El sol entraba por la ventana de una habitación, en un segundo piso, dando exactamente en los ojos de un niño de 11 años, quien debido al sol termino abriendo los ojos con molestia.
Joe: Por que el sol tiene que existir?, solo sirve para perturbar mis preciadas horas de sueño.
Dicho esto se paro de la cama en donde se encontraba, para darse cuenta de que esa no era su habitual cuarto, así que recordó que ayer no había vuelto al mar, sino que se había quedado con el señor Hamilton en su casa; por lo cual decidió salir de la habitación para poder dirigirse al primer piso, donde escucho ruido en la cocina, por lo cual decidió acercarse.
Joe: Que hace señor?
Señor H: Oh, ya te despertaste Joe, ayer parecías demasiado cansado por lo cual decidí dejarte dormir un poco mas; como te sientes ahora, ya decidiste que hacer con el tema de tu amiga?
Joe: Eh, si, ya se lo que are, y ya me siento mejor, gracias señor por dejarme quedarme a dormir aquí anoche.
Señor H: No te preocupes niño, mejor en lo que acabo de preparar el desayuno podrías poner la mesa, las cosas están en la parte de arriba de la alacena.
Después de poner la mesa, el señor Hamilton sirvió en los platos el desayuno.
Cuando ya estaban sentados desayunando, el señor Hamilton decidió volver a preguntarle a Joe, sobre lo que habían hablado ayer.
Señor H: Y me dirás cual es la decisión que tomaste con respecto a tu amiga?
Joe: Claro, pues me di cuenta de que solo hay una respuesta.
Señor H: Me dirás cual es?
Joe: No soy capaz de alejarme de ella, puede ser que esta decisión le cause problemas en el futuro, pero después de todo lo que ya he vivo junto a ella, pensar en no volver a verla, preferiría ser torturado antes que eso.
Señor H: Palabras fuertes para un niño, pero apoyo la decisión que tomaste, y sobre si tendrás problemas, son cosas de las que aun no deberías de preocuparte; son niños, no deberías de pensar en cosas de adultos, solo disfruta el momento.
Joe: Pensare en lo que dijo, pero bueno ya acabe mi desayuno, y como ayer no llegue a mi casa, creo que ya debería de irme.
Señor H: Claro, espero que toda vaya bien con tu amiga, ah pero espera antes de que te vayas, tengo algo para ti.
Sin dejar responder a Joe, el señor Hamilton salió hacia otra parte de la casa, y al poco tiempo regreso con algo en sus manos, parecía un libro.
Señor H: Ten - decía mientras le entrega lo que tenia en las manos.
Joe: Esto es...
Señor H: Por fin llegaron los libros de cuentos, dijiste que lo querías para tu amiga, creo que esto seria un buen regalo para poder reconciliarse.
Joe: Gracias señor, pero ahora no se lo puedo pagar, ya que salí de mi hogar sin nada.
Señor H: No te preocupes, es un regalo, en señal de que espero que resulte bien para ambos.
Después de eso Joe salió de la casa del señor Hamilton, dirigiéndose rápidamente al mar, para poder regresar, pero antes de siquiera ir a ver a su ama Úrsula, su primer pensamiento fue ir a la cueva que era el lugar de reunión que compartía con Ariel, ya que el sentía como si algo le digiera que debía de estar ahí, y prefirió hacerle caso a ese pensamiento.
Mientras tanto en otra parte del mar, la encargada de cuidar a las hijas de Tritón esta algo desesperada, después de todo, cuando fue a levantarlas no se encontraba la menor de estas, y al saber como era de explosiva la personalidad del rey con respecto a estos asuntos, buscada desesperadamente a la sirenita, cosa que no iba a lograr, después de todo, ella ya estaba en camino a la cueva donde se reunía con Joe, ya que al no quererle causar problemas, decidió ir todos los días ahí hasta que el volviera a aparecer, pues que no lo quería presionar a que volvieran a ser amigos.
ESTÁS LEYENDO
La soñada libertad
FanfictionEsta no es la típica historia donde el príncipe derrota a la bruja, salva a la princesa; se casan, y viven felices para siempre; no, claro que no. No necesariamente un "y vivieron felices por siempre", significa realmente eso, siempre hay problemas...