I L O M I L O [♡chishiya♡]

"LEAN ON"

CHAPTER FIVE

"We were bold and young
All around, the wind blows
We would only hold on to let go"

Gota tras gota, lágrimas se deslizaban por su rostro sin parar.

Acurrucada en una esquina del baño, trataba de controlar sus espasmos susurrando palabras de aliento. Cosas que desearía le dijeran otras personas en vez de ella misma.

Tocaba las puntas de sus dedos tratando de concentrarse y no perder la conciencia como ya se hacía costumbre con sus crisis. Estas crisis las tenía desde muy pequeña, aprendió a controlarlas sola ya que nadie nunca se enteró de estas.

Cerró los ojos golpeando sy cabeza contra la pared, una y otra vez, parecía ser que no iba a parar. Escuchó el agudo sonido que esperaba no escuchar, sintió como la sangre escurría por su nuca.

- ¿Así que tu padre practicaba escalada? - Usagi asintió con timidez.

- Si, yo aprendí todo lo que se de el - Reina asintió con una pequeña sonrisa, la castaña no puedo evitar tener escalofríos al ver como la miraba fijamente. Parecía estar completamente interesada, parecía comprenderla aunque no hubiera nada que comprender.

- Eso es genial. Tendrás que enseñarme algo porque tengo un horrible estado físico - rió y ella también.

Usagi estaba sola sentada en la escalera del piso subterráneo, la notó preocupada, asique se sentó junto a ella.

La conversación tomó distintos caminos, desde hablar de sus emociones, hasta accidentes que habían tenido de niñas. La castaña tomó confianza inmediata, lo que la asustó, fue inevitable. Reina sabía que transmitía confianza, podía hacer que otras personas confiaran en ella sin hacer mucho esfuerzo.

Aunque su intención no era usar a Usagi, sabía que ella tenía información que le serviría para salir de este lugar. Venía con el chico Arisu, ese Einstein vestido de vagabundo, los ejecutivos le daban mucha atención y sabía que no era por nada.

- Eres muy simpática Usagi - le sonrió.

- Tu también - habló de la misma manera.

Entró a su habitación y vió a alguien dentro, quien definitivamente no era su hermana se dió la vuelta encarando a la recién llegada.

- ¿Que mierda haces tu aquí? - se cruzó de brazos mirando fríamente al chico enfrente.

- Uy, tranquila. Vengo con buenas intenciones - burlón subió las manos con una sonrisa arrogante - no me mirabas así anoche - aquello la molestó.