Capitulo 1

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POV Ivón

Me levanto después de apagar la alarma del celular con pereza—ah, hoy toca trabajar—musito tocando mi cabeza por la desgana que tengo en este día.

Voy al baño y hago mis necesidades para luego cepillarme los dientes y darme una ducha rápida aunque...—oh, ¡esta agua está muy fría!—no pude evitar decir después que el agua tocó mi piel y salgo casi temblando del frío fuera de la ducha y me envuelvo en una toalla para secarme en la habitación y allí cambiarme.

—Hoy sería un buen día para vestirme de azul marino—pienso buscando algo que ponerme y miro una blusa blanca de cuello alto con una tela de algodón y el pecho con diseños florales de color crema además, de que es sin mangas y decido ponermela con una falda roja larga hasta el tobillo holgada.

Me pongo una gabardina de color negro que llega hasta mi rodilla y busco también mi bufanda favorita. Sujeto mi cabello rizado en una coleta para luego hacerme un moño o recogido colocando pinchos para el cabello para mantener el moño entonces, tomo la bufanda y cubro mi cabeza con ella después, hago un nudo y lo que resta lo entro por los lados formando como un turbante—listo, ya estoy—digo satisfecha por como me veo al mirarme al espejo.

—Falta los zapatos—voy hacía la cama porque los zapatos que pensé en ponerme están junto a ella los cuales son unos tenis vans de color negro completamente y me pongo unas medias blancas con bolitas moradas.

Salgo de la habitación y voy hacía la cocina—¿qué deberia desayunar?—pienso en voz alta abriendo la nevera y miro dentro de ella notando que solo hay una lata de salsa junto con una manzana de color rojo—umm, debo ir al supermercado pero bueno, tendrá que ser esto por hoy—tomo la manzana y le doy un mordisco cerrando la puerta de la nevera.

Dirijo mis pasos a la ventana que está al lado del mismo viendo los autos pasar dandome cuenta que ya pasaron varios minutos. Observo el reloj de pared que esta junto a la ventana—rayos, ¡ya son las ocho en punto!—tiro el resto de la manzana al zafacón con la boca llena masticando todo lo rápido que pueda, salgo pitando hacia la salida y de pronto resbalo con la alfombra cayendo de trasero haciendo que me trage todo lo que tenía en la boca de golpe.

Trato de no enfocarme en el dolor punzante que siento en la zona trasera y abro la puerta para salir—las llaves—recuerdo cuando tengo un pie afuera y vuelvo a entrar.

En el momento que paso por el comedor veo la llave allí y el celular entonces, lo agarro las dos cosas y me marcho corriendo pues, no está tan lejos de la casa el lugar donde trabajo solo, como 20 minutos

Llego a la morgue de Northfield New Jersey viendo que hay dos policías parados en la puerta de entrada—oh, por fin llegas—dice uno de ellos.

—Si, lo siento—me disculpo y después de abrir la puerta entramos todos—pensé que vendrían en la tarde—digo poniendo la llave en el mostrador de recepción.

—Si bueno, los familiares nos tienen con...—expresa el tipo rubio de corte militar como buscando las palabras adecuadas mirando al suelo.

—Espero que cuando yo también este sin palabras no me quede mirando al suelo como él—pienso tratando de estar seria.

—Ujum, lo que el detective quiere decir que es mucha presión más lo de nuestros jefes también por resolver el caso—manifiesta el compañero golpeando con el codo levemente al rubio para que reaccione.

—Si de Frank Wester para saber de su autopsia ¿verdad?—pregunto suponiendo que es él por la forma en que murió.

—Exacto—contestan al unísono.

—Por aquí—vamos a la sala del cuarto frío y les señalo el muerto y tomo la hoja escrita con el estudio de la autopsia—sujeto de 16 años presenta como signos de actuación médica punturas en ambas muñecas y antebrazo izquierdo. Tras limpiarle la sangre de la cara se pudo apreciar en el reborde supero-interno del orificio nasal derecho, una pequeña excoración de forma de semilunar con una discreta pérdida de sustancias—sigo leyendo en voz alta para que ellos escuchen—se procede en primer lugar a la autopsia de raquis, separando las cubiertas cutáneas y masas musculares, sin que se aprecie áreas hemorrágicas. Tras seccionar las apófisis transversas y el cráneo, se traccionó de la médula que se extrae junto con el encéfalo, apreciándose en el canal vertebral a la altura de la 2a vértebra dorsal un proyectil de arma de fuego deformado que ha interesado a la médula, seccionándola parcialmente, a  35 mm. del bulbo.

Una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora