Capítulo 15 - Heather

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Capítulo 15

Heather 

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Continua mirándome sin decir nada, no entiendo qué diablos está haciendo aquí. Han pasado más de dos meses desde ese desagradable día que me vi sola en la iglesia. No quiero pensar que por su mente está cruzando la descabellada idea de que volvamos. Jamás en mi vida regresaría con un cobarde como William, antes prefiero ser una solterona el resto de mi vida que pasar por la humillación de volver a verme plantada en la iglesia.

Avanza hacia mí.

—Heather.

—¿Qué quieres, William?

Me siento orgullosa de que mi voz no haya delatado como estoy por dentro. No siento nada por William, a pesar de todo, volver a verlo ha removido muchas cosas en mi interior, antiguos recuerdos han salido a la superficie, sentimientos que creía haber enterrado. Quiero quitarle importancia a todo el asunto, fingir que no me afecta tenerlo de nuevo frente a mí, no es así. El dolor ha vuelto y no es que todavía esté enamorada de él, a veces pienso que nunca lo estuve. Supongo que cuando un amor es verdadero no se supera tan rápido, a mí me costó dos meses y unos días al lado de Lucas y no, eso no puede ser amor.

Sin embargo, con su regreso se abren viejas heridas, recuerdo las lágrimas que derramé por él, el dolor que desgarró mi corazón durante semanas, las murmuraciones a mi alrededor mientras él se marchaba a otro lugar y eso es lo que me duele, lo que me hizo sufrir y menos mal que esas heridas todavía no han curado, de ser así, cabría la posibilidad de que lo perdonara y es algo que no me voy a permitir, William no me merece, eso lo tengo bastante claro.

—Quiero hablar contigo.

—¿Cómo supiste donde estaba?

—Los correos de la agencia de viajes también me llegaron a mí.

—Ya.

Se me olvidó ese pequeño detalle.

—¿Hay algún lugar donde podamos hablar?

Lo último que quiero ahora mismo es hablar con William, pero, determinada a poner fin de una vez por todas a este problema, lo hago pasar al comedor. Me mira extrañado y arruga la frente. Quizás pensaba que lo haría pasar a mi habitación, tampoco es que corra ningún peligro de que me seduzca y caer rendida a sus pies. Si hay algo que realmente no es el punto fuerte de William, es la seducción. No me siento, lo que sea que haya venido a decirme no quiero que se prolongue.

—Habría querido hablar antes contigo. Me he tenido que trasladar por el trabajo y hasta ahora he regresado.

—¿Y eso que tiene que ver conmigo?

Me cruzo de brazos.

—Sí, te he echado mucho de menos estos últimos meses. He cometido un error al no presentarme en la iglesia.

—¿Y ahora te das cuenta? —le pregunto—. Ve al grano William, dime lo que quieres.

—Quiero volver contigo, que arreglemos nuestra relación.

—¿Cuál relación? Lo nuestro terminó en el preciso instante en el que miré al altar y tu no estabas.

—Yo sé que ha debido ser horrible para ti, fui un maldito cobarde. Tu siempre has sido la mujer de mi vida.

—¿Horrible? No, desde que me dejaste plantada he estado viviendo en un jardín de flores. No te haces una idea de los cuchicheos que he tenido que soportar mis espaldas y encima tienes el descaro de largarte de la ciudad. Los vecinos empezaron a decir que tenías una amante y por eso no te casaste conmigo.

̶U̶n̶a̶ ̶b̶o̶d̶a̶   y un billete de aviónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora