Capítulo 5: Heridas permanentes

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          Este lugar, solo estuve aquí una vez pero sigue provocándome escalofríos, la dimensión oscura acaba de convertirse en la mazmorra, sin duda se trata de un juego mental de... él... ¡Maldita sea! ¿Por qué no puedo decir su nombre? ¿Qué pasa conmigo?

          Shadow: Eso es, Lumiere, permite que el miedo se apodere de ti... dentro de muy poco tiempo volverás a ser mía.

          ¿De qué rayos habla? ¡Nunca he sido suya!

          Shadow: ¿Realmente lo crees? ¿Acaso ya olvidaste cuando la oscuridad te dominó por completo y tu comportamiento cambió drásticamente?

          ¡Eso sucedió porque estaba protegiendo a mis seres queridos! Incluso si no era consciente los mantuve a salvo de él.

          Shadow: Qué tierna, hablas contigo misma y decides ignorar mi presencia como si eso fuera suficiente para hacerme desaparecer... pero no te das cuenta de que en tus monólogos estás respondiendo a cada cosa que digo.

          Lumiere: ¡Deja de jugar y muéstrate! ¡Cobarde!

          Shadow: Relájate, así no fue como sucedió en aquella ocasión ¿Ya lo olvidaste? Antes tuviste que derrotar a alguien para ganarte el derecho a enfrentarte a mí ¿Qué te parece si lo hacemos de nuevo?

          Frente a Lumiere apareció una versión distorsionada de aquel chico encargado del mantenimiento de la mazmorra al cual tuvo que vencer antes de su enfrentamiento con Shadow... aún tenía esa expresión de pánico con la cual había terminado después de asustarse al escuchar la doble voz de ella.

          Lumiere: Me acuerdo de ti, pero sé que no eres tú realmente.

          Shadow: Sí lo es, sabes perfectamente que murió después de enfrentarse a ti, así que su alma quedó atrapada para siempre en la dimensión oscura, yo me encargué de eso... te recuerdo que únicamente pueden salvarse aquellas almas que llevan poco tiempo aquí, así que este miserable está condenado a sufrir por toda la eternidad gracias a ti... un ejemplo más de todas las vidas que has arruinado.

          Lumiere: Él se ofreció voluntariamente para pelear contra mí, no tuve otra opción que derrotarlo y ahora haré lo mismo.

          Lumiere continuaba siendo víctima del miedo y de la culpa, así que para sacudirse esas sensaciones estiró ambos brazos y arrojó toda la luz que pudo, su estrategia era atacar sin pensar... logró dar en el blanco pero aquella manifestación deforme no desapareció, en lugar de eso, emitió un horrible gemido de dolor y desesperación, era muy evidente que estaba sufriendo.

          Lumiere: ¡Es tu culpa! ¡Vete de aquí si quieres dejar de sufrir! ¡Yo tengo que defenderme!

          Al encontrarse peleando en la dimensión oscura, las almas en pena no podían ser eliminadas ya que su condena era permanecer ahí para siempre, Lumiere hizo conciencia de eso y cambió su estrategia... envolvió a aquel que alguna vez fue una persona normal como ella en una barrera de luz y se alejó de esa zona.

          Lumiere: Así ya no podrás seguirme y con algo de suerte, esta luz logrará sanar tu dolor.

          Shadow sonrió para sí mismo, tenía a Lumiere exactamente donde quería, ella había atacado sin preguntarse antes cuáles eran las intenciones de aquel ser, estaba desesperada y eso la hacía actuar con demasiada impulsividad, olvidándose poco a poco de todo lo que había aprendido hasta ese momento.

          Lumiere: ¿Ahora qué? ¿Eso fue todo?

          Shadow: Apenas estamos comenzando.

El llamado (El despertar # 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora