Material Boy💞 [KOOKV]

XVI

Las mañanas nunca eran particularmente buenas para alguien como Kim Taehyung, quien era un completo fanático de hibernar como si de un osito en pleno invierno se tratase, sobre todo cuando no tenía nada de trabajo o deberes escolares programados en su agenda que mermaran su descanso.

No sabía qué hora era, no tenía intenciones de saberlo, solo deseaba seguir durmiendo pues ese día en particular se sentía sorprendentemente relajado, calientito entre las mantas, por lo que se negaba a abrir los ojos, la sensación era placentera, como si estuviera flotando entre nubes de algodón.

Continuó en su limbo algunos segundos más, removiéndose un poco para encontrar una mejor posición, cuando de repente sintió como su cintura era apretada con fuerza por unas manos cálidas, al mismo tiempo que cortos besos comenzaron a posarse en sus mejillas, frente, nariz, párpados, terminando en sus labios, tal como si se trataran de pequeñas mariposas juguetonas que no tenían intención de molestarlo, solo de hacerlo sentir amado. Precioso.

Se estremeció y suspiró complacido por el trato, lentamente abrió los ojos y vio a su sueño hecho hombre, el alfa por el que perdía el aliento: Jeon Jungkook.

El alfa se posaba levemente sobre él, mirándolo atentamente, esperando a que despertara de sus sueños y dedicándole una bonita sonrisa en cuanto vio que su chico abría sus perfectos ojos azules. El tipo de sonrisa que pocas veces había visto en su rostro, que solo le dedicaba a él. A nadie más.

—Luces aún más precioso mientras duermes, muñequito..., buenos días —dejó un beso más en los labios rosados, pausado, tranquilo, tenían todo el tiempo del mundo.

Una vez se separaron, Taehyung sonrió en respuesta, los labios de ambos estaban brillosos por el pequeño rastro de saliva, Jungkook se los relamió para seguirlo probando y al omega le pareció jodidamente sexy.

—Sigues aquí... —mencionó el alfa.

Taehyung cayó en cuenta de que no había sido solo un sueño o producto de su imaginación. Jeon Jungkook de verdad estaba ahí y lucía tan... ¿cómo decirlo? ¿feliz?

—Te dije que no me iría nuevamente —respondió suavemente, aún algo adormilado—. Buen día, Kookie.

Las cejas del alfa se alzaron ante el apodo, en algunas ocasiones el omega lo había llamado "Jungkookie"pero era solo para hacerlo enojar o tentarlo, casi siempre lo hacía sonar como una burla hacia su persona.

Aún recordaba como hace algunos años, cuando Jimin y él tenían alrededor de los catorce, su hermano menor lo llamó de esa forma que tanto odiaba enfrente de su amiguito, por lo que Taehyung no dejó de molestarlo por meses cada que lo veía por la mansión. Le dieron ganas de enseñarle modales a ese cachorro maleducado, era insoportable cuando se lo proponía.

La vida da tantas vueltas... lo que siempre le pareció complemente descabellado estaba sucediendo por fin, ya que después de años y mucha negación de por medio, pudo adorar completamente el cuerpo de Kim Taehyung y despertar con él entre sus brazos, se sentía afortunado por ser correspondido.