Virus mortal II

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NOTA:

Primera parte, se encuentra en el libro de drabbles con el nombre de Virus mortal.

Un gran gruñido inhumano retumbó en ese callejón donde alfa y omega corrían a toda velocidad, pero honestamente sin miedo, ellos se reían mientras escapaban de esos seres a los cuales estaban acostumbrados aparecieron cuando tenía nueve años y ahora con diesiseis, pues digamos que se adaptaron perfectamente al punto de que el temor se ha borrado.
Izuku Midoriya ya no es el Omega que llora, que se esconde y que se paraliza ante estos seres, ya tiene la valentía para enfrentar, para pelear con esas grandes ganas de vivir y honestamente solo se dedica a su felicidad adaptándose a lo que la vida le entregó.
Katsuki por otro lado es su compañero de viajes, de excursiones, de esas búsquedas de alimento y medicina para el resto de su equipo, pues cada integrante tiene una misión donde ellos dos son de los más fuertes al pelear y reclutar para el resto de su gente.
En estos momentos Izuku tuvo la maravillosa idea de llamar la atención de esos zombies, lo comparaba con el simple juego de niños como de tocar un timbre y huir. Esa adrenalina de ser atrapados y contagiados los mantiene vivos, bueno a Izuku lo mantiene en vivo.
Por otro lado Katsuki siente que tiene un compañero muy infantil pero al menos está tranquilo en el punto que su omega está adaptado a esta vida, ya se eliminó todo ese miedo cuando empezó este apocalipsis, sin embargo sabe que arruinó su mentalidad porque ya no es un niño del todo sano al momento que ya no solo elimina a zombie sino ha llegado atacar a personas por el hecho que han tratado de robar cosas de su cargamento o cuando tratan de emboscar su campamento y él es uno de los primeros en brincar y arrancar vidas sin ningún remordimiento.

—He conocido dos grandes idiotas en mi vida, y tú eres el primero.

Izuko ríe a carcajadas sin detenerse a correr.
—No seas aburrido Kaachan, el último en llegar el zombie se come su cerebro — Comenta en un tono infantil y continúa con su recorrido acelerando el paso para dejarlo atrás pues es mucho más ligero.

Cómo si no fuese suficiente, el pecoso tira obstáculos para entorpecer y complicar el paso de Katsuki. Al llegar al fondo de ese callejón, Izuku sube por unas escaleras desplegables y las sube sin dejar que suba el alfa.
—¡Basta Deku! No es divertido.

—Dime que soy el mejor y la bajo. — Dice con superioridad

—¿Y si te vas a la mierda?

—¿Y si mejor me coges? — Le sigue el juego con la misma tonada.

—¡Lo único que voy a coger es tu cráneo para aplastarlo con mis propias manos! —El primer zombie tlaquea al alfa, una vez en el piso, gira quedando arriba, con par de puchetazos destroza el cráneo, utiliza unos guantes con unas placas de metal. Limpia con su antebrazo el líquido podrido que cayo sobre su rostro y regresa con el Omega — Déjate de bromas Izuku, me voy a enojar mucho contigo, no te ayudaré en tus celos, lo juro.

Con un puchero, deja caer la escalera logrando escapar del resto de criaturas a tiempo.
Una vez arriba, el pecoso aprieta las mejillas de Katsuki
—En teoría te he ganado. — besa sus labios con demanda.

El rubio logra safarse, no como rechazo sino por la falta de aire que nunca se espero ser besado.
—Eres un demente. — Responde agitado.

—Tu Omega demente, Kaachan.

—¡Izuku Midoriya! — voltean sobresaltados — de nuevo estás haciendo locuras, deja a Katsuki en paz, por amor a todo lo santo.

—Tía, no pasa nada, en serio.

—No lo protejas Katsuki o también me enojaré contigo. — El alfa guardo silencio como siempre ante Inko — No entiendo porque te hiciste de esa manera Izuku, yo no te crié así.

—Vamos Kaachan. — Toma la mano del rubio y se me meten al edificio que es su regio temporal.

—No he terminado contigo.

Al ingresar, van al área de duchas, que es prácticamente improvisado, el agua fría lo meten en bolsas de plástico, lo cuelgan en algún lugar alto y posteriormente lo pican con navajas para que tire el chorro de agua. Izuku es el primero que inicia a desnudarse, Katsuki observa las mordidas que ha tenido durante todos estos años de zombies que Ahora son cicatrices, el alfa es el único testigo de ellos, lo mira con pesar pues cada vez que estan a la vista recuerda detalladamente el dolor de cada una de ellas, pero increíblemente el pecoso nunca se contagió ni se convirtió en uno. En teoría se dice porque es un dominante y no pudieron con su genética pero aún continúan sus dudas.

El Omega siente la mirada de Bakugo, se aproxima él con una sonrisa lo ayuda a desnudarse y lo jala el agua. Inician con besos suaves, juguetones y acaricias recorriendo su piel. Cuando menos se da cuenta aumenta la intensidad y terminan en una pared Katsuki cargando a Izuku mientras simula embestidas con movimientos pélvicos.
De una Bakugo penetra al Omega quien gime recibiendo su extensión, disfrutando su calor y fricción porque estaban acostumbrados a ducharse con agua fría en estos tiempos pero ahora se les hacía tan exquisita por el calor de ambos cuerpos.

~Ah alfa... — gime el pecoso abrazado a su cuerpo. ~ No me dejes nunca vacío, por favor. — Suplica jadeante.

Katsuki concentrado en su entrada y en el cuello del Omega, jadea de vez en cuando disfrutando la sensación aterperciopada. Su nudo está hinchandose por el placer. Izuku gime más motivado al sentir como se va forma ese exquisito bulto que lo vuelve loco. Siente poco a poco como va entrando enanchando sus paredes, ama sentir como lo abre y en respuesta se humedece más apretando sus paredes.

Un gruñido ahogado sale del alfa, estalla su orgasmo junto al nudo y tales sensaciones hace que Izuku llegué a su propio placer curveando su espalda.
El rubio se desliza hasta caer sentado en el piso con Izuku en sus brazos, aún con pequeños espasmos, toma su rostro para darle pequeños besos sobre sus labios y el Omega se limita a suspirar.

—Eres increíble en todo Kaachan. — Retrocede un poco sin llegar a lastimarse por la unión, notando un bulto sobre su vientre — sigues corriendote, siempre me llenas demasiado — Concluye con un ronroneo.

El alfa lo abraza para sentir su piel, huele su aroma desde su glándula mayor.
— Te juro que si fuera por este mundo de mierda, ya te hubiera dejado en cinta, sin importarme que seamos jóvenes.

Izuku ríe con suavidad, acaricia sus mechones dorados.
—Con una carga sería suficiente para tener tu cachorro.  — Besa su frente — espera a que seamos más fuertes, te lo daré pero debemos esperar, una vez que tengamos nuestra propia manada, haremos nuestra familia y será invencible igual que nosotros.

Entre mimos, esperan a que baje el nudo del alfa. Ambos ya no tenían miedo a fallecer en ese apocalipsis, porque era algo imposible cuando estaban juntos y son poderosos al sacar su lado irracional casi animal, se siente en la cima de la cadena de sobrevivencia.

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¿Y si escribo otra parte? 🫢

~Naty Bemon 🫀

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