Capítulo 23: Seguir

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Mi alarma sonó y 20 minutos después ya estaba sentada en el auto yendo a Ezeiza. La manija era total. El tráfico estaba de locos, pero me puse una buena playlist para pasar el rato. Había salido con tiempo así que estaba hasta sobrada. En los autos había banderas colgadas de las ventanas, me dieron ganas de llorar de orgullo y emoción.

Después de dos horas y media de estar en el auto, al fin había llegado a Ezeiza y me reencontré con muchas amigas que también venían a acompañar a sus familiares.

-Hola Helu de mi vida ¿Que haces tanto tiempo?- Escuché que me preguntaban por la espalda y ya por su tono de voz, en mi cara se dibujó una sonrisa. Agus Gandolfo, emprendedora, madre y mujer de Lautaro Martínez.

-Agus!! ¿cómo estás vos? Hace un montón no nos cruzábamos- La abracé fuerte

-Todo bien divina ¿viniste a esperar a Lean?- Definitivamente había pasado mucho tiempo

-Eh no, Lean y yo nos divorciamos hace un par de años. Vine por Pablo y Lio, son mis mejores amigos desde chicos y me pidieron que venga-

-Ayy que lindo! Bueno Helu te dejo un segundo que voy a comprarme un café ¿Vos queres algo?-

-Nono, mil gracias. Venía en el auto tomando uno ya- Me sorbió y se alejó. Minutos después unas personas de seguridad nos llamaban para pasar a otro sector. Fuimos todos los familiares con los ojos brillosos por el orgullo que sentíamos. El primero que bajo fueron los ayudantes de campo, el chiqui tapia, un par de jugadores y luego Pablo. Deje que su familia vaya primero y espere hasta que fui a saludarlo y felicitarlo. Me vio y no dudo en abrazarme fuertemente.

-Felicidades campeón. Te amo Pablito- Sentí lágrimas caer por mis mejillas

-Gracias por venir Helu. No llores que me vas a hacer llorar a mi también- Nos reímos juntos y lo solté para que siga festejando con su familia.

Vi a Lio bajar mirando quien estaba presente y noté como si ponía una cara de confusión y asco a la vez. Había visto a alguien que no quería. Lo llame y giro la cabeza para encontrarse con mi mirada. Soltó todo lo que tenía y me abrazo por la cintura muy fuertemente. Los dos necesitábamos al otro, siempre fue así y siempre iba a serlo.

-Te adoro Hele, gracias por estar hoy y siempre-

-Felicidades mi campeón- Sentí que la segunda palabra le produjo un cosquilleo. Me plantó un beso en el cuello

-Tuyo y siempre tuyo Helena. Perdoname-

-Que te perdone por que?-

-MI AMOR-  Escuché una voz gritar y sentí que me empujaban  lejos de los brazos de Lio. Mi mundo se derrumbaba mientras miraba la escena de esa nueva mujer y mi amor besándose. Lionel tenía los ojos conectados con los míos cuando se alejó de la chica como pidiéndome perdón, negué con la cabeza y me fui pero sentí que me agarraban de la muñeca.

-Hele... a dónde vas?- Me preguntaba Lio. La chica se dio vuelta a verme -Quédate por favor

-No, no puedo. No vale la pena quedarse por personas que tampoco se quedan- Decía mientras me secaba una lágrima y me iba rápido no sin antes saludar a Pablo. Él no me hizo ninguna pregunta, había visto todo, lo único que hizo fue sonreírme con pena, yo también lo hice y me fui.

En el auto escuché llamada tras llamada de Scaloni, yo no quería saber nada así que no conteste, pero a penas llegue a mi departamento estaba Lionel esperándome en la entrada.

-Que haces acá? Como entraste?-

-Podemos hablar?-

-Que carajo queres Sebastián? Harta me tenes, totalmente harta-

Pérdida en tí (Lionel Scaloni)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora