Capítulo 7
Heather
Nota: Primer contacto 👀
Cuando Lucas se me acercó, me sorprendí al ver la evidente preocupación en su rostro. Pero debo de habérmelo imaginado. No es que lo tome por una persona totalmente cruel, aun así, conmigo siempre lo ha sido y me cuesta creer que esté preocupado. En la estación me fastidió mis planes, por eso al regresar al hotel y enterarme que James saldría a buscar un árbol, me presenté voluntaria. Necesitaba estar un momento fuera de la vista de Lucas. Por desgracia, ya estoy de vuelta y no tengo más remedio que soportarlo.
Se ha vuelto a sentar y juega a las cartas con Valerie. La escena se me hace bastante extraña. Lucas es muy alto y frente a la niña parece un gigante, para colmo, las cartas con las que están jugando son pequeñas y en las manos de él se pierden. La niña parece muy a gusto en su compañía, no ha parado de reír desde que he entrado por la puerta. Ni siquiera porque hemos traído el árbol, que tanta ilusión le hacía hace un rato, se ha levantado. Al parecer la compañía de Lucas le resulta más atractiva.
—Valerie, ¿no quieres ver el árbol? —le digo. Entonces aparta los ojos de las cartas.
—Espera, Heather. Estoy a punto de ganarle a Lucas.
Seguramente Lucas la está dejando ganar y en ese instante, siento cierto respeto hacia él. Quizás al final no es un imbécil. No le he dado la oportunidad de acercarse a mí, no lo he escuchado cuando ha intentado hablarme. Puede que el Lucas adulto no guarde ningún parentesco con el pequeño diablillo que fue. Entonces veo a Ashley entrar al salón y olvido todo lo que me estaba replanteando. Lucas es un mujeriego sin escrúpulos. Claro, que tampoco estoy hablando de que vaya a enredarme con él. Sino de darle una oportunidad como amigo. Pero ahora ya ni eso me apetece. Lo mejor es que sigamos manteniendo las distancias y con mi indiferencia, hacerle pagar todo lo que me hizo. Nunca olvidaré el día que me encerró en el cobertizo. Vale, él no sabía que yo tenía fobia a la oscuridad. Aun así, de no haber estado siempre gastándome bromas pesadas, no habría pasado ese mal rato. Al salir le propiné un fuerte pisotón que lo hizo aullar de dolor.
Dejo a James peleándose con el árbol y me voy al baño a limpiarme la herida, que aunque solo es un rasguño, el pañuelo tiene unas gotas de sangre. Miro en el armario en busca de una caja de tiritas, después de apartar varios botes de un jarabe negro, las encuentro. Al cabo de un minuto regreso al salón. El lugar que ocupaba Lucas antes, está vació y tampoco está Valerie. Solo está Ashley que hojea una revista, Stella tejiendo una bufanda o eso me parece y Alex, con su cara de enfado. Unas risas atraen mi atención y luego mis ojos observan una extraña puerta abierta que sobresale del suelo. Lentamente, me acerco y descubro que se trata de un sótano.
—Heather —grita Valerie y entonces veo a James y Lucas acercarse a la escalera.
Tras un segundo de duda, me decido a bajar. Desconocía por completo que en la casa hubiera un sótano y por los restos de nieve que hay en la escalera, han bajado el árbol. De camino al bosque, James me comentó algo sobre una fiesta de navidad. No le presté mucha atención, todavía estaba encolerizada por lo sucedido con Lucas en la estación.
—Vamos a poner el árbol —me dice Valerie y me arrastra hasta el lugar donde James lo ha dejado.
El lugar está impoluto y el suelo blanco sobre el que estoy de pie, brilla y las bombillas alumbran cada rincón. Las paredes son color arena.
—Aquí celebraremos la fiesta. La hacemos cada año de la primera semana de diciembre. Ya se han vendido más de la mitad de las entradas. Abigail espera venderlas todas.
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̶U̶n̶a̶ ̶b̶o̶d̶a̶ y un billete de avión
Любовные романыHeather tiene todo lo que una mujer puede desear y para cerrar con broche de oro, está a punto de casarse. ¿Qué puede salir mal? -¿Me quieres? -Pregunto y suelto una risa histérica- ¿Crees que lo que acabas de hacer, lo haría alguien que me quiere...