las lágrimas.

— Iremos para allá— dijo el pelirrosa, haciendo que Gulf se sorprendiera—. Max dijo que nos llevaría, seguro vaya con su novio también.

— ¿Tul? — preguntó Mew.

— Ese mismo.

Gulf sonrió un poco, el pelirrojo lo notó.

— Gulf está feliz porque vengan— dijo, mirando la expresión de su novio, quien asintió.

— Espérenme con vodka— dijo, haciendo reír a los dos—. Hace mucho que no me embriago con personas tan buenas como ustedes. Festejaremos todas las noches.

— ¿Cuánto se piensan quedar? — preguntó Mew.

— Win tiene parientes de Busán— dijo—. Pueden hospedarnos a los dos.

>> Y Max y Tul no sé que dónde se quedarán, no quiero saberlo y tampoco compartiría hotel con ellos... No sé, hay riesgo de derrumbe, ¿Me entienden?

Ambos rieron de nuevo.

Brithg era el tipo de persona que podían hacer reír a cualquiera en cualquier momento, y ambos se sentían aliviados de tener un amigo así.

— Gracias, Brillitos— dijo Mew—. Te esperamos— añadió, Gulf asintió.

— No hay de qué— dijo—, supongo que volveré a dormir, chicos— añadió, un nuevo bostezo lo siguió—. Nos vemos pronto.

— Nos vemos pronto— repitió Mew.

— N-os vemos pron-to— murmuró Gulf.

Escucharon la risa de ternura de Brithg desde la línea, antes de que el pelirrosa cortara la llamada.

— No fue tan difícil— dijo Mew, mirando a Gulf, quien había discutido con él varias horas porque no estaba listo para hablar con sus amigos.

Gulf sonrió de forma penosa.

Mew borró un par de lágrimas que habían quedado en sus mejillas, dejó besos en ambas y en los abultados labios de su novio antes de acomodarse en la cama, a su lado, para dormir.