¡ seis !

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Habían pasado tres meses desde que el semestre inició y en ese tiempo ninguno de los tres se habían dignado a hablar. Cada uno de ellos perdido en su propio mundo ignorando los sentimientos que un día tuvieron y nunca desaparecieron.

Ricky era el más inquieto de los tres, los recuerdos de su infancia lo golpeaban constantemente haciéndolo sentir frustrado,
¿por qué justo cuando creyó haber pasado página el destino le jugaba tan sucio? ¡Era injusto!

Pero, aun así, siempre se mantuvo atento a cada uno de los movimientos de los otros dos, intentando ser lo más discreto posible.

Ricky sabía que, desde que terminaron su amistad, Jiwoong se había vuelto más cerrado, era frío y cortante, y tendía a meterse en problemas, algo que el Jiwoong del pasado nunca hubiera hecho, cosa que le preocupó, ¿por qué actuaba así?

Por otro lado estaba Matthew, él seguía siendo el chico tierno que una vez conoció sólo que más inseguro y dócil, eso también lo alertó, ¿en dónde quedó el pequeño sonriente e infantil que no paraba de hablar?

También supo del maltrato que sufría su pequeño amigo por ser becado, eso le molestó. Ricky sabía que Matthew venía de una familia humilde, por lo que no tenía los beneficios que la mayoría de los estudiantes de allí. Así que no tardó en actuar.

Él quería ayudar a sus amigos, aunque fuera manteniendo su distancia.

Así lo quisiera, no podía sacar a Jiwoong de los problemas en los que se metía por querer ser un bad boy, pero sí podía ayudar a Matthew, al menos animarlo un poco. No le gustaba ver a su pequeño amigo llorar, por lo que comenzó a dejar notitas de ánimo en su casillero, porque sí, la clave de su casillero era su cumpleaños.

Su corazón saltó de alegría al ver como el peliazul sonreía y miraba a su alrededor en busca de la persona que había dejado esa nota, pero más se emocionó cuando vió que la respondió y la dejó en el mismo lugar.

No importaba cuánto quisiera estar con sus amigos, Ricky no se sentía listo para enfrentarlos, especialmente porque su madre estaba de por medio.

Suspiró pesadamente y volvió su mirada al libro. — Aunque los extrañe, creo que es mejor así —dijo para sí mismo ignorando el nudo que se formaba en su garganta.

꒰꒰ ❛ ❏ m a g n e t ¡!

Los tacones resonaron en el silencioso salón, la directora Kang Seulgi puso su mirada en los estudiantes que terminaban su examen de biología, tan pronto sintieron su mirada todos dejaron lo que estaban haciendo y la miraron atentamente.

— No les quitaré mucho tiempo —comenzó a decir—. Sólo quiero informarles que este fin de semana iremos a un pequeño retiro que nos servirá para ponernos en contacto con la naturaleza.

Se escucharon murmullos y algunas risas, Ricky no prestaba atención a lo que sus amigos decían, perdido en sus pensamientos se percató de algo muy importante. El retiro era algo costoso; aunque para él no era problema pagar ese dinero, sabía que había alguien que no podría hacerlo.

Y ese era el pequeño peliazul de mirada cabizbaja.

꒰꒰ ❛ ❏ m a g n e t  ¡!

El viernes llegó y Matthew despertó por los gritos de su madre, quien había entrado a su habitación haciendo demasiado ruido para su gusto.

— Matty, ¿qué esperas para levantarte? —dijo Krystal moviendo el cuerpo del chico durmiente— Se te hará tarde.

Matthew abrió lentamente sus ojos encontrándose con la mirada emocionada de su madre.

— No tengo que ir a la universidad, hoy es el retiro, ¿recuerdas?

Krystal negó jalando el cuerpo de su hijo y sacándolo de la cama.— ¿Por qué crees que estoy aquí? —Matthew ladeó su cabeza sin entender. Krystal suspiró, sacando una maleta del armario de su hijo y comenzando a meter algo de ropa.

— Mamá, ¿qué haces?

— Irás al retiro, hijo.

Matthew abrió sus ojos sorprendido. ¿Cómo iba a ir si ni siquiera había dado el dinero?

— Pero yo no-

— Alguien pagó tu lugar, pequeño.

Ahora sí que Matthew no entendía,
¿quién habría hecho tal cosa?

— No es posible —contestó sin poder creerlo—. Era muy costoso.

— Quizás para nosotros, pero no para los chicos que estudian allí —le dijo palmeando el muslo del menor—. Lia me llamó, me dijo que alguien de alma bondadosa había dado el dinero por ti, así que apresúrate, aún tienes tiempo de llegar.

Matthew sólo asintió y se duchó lo más rápido posible, aunque su cabeza no dejaba de pensar en quién podría ser la persona que había hecho algo así de lindo por él.

꒰꒰ ❛ ❏  m a g n e t  ¡!

Todos estaban listos para subir al bus que los llevaría a su destino, el peliazul llegó casi corriendo, formándose detrás de Lia, quien lo recibió con un abrazo fugaz, el chico le sonrió sonrojado al notar que muchos de sus compañeros lo estaban mirando.

Todos se preguntaban cómo el chico pobre había conseguido el dinero para ir al viaje, los rumores no tardaron en salir.

— Sólo ignóralos, son unos idiotas sin vida propia —le dijo la castaña.

Matthew asintió, ignorando todo lo que comenzaban a decir de él.

El pelirosa que se encontraba a pocos metros de ellos no dejaba de mirar al de azules cabellos, había llegado con una sonrisa, pero ahora se veía triste e incómodo; como quisiera ir con él y abrazarlo.

Luego fijó su mirada en Ricky, quien al sentir la intensa mirada sobre él no tardó en levantar su vista, grande fue su sorpresa al percatarse que se trataba del mismísimo Kim Jiwoong. Su corazón latió con fuerza y no pudo evitar que sus mejillas se colorearan de un tono rojizo.

¿Por qué Minho lo estaba mirando?
Era la primera vez en tres meses que lo hacía y, si era sincero, lo hacía sentir emocionado.

Bajó su mirada y se concentró en lo que Junseo y Hayun decían, ignorando por completo la mirada del mayor sobre él, pero al girar su rostro, se sorprendió al ver a Matthew con su equipaje hablando animadamente con una chica que, si no se equivocaba, se llamaba Jisoo, o Lia como todos le decían.

Relamió sus labios y miró en dirección a donde se encontraba Jiwoong, y allí fue cuando lo comprendió. Si él no había pagado el lugar de Matthew en el retiro, sólo una persona venía a su cabeza para llegar a hacer algo así por alguien. Y esa persona era Jiwoong, y la sonrisa que aparecía en sus labios al ver al menor se lo confirmó.

Eso solo hizo que su corazón latiera con más fuerza y una sonrisa se dibujara en sus labios. Aunque Ricky hubiera querido hacer algo así por el peliazul, le hizo muy feliz saber que Jiwoong sí lo hizo, porque eso sólo podía significar una cosa.

Jiwoong seguía preocupándose por ellos.

MAGNET ━━ rickwoongmatt Donde viven las historias. Descúbrelo ahora