Frunció el ceño, apretando los puños que mantenía alzados como escudo en la pose típica de pelea que le caracterizaba. La presencia de Goku y Vegeta a sus costados le brindó confianza y sintió rabia al mezclar sus gruñidos molestos con los de su hermano que empezó a parlotear de una frustración que los guerreros del Universo tres le estaban provocando.
Después de una pelea contra el Universo del amor (como ella les apodó), Piccolo fue eliminado por un guerrero cuyo tamaño era diminuto. No fue un problema gracias a Diecisiete y Goku, que lo vencieron luego de analizar la situación y encontrar un punto débil, porque siempre había un punto débil.
Tres Universos restantes reinaban en la ahora solitaria arena y fue cuestión de tiempo para que prosiguieran los combates con el reloj corriendo tras sus espaldas. El Universo siete estaba siendo atacado por el universo tres, guerreros que Mitsu sugirió no subestimar pese a verse fáciles de vencer.
Un puño de metal estuvo a punto de estrellarse en sus narices hasta que la presencia de Gohan se interpuso. Su brazo derecho se extendió como escudo impidiendo el golpe. Tras él, el resto de los guerreros del Universo tres se asomaban con disgusto.
ㅡ Gohan. ㅡ murmuró Goku. El golpe había sido dirigido hacia él y la batalla de los sujetos robóticos se inclinaba a los sayajin de raza pura.
Gohan fijó una mirada amenazante en el rival frente a sus narices, una expresión seria y abrumadora le adornó el rostro.
ㅡ Papá ㅡ dijo, echando una mirada de reojo hacia los adultos tras su espalda, que estaban reunidos en un pequeño círculo dispuestos a pelear en equipo ㅡ, señorita Mitsu, señor Vegeta, permítanme encargarme de ellos.
Mitsu se cruzó de brazos. Su cuerpo se relajó por un instante y en medio de Goku y Vegeta examinó los rostros decisivos de sus compañeros. Vegeta apartó la mirada fingiendo desinterés, mientras que Goku dejó admirar una sonrisa de orgullo.
ㅡ Adelante. ㅡ respondió su padre. El pecho de Gohan se infló y lanzó a su oponente creando distancia.
ㅡ Te lo encargamos, Gohan ㅡ sinceró Mitsu, con una sonrisa ladina y la mirada fija en la espalda de quien alguna vez fue un niño chillón ㅡ. Te deseo éxito.
ㅡ ¡Agh! ㅡ exclamó Vegeta. Se cruzó de brazos al costado de su hermana, la similitud genética de pronto fue muy notoria al mantener una pose y expresión casi idéntica ㅡ, no se te vaya a ocurrir perder.
ㅡ Universo 3 ㅡ Gohan elevó la voz, captando la atención de los guerreros. ㅡ, yo seré su adversario.
La pelea comenzó luego de declarar la guerra. Mitsu se sorprendía de ver a Gohan combatir a cuatro guerreros a la vez, arriesgándose sólo para mantener la energía de Goku y Vegeta estable, porque era evidente que seguiría una pelea complicada contra el Universo once. De todas formas, no entendía porqué ella no podía ayudar, no se sentía tan importante como los hombres a sus lados, incluso creía que su poder era menor al de Gohan. Sin embargo, el dolor punzante en la pantorrilla le resolvió la duda. Estaba herida y por lo tanto débil aunque odiaba admitirlo.
ㅡ Está peleando muy bien a pesar de que son oponentes fuertes ㅡ halago Goku, demostrando su orgullo al ver a su hijo luchar ㅡ ¡Así se hace Gohan!
ㅡ ¡Mph!
ㅡ Puede detener la coordinación de sus oponentes sin esfuerzo ㅡ dijo Mitsu con una sonrisa en los labios ㅡ ¡Tu puedes Gohan!
Gohan se las ingenió para leer los movimientos de cuatro peleadores que estaban perfectamente coordinados. Un acto digno de inteligencia y de admirar.
Mitsu desvió la mirada hacia la lejanía, donde una energía aumentaba ante los ataques de Diecisiete y Dieciocho que combatían contra otro robot guerrero del universo tres. Un sujeto resistente, pero incluso así, cuando el ataque fue demasiado no hubo nada que hacer. Lo único que escuchó fue al Ángel junto a Zeno-Sama anunciar su eliminación.
ESTÁS LEYENDO
La hermana de Vegeta (DIECISIETE) "Dragon Ball Super"
FanfictionGokú va en busca de Diecisiete esperando reclutarlo para que forme parte del equipo en el Universo siete. Su sorpresa es grande cuando se entera que el androide ya ha formado una familia y saber con quién le asombra aún más. Mitsu y Diecisiete termi...