¡ cinco !

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Matthew entró rápidamente a la biblioteca, limpiando sus lagrimas con las mangas de su suéter, agradeció internamente que en la hora del almuerzo nadie fuera a ese lugar, podría desahogarse para luego regresar a sus siguientes clases; lamentablemente tenía que cumplir con tres horas más.

Buscó la mesa más alejada y se sentó en ella ocultando su rostro con sus manos, sollozaba en silencio mientras pensaba en la horrible primera semana que había pasado. Se sentía triste y lo peor era que no tenía a nadie a quien acudir, si bien se había llevado muy bien con Lia aún no le tenía la suficiente confianza para hablar de sus problemas.

Pasaron los minutos y poco a poco fue sintiendo como las lágrimas dejaban de salir, sacó de su mochila un pañuelo y limpió su rostro para que nadie notara lo tonto que estaba siendo.

Los chicos de la universidad eran malos con él, todo por no estar en su mismo nivel social, resopló frustrado recordando los empujones y apodos que recibía casi a diario por parte de sus compañeros. Antes no le habría importado, simplemente los hubiera ignorado porque tenía a sus amigos con él, Ricky y Jiwoong siempre lo cuidaban de todo, las burlas no duraban mucho cuando ellos estaban cerca, pero ahora todo era diferente.

Ya no tenía a nadie, estaba solo.

Sus ojos se volvieron a cristalizar, anticipando el llanto, pero una voz hizo que se sobresaltara y parpadeara varias veces alejando las lágrimas de sus ojos.

— Oye, ¿te encuentras bien?

Era una voz profunda que hizo que la piel se le erizara.

— Y-yo... s-sí, estoy b-bien, es s-sólo... —titubeó viendo al chico rubio de pecas que lo miraba preocupado.

— No te ves bien, ¿quieres que te lleve a la enfermería?

Matthew sonrió un poco al ver las buenas intenciones que tenía el rubio.

— No gracias, estoy bien —contestó, haciendo que el chico desconocido asintiera y se sentara a su lado, sorprendiéndolo un poco.

— ¿Cómo te llamas? —preguntó sin borrar su sonrisa. A Matthew le parecía muy tierno.

— Seok Matthew ¿y tú?

— Lee Felix —dijo para luego borrar su sonrisa y poner una expresión seria en su rostro—. Y dime, Matthew, ¿Por qué llorabas?

Seok parpadeó un par de veces sin saber qué responder, el chico se veía amable, pero aún así no se sentía lo suficientemente cómodo para contarle del infierno de semana que había vivido.

— Puedes confiar en mí —animó con un pucherito en sus labios, haciendo que el peliazul suspirara rendido.

— Nos acabamos de conocer, pero no puedo negarme a ese rostro —soltó, sonrojándose al instante.

— ¿Entonces me dirás? — Matthew asintió y Felix aplaudió emocionado.

— La universidad es muy diferente a como lo había imaginado, pensé que haría muchos amigos, pero fue todo lo contrario —Felix asintió escuchando atentamente las palabras del peliazul—. Todos me odian sólo por ser... ya sabes...

— Lo sé, entiendo lo que dices —dijo, pero al ver como los ojos de Matthew brillaban de la emoción se apresuró a decir—. No lo he vivido, pero soy una persona muy empática y pienso que lo que hacen esta mal, no debes juzgar a las personas por su clase social, digo ¿en qué siglo creen que viven?

Matthew asintió borrando su sonrisa.— Para ser mi primera semana debo decir que fue realmente horrible.

— Por eso llorabas —fue más una afirmación que una pregunta, pero Seok aún así asintió—. ¿Sabes qué, Matthew? No debes dejar que esos idiotas borren tu linda sonrisa, yo digo que salgas de aquí y les demuestres que sus feas palabras no te afectan.

— Pero-

— Sin peros, yo te acompañaré, así que no tienes porqué temer.

Esas palabras hicieron que su corazón saltara emocionado, realmente necesitaba un amigo y quería creer que frente a él se encontraba esa persona incondicional que anhelaba.

꒰꒰ ❛ ❏ m a g n e t ¡!

— No lo repetiré otra vez, si te vuelves a acercar a él te arrepentirás —habló con voz dura tomando al chico por el cuello de su camisa—. ¿Entendido?

EI chico asintió rápidamente, cayendo directo al piso cuando fue soltado, tosió en busca de aire y luego se retiró con algo de dificultad.

꒰꒰ ❛ ❏ m a g n e t ¡!

— ¡Llegué! —anunció el peliazul al llegar a casa, su madre llegó hasta él con una sonrisa y lo abrazó fuertemente dejando un casto beso en su frente.

— ¿Cómo te fue hoy, pequeño? ¿Te hicieron daño? —dijo Krystal, tomando el rostro de su hijo en sus manos para examinarlo, desde esa vez que su hijo llegó con un ojo morado a casa le fue imposible no preocuparse, incluso quiso cambiarlo de universidad, algo que Matthew no aceptó, porque sabía lo difícil que sería volver a conseguir una beca y más si era en una universidad prestigiosa como en la que estaba.

Matthew negó con una pequeña sonrisa en sus labios, alejándose de su madre.

— Me fue muy bien, mamá, ¡hice un nuevo amigo! —chilló emocionado, causando que su madre riera por lo tierno que era— Ahora tengo dos amigos y estoy muy feliz, mamá.

— Me alegro mucho por ti, bebé.

Krystal miraba como los ojos de su hijo brillaban al hablar de lo bien que la había pasado con sus nuevos amigos.— ¿Y por qué no los invitas un día a cenar? Por la forma en la que hablas de ellos deben ser muy buenos chicos.

Matthew hizo una mueca ante lo dicho por su madre, Lia y Felix nunca lo juzgaron, al contrario, ellos eran muy dulces y atentos con él, pero había algo que no lo dejaba aceptar la propuesta de su madre.

— Lo pensaré, ¿sí? Es muy pronto para que los conozcas —Krystal suspiró, pero decidió no darle más vueltas al asunto—. Iré a mi cuarto, tengo mucho que estudiar.

La mujer sólo asintió con una sonrisa, no había nada mejor que ver a su hijo feliz, verlo salir de esa burbuja de tristeza en la que había estado viviendo todos esos años la hacía sentir muy alegre, pero aún tenía miedo de que lo volvieran a lastimar porque, si eso pasaba, sabía que su pequeño no podría resistirlo.

MAGNET ━━ rickwoongmatt Donde viven las historias. Descúbrelo ahora