MAGNET ━━ rickwoongmatt

¡ once !

Ricky despertó de mal humor esa mañana. No quería regresar a casa. Había sido la mejor semana de su vida. ¿Por qué las cosas tenían que ser así?

Odiaba todo.

Miró a su lado y se encontró a su pequeño amigo dormido con los azules cabellos rebeldes cubriendo sus ojos, sonrió por la tierna imagen.

— Buenos días —dijo Jiwoong con una sonrisa, saliendo del baño con una toalla alrededor de su cintura y la otra secando su cabello húmedo.

— Buenos días —dijo de vuelta, recorriendo sin descaro el cuerpo marcado del mayor—. ¿Dormiste bien?

— Muy bien.

Ricky asintió, y sintió como el chico dormido a su lado se movía para luego sentarse en la cama restregando sus ojitos con su mano, parpadeando varias veces para acostumbrarse a la luz de la habitación.

— ¡Buenos días! —Matthew sonrió para después lanzarse sobre Ricky, dejando un pequeño beso en su mejilla.

— ¿Y mi besito? —soltó el mayor, con un puchero exagerado que hizo reír al menor.

— Estás desnudo. Vístete primero —contestó, arrugando su naricita.

— Como si no me hubieras visto ya.

El menor se sonrojó a más no poder y mordió su labio inferior.

— ¿Qué haremos hoy? —habló Ricky, cambiando de tema.

— No lo sé, hoy es el último día y no tenemos ninguna actividad —comenzó a decir el mayor, dándoles la espalda para poder cambiarse.

— Hay algo que siempre he querido volver a hacer, pero no me he atrevido porque no tenía a nadie con quien hacerlo —decía el menor emocionado, jugando con sus dedos.

— ¿Qué es, bebé? —le preguntó dulcemente el mayor.

— Quiero teñirme el cabello —soltó con una sonrisa— ¿Por qué no nos teñimos los tres?

Shen relamió sus labios dudoso.— ¿Los tres?

Matthew asintió efusivamente, con un brillo en sus ojos.

— ¿Podemos? ¿Sí, sí?

Jiwoong miró a Ricky y, conociendo al rubio, sabía que estaba en una lucha interna consigo mismo. Suspiró y miró los ojos ilusionados del menor.

— Yo sí —contestó, pasando su mano por su cabello—. Me aburrió este color, quisiera algo más discreto... negro quizás.

— El negro le quedaría muy bien, hyung, como cuando éramos niños.

Kim le sonrió al peliazul y fijó su mirada en Ricky.— ¿Y tú, Ricky? ¿Te apuntas, o temes que tu madre se enfade contigo?

El más alto frunció el ceño y lo miró con molestia.— Mamá se pondría como loca, como cuando Xiaoting y Yixing se tiñeron... pero sí me gustaría.

Jiwoong formó una sonrisa en su rostro.

— ¿Qué color te gustaría, Ruiqi? —le preguntó el menor.

Ricky hizo un ruidito pensativo antes de contestar.— Rosa —musitó, con las mejillas rojas.

— ¡Que tierno!

꒰꒰ ❛ ❏ m a g n e t ¡!

Gracias a Xiaoting pudieron conseguir los tintes que usarían, incluso se ofreció a teñirlos ya que ninguno se sentía con la confianza suficiente para hacerlo, aunque dos de ellos ya lo hubieran hecho anteriormente.