Capitulo 4: Número

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La noche pasó y ya era tiempo de volver. Estuvimos hablando mucho con Lio, pero en ningún momento mencioné a Leandro.

-Necesitas que te lleve?- Me preguntó cuando vio que estaba abriendo la aplicación de Uber

-Nono, no hace falta, me pido uno de estos y ya esta, no quiero hacerte problema- Le dije mientras seguía mirando la pantalla de mi celular

-Pero que decís nena! Como va a ser un problema? Al revés, me encantaría llevarte-

Lo pensé un rato. Ya eran las cinco de la mañana y no había ubers disponibles en la zona, o me llevaba Lío o no volvía.

-Bueno, dale, me podes hacer el favor de llevarme?-

-Un honor- Me dijo sonriéndome. Aproveché para correr un mechón de pelo que tenía suelto y Lio me agarro confundido mi mano. -Y eso?- Si, era mi anillo de casada

-Ya me casé Li, ya te lo dije- Ví su cara de desilusión.

-Tienen hijos?- Pensé seriamente en mentirle porque de esa manera me aseguraría que mantenga cierta distancia conmigo. Pero Lio sabe cuando miento, lo sabe perfectamente, no podría hacerlo.

-Nono, por lo menos por ahora- Su cara se iluminaba otra vez

-Entonces no tienen nada que los comprometa a los dos-

-Mejor no confundamos las cosas, no voy a dejar a Lean por él que ya me dejó antes-

-Lean? Que Lean?- Su cara de confusión volvía a aparecer

-Paredes- Dije orgullosa

-Aaa si, el de la Juve. Parece que él gana en todos los aspectos-

-Por lo menos él si lo intenta-

Quedamos en un silencio incómodo por un largo rato pero sin dejar de mirarnos.

-Vamos?- Me pregunta cortando con ese momento sin palabras- Me pediste que te lleve.

-Ay si, dale, vamos- Me alejé de él para ir a saludar a mis conocidos/amigos del lugar.

-Ya te vas loca?- Me pregunta Pablito- Necesitas que alguien te lleve? Le puedo pedir a alguno de mis hermanos si queres-

-Si Paya, ya me voy. Deja a tus hermanos tranquilos, me voy con Lionel.- Veo su cara de asombro

-Apá la papa... bueno- Me da un abrazo de corta duración- Cuídate y mil gracias por venir. Nos estamos viendo?-

-Obvio Pablito, pégate un llamado cuando quieras.-

-Dale loquita, vayan tranquilos- Me dice señalando con la cabeza a Lionel que me estaba esperando tranquilo atrás mío

-Ya estas?- Me pregunta cuando me acerco a él.  Simplemente asentí. Llegamos al estacionamiento, nos subimos a su auto y empezó a conducir mientras yo lo guiaba hasta mi hotel.

-Hele?

-Decime

-Queres poner música?- Sentí mi cara iluminarse. Agarre mi celular y puse mi playlist de rock nacional, específicamente Lago en el Cielo de Gustavo Cerati.

-Aa bueno, se nota que no cambiaste tus gustos, que temon por Diooooss!!- Dijo gritando las últimas palabras mientras asomaba la cabeza por la ventana.

-LIONEL CUIDADO- Le grité, me dió miedo la situación

-Perdón, perdón- Dijo volviendo a meter la cabeza dentro del auto- Sos el paisaje más soñado y sacudiste las más sólidas tristezas- Estás frases finales me las cantó mirándome a los ojos. Sentí mis mejillas arder

Luego de un rato de muchas canciones, la última que se reprodujo antes de llegar a mi hotel fue ¿Que Vas A Hacer Tan Sola Hoy? De Viejas Locas.

-Otro temon pero acéptame como soy, soy muy diferente a vos. Pero ¿que vas a hacer tan sola hoy?- Nuevamente me estaba viendo fijo a los ojos mientras llegábamos a destino. No lo pensé dos veces, me tiré hacia él, pero raramente él fue el que me sacó- No Hele, vos estás casada, si lo vamos a hacer, lo vamos a hacer bien, no escondidos del mundo. Tampoco quiero ser el tercero en discordia, no creo que Leandro sea un mal pibe como para merecer eso.

-Perdóname, creo que tomé de más- Dije muy apenada por lo que había pasado.

-Naa, no te preocupes, al menos ya se que no me olvidaste tan bien como me habías dicho- Me guiño un ojo y acercó su cara a la mía para plantarme un beso en la mejilla- Nos vemos Hele, descansa

-Chau Li, mil gracias por traerme- Dije saliendo del auto pero escuché que Lio me estaba llamando otra vez. -Que pasó?-

-Me dejas tu numero? Así por lo menos seguimos en contacto- Me mostró su sonrisa más tímida posible a lo que yo le reí por la ternura que me causaba. Agarre un papel y se lo deje en la mano. -Listo, ahora si, descansa- Dijo antes de irse y yo entrar al hotel.

No pude dormir bien. Me quede pensando en todo lo que estaba pasando. Lean es mi alma gemela, en cambio, Lionel es el amor de mi vida. Me lastimaba admitirlo, pero era la realidad. Lean siempre me trato como una reina, me amaba, me cuidaba, me quería, me extrañaba. Era el tipo de hombre que yo quería. Scaloni era más complicado, nos habíamos amado mutuamente, nos queríamos, nos quidabamos. Éramos dos en uno. Siempre pensaba en Lionel mientras estaba con Lean, pero lo pensaba con odio, con bronca, pero con bronca de que me haya dejado sola. Eso me hizo darme cuenta de todo. No lo odiaba por su personalidad, no lo odiaba por como era con los demás, no lo odiaba por como me trataba. Lo odiaba por haberme olvidado. Lo odiaba por haberme obligado a buscar a alguien que lo reemplazara mientras él no estaba. A Lean lo amaba por eso, por poder cumplir con deseo. Y ahí me di cuenta. A Lean no lo amaba. Lean estaba ocupando el lugar de otro. Nunca iba a ser capaz de sentir por Lean lo que sentí por Lionel.

TW: @Pi3824921

Pérdida en tí (Lionel Scaloni)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora