Me llevé una grata sorpresa al ver a Kaede parada justo frente a mi puerta, claro que esta sensación de impacto solo duró algunos segundos antes de que recordara el tipo de amigos de los que me rodeo.
Podrá parecer exageración pero, desde meses atrás incluso ante la mínima señal de malestar en mí, mis amigos no se tomaban ni el tiempo de preguntarme que tal me encontraba y directamente corrían a cuidarme como si se trataran de doctores y yo un paciente en estado de gravedad.Por supuesto que se los agradezco, pero en ocasiones realmente los que me llegan a preocupar son ellos con sus formas de actuar tan...curiosas.
Kaede me analizó de pies a cabeza y luego sonrió de manera deslumbrante, dejó caer una bolsa de plástico que llevaba en sus manos, acto seguido me envolvió en un cálido abrazo y procedió a hablar.
–. ¡Saihara! Nos tenías sumamente preocupados a todos–. Decía mientras se abría paso hacía mi, no tan grande, hogar–.Al ver que no llegaste a clases asumimos que te habría pasado algo, así que decidimos llamarte a tu número personal, pero como no contestabas terminamos llamando al teléfono de tu casa. Aunque claro, tampoco respondiste, lo cual nos alteró a todos de sobremanera, no sabes cuánto querían estar Kaito y Maki aquí pero todavía tenían clases por atender.
–. Lo siento, no escuché ninguna de esas llamadas. ¿Puedo preguntar qué llevas en esa bolsa?–. Pregunté mientras dirigía mi mirada hacia lo antes mencionado.
–. ¿Bolsa?.. ¡Ah sí, claro! No puedo creer que lo haya olvidado, resulta que como no contestaste ninguna de las 36 llamadas telefónicas supusimos que habías caído directo a una enfermedad. La cosa es que no teníamos ni idea de que podrías estar enfermo así que decidimos que comprar un medicamento por cada enfermedad de la que se podría tratar. Algunas de ellas pueden parecer completamente incoherentes para estar en los medicamentos, pero sorpresivamente Maki insistió en que deberíamos de comprar variedad de cualquier tipo.
Decidí tomar la bolsa del suelo y comprobar lo antes dicho por mi acompañante, por mero tanteo podría decir que había más de 20 medicamentos y todos de distintos tipos.
–. Uff de verdad que preocupación nos has dado, ¿Te encuentras bien de salud?
–. Creo que eso lo podrías haber respondido tu misma al verme tan avivado.
Kaede soltó una carcajada.
–. De hecho tienes razón, te ves mejor que cuando te vemos en la academia...o cualquier otro día en general. Fuera de eso, ¿Estuviste cocinado aquí?
–. Eh..¿No? Acabo de, literalmente, despertar.
–. Ya decía yo que te veía menos pálido que de costumbre, hoy por fin dormiste como es debido.
–. Tampoco es que parezca muerto en mi día a día.
–. No diré nada al respecto, regresando al tema, mi pregunta fue porque aquí dentro huele demasiado...dulce.
–. ¿Dulce?
–. Sí, como alguna clase de dulce de uva, de verdad que el olor está impregnado por todo el lugar, no huele mal pero si es muy notable.
Casi por instinto volteé a ver al pasillo que conduce al cuarto de baño y habitación, para mi sorpresa, Ouma estaba despierto.
No es que estuviera haciendo algo malo pero este no era el momento para explicarle a Kaede y los demás lo que estaba sucediendo conmigo y el porqué Ouma estaba en mi casa como si hubiéramos hecho una pijamada.
Volteé rápidamente mi vista hacia Kaede.
–. Oh vaya, mira nada más la hora que es, es tardísimo y yo tengo tantas cosas por hacer...
–. ¿De verdad?
–. Sí, así es, tengo que ponerme al corriente con los trabajos de hoy, ordenar un poco por aquí y todo eso...
– No sabía que tenías tantos pendientes Saihara, te ofrezco una gran disculpa por robarte de tu tiempo –. Dijo mientras se levantaba de donde estaba sentada.– Me alegra mucho ver qué estás bien, informaré a los demás, igual sabes que cualquier cosa puedes llamarnos.
–. Gracias por su ayuda, adiós.
–. ¡Adiós!
Y se fue, no es como si me agradara correr a mis amistades de mi casa pero a pesar de mi grato descanso aún no estaba de humor para lidiar con preguntas respecto a la situación, especialmente tomando en cuenta de que ni siquiera yo sabía que era lo que estaba sucediendo.
–. ¿Ya has despertado?
–. Sí.., escucha Saihara, de verdad que siento mucho tener que haber llegado así a tu casa y haberme quedado a dormir.
–. ¿Eh? No te preocupes por eso, estabas con las defensas muy bajas.
–. Sí bueno... También me disculpo por dejar soltar tantas feromonas, todo el lugar huele intensamente a mí.
–. Ahora entiendo...
Empecé a sacar los medicamentos que se encontraban en la bolsa y entre ellos habían pastillas para controlar el celo, ahora entendía a lo que se refería Kaede con medicamentos "completamente incoherentes". Aunque me sorprendió más el hecho de que Maki lo haya sugerido.
Se lo agradecería debidamente después, por el momento tomé la caja de medicina y se las dí a Ouma.
–. Deberías tomar ésto, mientras tanto prepararé algo para desayunar.
Ouma vió la caja y la tomó.
–. Gracias, me será de ayuda. Tomaré tu baño prestado si no te importa...
–. Claro, adelante.
Aún había algunas cosas de las que quería discutir con él, tal vez lo haría después de desayunar.
![](https://img.wattpad.com/cover/280952264-288-k971548.jpg)
ESTÁS LEYENDO
- ¡Hey Delta! - Saiouma/Oumasai
Non-FictionUna academia llena de talentos. Shuichi Saihara vive una vida como un beta ocultando el secreto de su pasado. Kokichi Ouma que descubrió su secreto. ______________________________________________________ |•| Esta historia es mi autoría así que si de...