Que más puede pasar..

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¿Cuántos más?

En la penumbra de una habitación, la cual parecía ser de un hotel lujoso dado al decorado, se hallaba descansando una mujer de una distintiva apariencia. Esta dormía con tranquilidad en una gran cama, mientras abrazaba apasionadamente una almohada, que aparentemente había sido humedecida por su propia saliva, dada a la mancha de humedad que exponía cercana a su boca. Algo curioso resultaba ver descansar a aquella mujer tan tranquila y plácidamente, siendo ya pasada las una de la tarde. Pero, en defensa de mujer, no era de extrañar este prolongado descanso, ya que su trabajo o mejor dicho "su vida" le demandaban ciertos sacrificios, además había viajado junto a sus hijos, quienes habían estado inquietos en sus riñas constantes.

Moviéndose ligeramente mientras soltaba algunos leves murmullos que parecían una tonada, la mujer expuso una sonrisa inconsciente. Era evidente que estaba teniendo un agradable sueño, y era aún más evidente que no iba a despertar o levantarse en quizás algunas horas más, aunque eso lamentablemente para ella no ocurriría.

Toc, toc, toc...

Ligeros golpes se escucharon en la puerta blanca de la habitación. Cortesía inmediatamente denoto aquel accionar, que pronto fue seguido por una pregunta.

– Mamá, estas despierta...? – La suave voz de una joven se escuchó enmarcada con el tono de cortesía en cada palabra que propuso.

– ... – No hubo respuesta del otro lado de la puerta, dejando en clara evidencia, de que, quien sea que estuviese allí no estaba en sus capacidades para responder.

– Mamá, el almuerzo ya está preparado. – Dijo nuevamente la suave voz, que denotaba mucha educación aun cuando eran temas triviales.

– ...– Nuevamente cero respuestas hubo del otro lado de la puerta.

Un ligero suspiro dejo escapar la joven cuando sintió que hablaba a la nada.

– Mama, voy a pasar. – Dando un cortes aviso, la joven giro el pomo de la puerta, escucho su click y la abrió.

Atravesando el umbral e ingresando al cuarto, una joven, que todavía no llegaba a la mayoría de edad, se encaminaba en busca de su madre. La joven lucia un cabello largo, el cual llegaba un poco más allá de la cintura, este tenía un atrayente color castaño, que era ligeramente de tono claro. En sus mejillas llevaba el adorno de algunas pecas que sin dudas eran herencia de su familia. Su apariencia era esbelta y bastante elegante, acompañaba perfectamente lo seductor y atractivo de su joven figura, que ya, sin decir más, era el bello cuerpo de una hermosa dama.

Llegando hasta la cama donde su madre seguía descansando, la joven se encontró con la imagen tan distintiva de su progenitora. Cabello corto de un estilo bastante a la moda y que mostraba su lado salvaje e indomable, el cual además era de un tono castaño oscuro. Pecas en su rostro y en su cuerpo, un distintivo detalle que fortalecía profundamente el hecho, de que era su madre. Unas pocas prendas de vestir, de las cuales no se podía decir mucho, ya que, solamente la mujer constaba de un top morado y, bueno, su ropa íntima de diseño un poco atrevido y de color negro. Aun asi, no se podía negar que estas prendas iban muy bien con la figura de la durmiente mujer, ya que acompañaban perfectamente su sensual, bien cuidado y algo pecoso cuerpo.

– mph.. – Un ligero refunfuño dio la joven cuando vio la vestimenta de su madre. – Aun no me acostumbro a sus gustos – Finalizo con cierta incomodidad la castaña de cabellos claros.

De repente la joven se percató de los murmullos rítmicos, que su madre entonaba levemente y casi imperceptiblemente. Un pensamiento llego a mente de la joven.

– "Tal vez, sea una madre poco convencional y extravagante..., pero nadie puede negar su dedicación y pasión hacia la música,". – Ese destaque hacia su madre llego a la joven cuando escucho aquel rítmico sonido. – Ese tipo de persona es mi madre "Luna Loud" – Dijo susurrante al aire la joven con cierto peso en sus palabras.

En Busca De Un Loud.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora