Frente a Frente

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(Disculpen que demore en subirlo, pero hoy me adelantaron mi turno para el oftalmologo, y estuve con gotas para los ojos hasta pasada la media tarde, esto me impidió terminar los dibujos que tenia para hoy, los mismo se irán subiendo en la semana, y no me dejo actualizar antes, ya que estaba sensible a la luz.


Minutos, antes del encuentro.

– ¿Entonces, cuanto falta para llegar... a tu hogar...? – Consulto Haiku, a un inquieto Lincoln.

– Sabes..., no es realmente necesario que me lleves... hasta donde vivo, puedes dejarme aquí, y... yo... puedo continuar... a pie. – Menciono Lincoln algo vacilante a Haiku.

– Que tal si mejor te llevo con Lucy... – Propuso la gótica mirando al albino.

– Okey, okey... – Contesto el albino nervioso. – ...Solo sigue derecho unas calles más... y luego gira a la derecha... – Suspiro Lincoln, mientras miraba las casas pasar, una a una. – Pero..., por favor..., no se lo digas a nadie... ¿sí? – Repuso el albino, para luego señalar el lugar donde debía estacionar el vehículo. – Sigue hasta la siguiente casa y estaciona allí..., – Indico el albino, mientras se asomaba una lujosa casa.

– Ummmm... Por lo que veo, no solo a tus hermanas les va bien... – Comento Haiku, al ver la casa de Lincoln.

Ya con el vehículo estacionado, el albino bajo a la acera y se propuso, el despedirse rápidamente de Haiku. Para Lincoln era importante evitar alargar su situacion con la gótica, ya que, su relación muy cercana a Lucy y lo sucedido con anterioridad en su auto, eran buenos motivos para despedirse y alejarse.

– "Tengo... que evitar algo más..." – Se menciono Lincoln, mientras regreso vagamente el recuerdo de Haiku sobre él. – "Por favor..., que no le diga a Lucy nada de lo ocurrido..." –Rogo en su mente el albino.

Pronto apartándose de sus pensamientos, el albino se fue a despedir a la gotica.

– Bueno..., Haiku..., gracias por el aventón... (que no pedí) – Comento Lincoln, sin mencionar, obviamente, la última parte. – Pero, será mejor que entre y busque algo que ponerme... – Repuso el albino denotando que aun estaba sin una prenda que cubriera su torso.

– ¿Entonces..., no me invitaras a cenar... por haberte traído hasta tu casa...? – Consulto repentinamente Haiku a Lincoln.

Lincoln estuvo a punto de defenderse diciendo que él no pidió que lo trajera, sino que fue secuestrado, pero considerando el tipo de mujer que era Haiku, creyó que eso, posiblemente, sería como cavar su propia tumba, literalmente hablando.

– Quisiera, pero... veras..., – Menciono Lincoln, mientras pensaba sobre que escusa inventar o poner para librarse de la gótica.

– Bueno, supongo que cenare con tu hermana Lucy. – Menciono Haiku con un tono que solo genero miedo en el albino.

– Que despistado soy..., por favor, Haiku permíteme el invitarte a cenar por haberme traído hasta mi casa. – Dijo Lincoln con su mejor sonrisa, mientras guiaba a la gótica hacia la entrada del hogar.

– Que considerado de tu parte Lincoln. – Repuso Haiku a Lincoln con un tono algo burlón, antes de irse hasta la entrada del hogar.

Una vez frente a la puerta principal, el albino suspiro, y saco su llave para introducirla en la hendidura de la puerta. Ya con la llave en la cerradura, Lincoln la giro, esperando quitar el seguro de la entrada, pero al hacerlo, este se encontró con que la puerta ya no tenia el seguro. Extrañado y también preocupado, el albino pronto abrió la puerta e ingreso al inmueble con suma cautela. Sin encender las luces, Lincoln reviso el vestíbulo y sus alrededores de manera silenciosa, intentando ver si faltaba algo.

En Busca De Un Loud.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora