Loud (MewGulf) ² (PAUSADA)

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El celular de Mew vibró en su bolsillo, lo sacó para ver el mensaje en la pantalla.

Brillitos 👾

Hyunggggggg
11:03

Por qué faltaron a clases?
11:03

Max dijo que quería ver a Kana y el baile
11:04

Mew desbloqueó el teléfono para teclear una respuesta rápida.

Estamos en el hospital
11:04

Kana no irá a la escuela hoy
11:05

Yo tampoco
11:05

Guardó el teléfono antes de esperar a que Brithg viera el mensaje.

Sabía que su amigo comenzaría a bombardear preguntas, pero era todo muy extenso y delicado para contar.

A demás, Mew seguía creyendo que Gulf debía decirlo por sí mismo, él no era nadie para contar ese tipo de cosas, tan personales y graves.

El pelirrojo notó la mirada triste de su novio, sentado junto a él en las sillas de la sala de espera del hospital, pero aun así estaba bastante alejado de él, como de costumbre.

Desde el día anterior, luego de ese incidente, Gulf estaba más apartado de todos en general.

Habían ido al hospital luego de lo ocurrido, y lo habían revisado en varios aspectos, pero al enterarse del tumor, aconsejaron ir con el médico que siempre lo trataba, ya que él sabría toda la historia clínica del adolescente.

En el hospital no le dieron demasiado tratamiento, les dijeron que el sangrado nasal era algo normal entre los que presentaban un tumor cerebral, y que mientras sea sólo sangre, estaba bien.

Si el tumor era benigno no había nada de qué preocuparse.

Cuando Mew había preguntado por qué no había reaccionado, no tuvieron otra respuesta además de que el sueño de Gulf debía ser muy pesado, cosa que el pelirrojo no creía del todo.

No había nadie mejor que él para conocer que Gulf era capaz de despertarse porque una mosca había zumbado cerca de la cama.

Pero no había discutido.

Miró a su chico, que se notaba totalmente decaído, posó una mano en su hombro, Gulf a penas lo miró de reojo.

— Ven— dijo Mew, palmeó su regazo para que el chico se sentara en él, Gulf lo hizo sin muchas ganas, el pelirrojo lo abrazó con firmeza de la cintura, mirando su rostro con una pequeña sonrisa que escondía su preocupación.

Gulf se sintió mal por él.

Mew lo acunó mejor en sus brazos, dejando que Gulf recargara su cuerpo sobre el suyo, acomodó el mentón sobre el hombro del castaño, mirando a sus ojos de cerca.

— ¿Quieres decirme algo? — preguntó el pelirrojo, Gulf pareció pensarlo un momento, pero luego negó.

No lo diría en voz alta, pero una parte de él quería alejarse de todos, para no lastimarlos.

Al ver a su novio tan destrozado el día anterior, tan mal, sólo por su inconsistencia y el sangrado de su nariz, no pudo evitar imaginar lo que sufriría si llegaba a morir.

No quería que Mew sufriera por él.

Mew dejó un tierno beso en su mejilla, haciendo que el corazón de Gulf se estrujarse un poco, el pelirrojo continuo con los besos, hasta llegar a sus esponjosos labios, tomando la suave mejilla de Gulf para mantenerlos unidos, acariciando los belfos del otro con los propios, en un baile lento y totalmente amoroso.

Sintió el gusto salado de las lágrimas y se separó.

Gulf escondió su rostro rápidamente en el cuello de Mew, el pelirrojo sintió la humedad de las lágrimas, mientras el pequeño cuerpo del castaño temblaba entre sus brazos por el llanto.

— Siempre estaré a tu lado, Kana— dijo Mew, bajo, cerca del oído de su novio—. En las buenas y en las malas, así que cuenta conmigo para hablar siempre, ¿Si, bebé?

Gulf asintió, aun escondiendo su llanto en el pálido cuello de Mew.

El pelirrojo lo abrazó un poco más fuerte, apretando su tembloroso cuerpo contra el de él.

— Te amo tanto— murmuró, y Gulf intentó no sentirse peor por lo quebrada de su voz.