Desayuno y la puerta de metal

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Perspectiva de Kaku:

Fui abriendo mis ojos poco a poco, me duele horrible la cabeza, es un dolor que punza constantemente en mi cabeza, ya no lo soporto.

Me pregunto por qué me duele mi cabeza, me incorporo y dolor nuevamente aparece, ese dolor se intensifica en mi espalda la siento palpitante.

Rapidamente mi mente hizo un viaje de lo que había ocurrido unas horas atrás, lamentablemente solo recuerdo a Izana frotarse en mis muslo y ya no recuerdo nada más.

Maldecía aquel hombre que se hacia llamar mi "amigo de la infancia" aún no lo entiendo por qué me está pasando ésto, nunca le hice algo malo a Izana como para que el me secuestrara y me violara y peor aún, me violó pero a causa de una droga.

No tenía ánimos de nada, simplemente me quería quedar en la cama pensando en morir o seguir aguantando las estupideces de Izana, pero mi mente hizo un mapa mental y me recordó la puerta de metal que era diferente a las demás, pero como dicen por ahí la curiosidad mató al gato y ese soy yo.

Tengo que crear un plan para escabullirme en aquella habitación misteriosa pero claro que nadie me vea nisiquiera Kyoko.

En estos momentos me tendría que venir a trae r kyoko para el desayuno, podría aprovechar ese momento en decir que tengo que ir al baño e ir a la habitación silenciosamente, Exacto eso voy a hacer, soy super inteligente solo tengo que esperar a que venga Kyoko y podre hacer mi plan que pienso que irá a la perfección.

Más o menos espero unos minutos y por la aquella puerta aparece mi mucama personal, me indica que ya es hora de desayuno pero antes tengo que ir a bañarme, asiento con cada indicación que me da, me levanto y me dirijo al baño pero antes de cerrar la puerta oigo que Kyoko sale por la puerta, unos minutos llega con un cambio de ropa limpia, me la entrega y me entrega una toalla.

Le agradezco y me meto a bañar, al momento de enjuagarme recuerdo que todavía tengo aquel líquido blanquecino entre mis piernas, maldigo pero con cuidado saco ese líquido de mi interior, al tener ya todo afuera prosigo enjuagarme, terminé, salgo y empiezo a secarme, luego de eso me cambio pero me doy cuenta que la ropa no es la misma, sigue siendo la misma playera blanca solo cambia lo de abajo es una pantaloneta de tela algo corta pero si se nota que llevo algo debajo.

Al terminar, Kyoko sigue en la habitación pero haciendo la cama, se da cuenta que salí, entonces me da la indicación de seguirla.

Ella menciona al estúpido ese.

—El señor Izana me mencionó que le dijera que llegara con el resto de los miembros en unos minutos y poder tomar el desayuno con usted— dice mientras entra en el elevador—

Perfecto, lo que me faltaba, desayunar con el resto de los idiotas, peor los Haitani's, Dios que la tierra me trague y me escupa en mi casa.

—Muchas gracias Kyoko, por avisarme, pero realmente tengo que desayunar con ellos?, no puedo desayunar en otro lado?.— puede que mi pregunta sea estúpida pero no quiero estar ahí.

—Oh, hay algo que lo incomoda, si es así por favor dígame y yo puedo ver que hago— Dios como amo a esta mujer, es tan comprensible.

—Gracias Kyoko, realmente necesito una solución, pero no se si Izana se molestara—

—Tranquilo, como le dije yo voy a ver que puedo hacer con tal de que este tranquilo—. Solo asentí, el sonido del elevador me saca de mis pensamientos, eso indica que ya llegamos. Estoy tan nervioso.

Caminamos un poco y vaya, para mi sorpresa esos idiotas ahí estaba platicando como si nada, al pasar unos segundos se dan cuenta de mi presencia, en ese momento Izana se levanta y llega a mi lado, paso su brazo por mi cintura, altas ganas de pegarle, Dios dame paciencia.

ManiáticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora